martes, abril 10, 2007

Juan Bas, El paraguas de ETA

miercoles 11 de abril de 2007
El paraguas de ETA
JUAN BAS j.bas@diario-elcorreo.com

A veces la realidad es una excelente guionista de cine. La famosa secuencia visual, recogida en su día -diciembre de 2006- por los noticiarios, de Sergio Lezkano, detenido ahora como presunto miembro legal del nuevo -y por fortuna desarticulado- 'comando Donosti' de ETA, cubriendo de la lluvia con un paraguas -por supuesto muy vasco, de tela de cuadros tipo mantel o cortina de sidrería, no falta un detalle- a Otegi durante un mitin en Oiartzun, Guipúzcoa, no puede decir más por sí misma ni tener mayor valor metafórico si queda probado que el muchachote cubridor forma parte activa de la banda terrorista.Impresionan las durezas de la mirada y gesto de boca, entre lo obtuso y la mala hostia, del presunto 'gudari', que no quita ojo a Otegi mientras éste larga. No se sabe si esa cuidadosa atención es para que ni una gota de lluvia aterrice en la testa del caudillo 'abertzale' y le distraiga de su discurso o para atravesarle el hígado con una varilla del paraguas si dice algo que sugiera un distanciamiento de Batasuna de su controlador.La imagen me ha recordado a la del general o tribuno victorioso de la antigua Roma, que entraba en la ciudad en su briosa biga tirada por dos caballos blancos para ser aclamado por la plebe. En el carro de guerra del héroe, tras él, iba siempre un esclavo que sostenía sobre su cabeza la corona de laurel de la victoria y le susurraba al oído, para que no se le subieran demasiado los humos, 'recuerda que eres humano'. En nuestro caso, no está clara la adjudicación de roles de general y esclavo y el recordatorio al oído sería, más bien, 'no olvides de dónde vienes y no se te ocurra pasarte ni media'. Además, el tal Lezkano era el responsabe de propaganda -a tenor de la presunción, quizá escuela Goebbels- de Batasuna y se ocupaba de organizar los mítines. Cobraba por estos menesteres un sueldo y, no sé por cuáles, otro del Partido Comunista de las Tierras Vascas. Blanco y en cacharrito de barro, cuajada de leche de oveja.Si todo esto es así, ¿cómo se puede esperar que Batasuna se deslinde de una vez de ETA y haga una vida normal de partido político dentro de las instituciones? Sería como pedir al escorpión que reniegue de su naturaleza y entidad y deje de clavar el aguijón. No creo que todo Batasuna sea ETA; ni dudo del deseo de muchos de sus miembros y votantes de separarse de la férula de la banda armada e incluso de que prefieran que ésta desaparezca, pero no lo tienen fácil. El siniestro paraguas está demasiado encima y el perímetro de su línea de sombra precisamente delimitado. Es probable que sólo el cierre definitivo del paraguas y su entrega en la consigna pueda hacer creer en un futuro político de su órbita sin negruras.

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