sabado 15 de diciembre de 2007
Cunicultura
IGNACIO CAMACHO
MENOS mal que el Gobierno está en todo. Si a usted no le llega el salario para una pularda o un capón, si no es astronauta para alcanzar unas angulas por la estratosfera, si no se puede permitir un besugo, ni un cordero, ni un solomillo; si el marisco le provoca alergia a su cuenta corriente; si le tirita la billetera en el híper y le dan ganas de alzar los brazos ante la caja; si le corta el resuello la subida de la leche, del pan, de los huevos, de la ternera, del aceite, de los pescados y de la fruta, el Gobierno le ofrece una solución «sana, ligera, apetecible y barata»: esta Navidad, cómase un conejo.
-Estos socialistas son unos pervertidos.
Pervertidos o inadvertidos, lo han dicho con la mayor seriedad. Se necesita un cuajo muy notable para que un alto funcionario de Agricultura salga a dar una rueda de prensa, con la que está cayendo, el día en que el Banco Central Europeo da la voz de alarma sobre los precios, y recomiende con toda formalidad, sin el más mínimo pestañeo y sin cortarse un pelo ante la previsible guasa, que para que no cunda el pánico lo mejor es que los españoles coman conejo por Pascuas.
-Vaya manera de santificar las fiestas...
Sí, sí, mucho cachondeo, pero eso es lo que hay. Ésta es la receta antiinflacionista de Zapatero. Para eso tiene 636 asesores, más los economistas de Solbes, más los técnicos del MAPA, que no es un término de cartografía, sino las siglas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Todos esos cerebros, esos cráneos privilegiados, esa materia gris desparramada por el organigrama del Estado, no tienen mejor solución para la crisis de la cesta de la compra que aconsejar una imaginativa dieta navideña «de sustitución». Parece de broma. Debería serlo. Pero es real: contra la inflación, el Gobierno de España sugiere el fomento de la cunicultura.
-¿Cuniqué?
-Eso. Cunicultura.
-Oiga, déjese de cochinadas. ¿No nos querrán dar gato por liebre?
Desde luego, lo parece. Una salida de este tipo es propia de cómico verderón de revista rancia, de tipo graciosillo de boina y bigote entre vedettes emplumadas con celulitis. Pero corresponde a un secretario general del Ministerio responsable del sector alimentario, y tiene agravante de premeditación, convocatoria previa, folletos y cartelería al uso, con perfecto conocimiento de la circunstancia y oportunidad del caso, aunque quizá no de la polisemia de la frase. Y en una coyuntura especialmente delicada, cuando todo el país se escandaliza ante la crecida sideral de los precios, cuando el alza del IPC dispara el gasto extra de las pensiones compensatorias, cuando la preocupación económica se cuela en el salón de estar de las familias medias españolas.
-Oiga, señor presidente, tengo una pregunta para usted. Resulta que no me llega el sueldo, que me asfixia la hipoteca, que tengo que comprar los Reyes de los niños, que la gasolina está por las nubes, que el banco me devuelve los recibos de la luz, que no me queda ni para la jugar a la lotería que no me va a tocar... ¿me puede decir qué pongo en la mesa de Nochebuena?
-Pues cómase usted un conejo. Sano, apetecible y barato.
-Se hará lo que se pueda, señor presidente, se hará lo que se pueda...
http://www.abc.es/20071215/opinion-firmas/cunicultura_200712150246.html
sábado, diciembre 15, 2007
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1 comentario:
come conejo
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