lunes 5 de noviembre de 2007
11M, víctimas de su propio papel Fernando González Urbaneja
La postsentencia del 11M revela parte del drama nacional, los personajes principales de la vida política atrapados en su propio papel, en el que les puso el calendario y las circunstancias. ¿Dónde estuvo el primer error? Porque un atentado terrorista como el de Atocha debería haber cursado por otros derroteros, como ocurrió en Nueva York con las Torres Gemelas, o en Bali, o en Casablanca o en Londres o en Karachi o en Moscú y en Beslán.
En todos esos casos, semejantes pese a las diferencias de regímenes políticos y sociales, los gobiernos salieron reforzados y la sociedad unida. Los gobiernos no caen por los atentados terroristas, se refuerzan. No ocurrió en Madrid el año 2004. El Gobierno Aznar, que consumía sus últimas horas y estaba demasiado seguro de sucederse a sí mismo, decidió que aquel atentado no iba con él, que no cambiaba nada, que se bastaba y sobraba para gestionarlo. Y lo gestionó rematadamente mal, pudiendo haberlo hecho bien.
Y desde entonces los populares, con Aznar a la cabeza, Acebes (Interior) y Zaplana (portavoz) a derecha e izquierda y Rajoy de collera, van encadenados a una gestión obstinada y miope que sólo les reporta confusión. Así fue entonces, así fue durante la comisión de investigación del Congreso, durante la instrucción judicial y también ahora, tras la sentencia.
Tan obstinada posición como quizá empiece a serlo en el Partido Socialista que exige la rectificación de Rajoy (que tontería eso de “repite conmigo, no fue ETA”, algo tan imposible como innecesario). Bastante rectificación es ya la sentencia. Zapatero, que si algo tiene es intuición política, quiere pasar página, dejar al PP con sus fantasmas y no dejarse atrapar en semejante historia. Pero Blanco no se ha enterado e incluso Rubalcaba vacila, atrapado quizá en sus propias tensiones de aquellos terribles días que helaron los corazones.
Pocos atentados se esclarecen en sus últimos detalles, siempre quedan cabos. ¿Recuerdan la llamada “operación ogro” con el asesinato de Carrero Blanco como desenlace, que algunos pretenden aún atribuir a algún servicio secreto de altos vuelos?
Quienes vivieron desde la política, en primer plano, el atentado del 11M, parecen andar atrapados en el terrible papel que les tocó vivir, incapaces de salir de una obra que no da más de sí a esos mismos personajes, una obra que pudiera tener más libretos si aparecen nuevos intérpretes con otras explicaciones que hoy no están al alcance.
Mientras, empieza ahora el despliegue de colaterales. Con demandas que pueden prosperar porque se han dicho demasiados disparates, demasiado infundados, que pueden pasar factura y alborotar el avispero. La rabiosa cercanía de otras elecciones a cara de perro, más aún que las del 2004, supone un aliciente a los desvaríos. Algunos personajes deberían salir del papel y liberarse de sus fantasmas. Y, de paso, dejar a las víctimas y a los demás en paz.
fgu@apmadrid.es
http://www.estrelladigital.es/a1.asp?sec=opi&fech=05/11/2007&name=urbaneja
domingo, noviembre 04, 2007
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