lunes 26 de noviembre de 2007
Mejorar la convivencia
Pablo Sebastián
Zapatero ha sido investido por el PSOE como candidato a la Presidencia del Gobierno y ha prometido para la próxima legislatura ventajas sociales, apoyo a la lucha del cambio climático y mejora de la convivencia nacional. Tres promesas, no detalladas, que incluyen un ataque al PP por su presunta obstrucción a la labor del Gobierno socialista y una promesa de mejora de la convivencia que constituye un reconocimiento explícito, por Zapatero, de los destrozos causados por él en la vida política y ciudadana durante la legislatura, entre los que destaca su reforma territorial del Estado, sobre la que el líder de los socialistas no ha dicho una sola palabra.
Un silencio calculado porque está pendiente la consolidación de la citada reforma territorial, a expensas de la decisión del Tribunal Constitucional y del nuevo Estatuto del País Vasco, al que en cierta manera están unidas las exigencias de ETA de: una relación institucional con Navarra, el derecho de autodeterminación y del reconocimiento de la nación vasca. Asuntos todos ellos sobre los que Zapatero no ha dicho ni pío, por la cuenta electoral que le trae, al tiempo que reclama una mayoría importante de diputados para el PSOE, superior a la que ya tiene en esta legislatura, lo que también está relacionado.
No en vano todos los analistas y adivinos del posible resultado electoral no anuncian una victoria suficiente, por mayoría absoluta o casi absoluta, ni para el PSOE ni para el PP, motivo por el cual todo apunta a que serán otra vez los nacionalistas los que tengan en su mano la oportunidad de decidir quién gobernará España durante los próximos cuatros años. Naturalmente, si Zapatero consiguiera acercarse a los 170 escaños la reforma territorial pendiente podría estar liberada de las presiones nacionalistas que marcaron el Estatuto catalán y que planean sobre el esperado Estatuto vasco. Pero eso es mucho pedir en el día de hoy, cuando nadie está en condiciones de decir quién será el ganador de las elecciones y con qué mayoría.
En cuanto a la mencionada obstrucción del PP a la labor del Gobierno, hay que señalar que, previamente a ese presunto obstruccionismo, tenemos que relatar la ruptura por el Gobierno de Zapatero del consenso de la Transición sobre política autonómica, el pacto exclusionista del Tinell en Cataluña contra el PP, el fin del Pacto de las Libertades y contra el Terrorismo, el uso del Tribunal Constitucional por parte del Gobierno para intentar colar como ley orgánica una reforma flagrante de la Constitución perpetrada en el seno del Estatuto catalán, y desencuentros en la ley de la memoria histórica, el archivo de Salamanca, la educación y las políticas de exterior y de defensa.
En estas mencionadas circunstancias hay que entender que el mencionado y presunto obstruccionismo del PP puede ser una respuesta lógica frente a la destrucción de la convivencia provocada por el Gobierno de Zapatero. Esa convivencia a la que ahora alude el líder del PSOE sin explicar cómo la va a recuperar. De la misma manera que calla sobre el Estatuto vasco y sobre la negociación con ETA.
En cuanto a la lucha contra el cambio climático, Zapatero dice bien porque su Gobierno ha dado muestras de su interés por esta cuestión, de la misma manera que en su haber figuran leyes y medidas sociales de claro alcance. Pero no entendemos por qué se opone —al menos hasta el momento— a la que es la oferta electoral más llamativa del PP de bajar los impuestos a los españoles que ganen 16.000 euros o menos al año. Porque esta medida sí que tiene una clara dimensión social y, por supuesto, electoral, motivo por el que el PP hay cazado al PSOE con el pie cambiado mientras Solbes hace las cuentas a ver si puede ofrecer algo similar o, en su caso, mejorar la puja en el terreno fiscal.
Está muy bien que Zapatero reconozca que hay que mejorar la convivencia, pero debe explicar cómo lo hará y reconocer los errores cometidos para que su nuevo y sorprendente interés por la convivencia nacional sea entendido por los electores a los que pretende encandilar.
http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=26/11/2007&name=manantial
lunes, noviembre 26, 2007
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