lunes, noviembre 26, 2007

Agapito Maestre, Zapatero y el terror

lunes 26 de noviembre de 0207
Discurso como candidato del PSOE
Zapatero y el terror
Cuando un gobernante apela tan insistentemente, casi tan retóricamente, a que siempre ha estado en la lucha contra el terror, es que está ocultando alguna gravísima responsabilidad con las víctimas del terrorismo.

Agapito Maestre

Atribuir crispación y engaño sobre el terror a otros, por ejemplo, a la oposición y las víctimas de su política de negociación con ETA, ha sido la principal contribución que en su presentación como candidato socialista hizo Zapatero a su peculiar manual de "arte de la mentira política". Un manual que, dicho sea de paso, está más cercano al feísmo totalitario que al genuino arte de la política. El mayor agente crispante de la vida política española exige en tono amenazante que no crispemos. Nadie debe contestar sus políticas crispantes. Nadie debe combatir su violencia institucionalizada. Nadie debe discutir su política cuartelera, sí, su obsesión por reducir España a una granja y una fábrica. He ahí la quintaesencia del político que, hoy por hoy, mejor maneja su manual de la mentira política, cuando se sube a una tribuna partidista con la única intención de reducir al ciudadano a votante primero, y a individuo que sólo sirve a su partido y a su Gobierno después. Quien no se someta a su disciplina será estigmatizado. La excelencia de la crítica, de la diferencia, es arrinconada por mentira calumniosa.
También ha dicho ZP que tenemos que pasar página del 11-M. Pero eso es imposible, mientras haya alguien dispuesto a construir una memoria colectiva como Dios manda, o sea, con piedad y crítica. ¿Cómo olvidar a tantas víctimas del 11-M y, sobre todo, cómo no recordar que esa fecha trágica llevó a Zapatero al poder? Pero, en mi opinión, hay algo más grave aún que ese pasar página; me refiero a esa insistencia caprichosa y burda de un presidente de Gobierno de un país democrático sobre su lucha contra el terrorismo. Si no fuera retorcida y falsa, parecería ocioso que un presidente de un Gobierno democrático tenga que "justificar" su lucha contra el terrorismo. Se lucha y punto.
Cuando algo tan obvio, tan evidente, tiene que ser justificado en un mitin político es por alguna oculta "motivación". Cuando un gobernante apela tan insistentemente, casi tan retóricamente, a que siempre ha estado en la lucha contra el terror, es que está ocultando alguna gravísima responsabilidad con las víctimas del terrorismo. Cuando un político como Zapatero sólo habla de un tipo de víctimas, sí, las del 11-M y olvida los mil asesinados de ETA, es que algo grave sucede en su mente y en su partido. Su discurso del domingo mueve a la sospecha. O Zapatero tiene mala conciencia por no haber luchado lo suficiente contra el terror, de ahí la apelación constante a su lucha contra el terrorismo, o Zapatero sabe que las próximas elecciones las perderá, precisamente, porque los ciudadanos han descubierto sus juegos con el terror.

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opinion_40586.html

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