Urbaneja, ¿Esta el Rey para premios competitivos?

jueves 29 de noviembre de 2007
¿Está el Rey para premios competitivos?
Fernando González Urbanejafgu@apmadrid.es
La Mutua Madrileña creó, meses atrás, un premio para “reconocer, distinguir y premiar investigaciones, estudios o conductas y comportamientos que tengan o hayan tenido una relevante incidencia en los distintos ámbitos del compromiso social en los que se expresa la actividad de Mutua Madrileña”. Para optar al premio se requiere la presentación de candidatos por una institución o Academia previamente invitada a hacerlo por el que paga. La propuesta debe ser razonada. El jurado está formado por siete personas de prestigio y relieve y presidido por el Presidente de la Mutua. Finalmente el premio está dotado con 750.000€ (equivalentes a 125 millones de pesetas) que le sitúa entre los más relevantes por ese concepto.
Con esos mimbres la primera decisión del jurado tiene interés porque marca camino. Lo ha marcado: el primer premio para el rey Juan Carlos, que se supone habrá sido consultado acerca de la pertinencia del mismo. El Rey suele dar nombre a premios, más que titular a los mismos, que es una invitación a más premios. Las demás corporaciones españolas, tan respetables como la Mutua Madrileña, se sentirán animadas a otorgar más premios al Rey, que los merece por sobradas razones y que, por eso mismo, quizá fuera mejor dejarle en paz y no enredar.
Porque ¿es prudente andar premiando al Rey? ¿Es prudente que el Rey compita en su propio país, sin pretenderlo, con otros candidatos posibles? ¿Es prudente meter al Rey en riesgos innecesarios de crítica? Sospecho que flaco favor le hacen al Rey estos amigos tan amables.
Los premios se crean siempre a la mayor gloria del que premia, los premiados honran al que premia. En este caso el premiado sería el presidente de la Mutua que premia al Jefe del Estado y que le entregará 750.000 euros que desde ese mismo momento serán parte del problema.
La prudencia y la inteligencia suelen estar reñidas con la audacia y la ventaja. El Rey está para honrar, para entregar premios, no tanto para recibir honras de terceros por muy presidentes mutuos que sean, o muy pomposos que se pongan. Gran virtud la prudencia, también la templanza y el buen sentido. ¿Andarán extraviadas estos días?

http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=29/11/2007&name=urbaneja