viernes, noviembre 02, 2007

Luis Pousa, No esta por la labor

viernes 2 de noviembre de 2007
LUIS POUSA
celtas sin filtro
No está por la labor

Por fin. El Consello de la Xunta aprobó el pasado miércoles la creación de la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística, que cuenta con el apoyo y la participación de la Federacion Galega de Municipios e Provincias. Se trata, como ya se reconoce oficialmente, de dar un paso más hacia el objetivo de "ordenar el territorio y frenar su degradación". Cuestión ésta principal e irrenunciable si se quiere que Galicia se convierta en una sociedad avanzada, con pautas de crecimiento y desarrollo muy distintas a las del finiquitado modelo de deterioro y degradación del medio físico, y particularmente de cuantiosos recursos naturales y paisajísticos, cuyo valor económico y social era muchísimo mayor que el que ha reportado su destrozo.
Varios ejemplos, de las consecuencias que conlleva un pésimo urbanismo, los hemos podido ver en televisión el pasado mes de octubre, con las riadas e inundaciones registradas en varias zonas del mediterráneo peninsular, que ocasionaron importantes pérdidas materiales y naturales, así como algunas vidas humanas.
Situaciones catastróficas e incidencias de las que en Galicia tampoco estamos libres y, para botón de muestra, ahí está lo que pasó en Cee, Vilagarcía y Baiona hace un año. Tres de las muchas poblaciones costeras gallegas que han sufrido un crecimiento desordenado, con políticas de construcción muy agresivas y, al mismo tiempo, muy insuficientes en infraestructuras y equipamientos, como se puede comprobar.
Hacerle frente a esa desfeita urbanística fue lo que obligó a la Consellería de Política Territorial a poner en marcha la Lei de Medidas Urxentes en Materia de Ordenación do Territorio e do Litoral. Y así poder suspender transitoria y cautelarmente la construcción de nuevos complejos urbanísticos en los 500 metros de la franja costera, con la salvedad de lo que ya estaba calificado como suelo urbano consolidado.
Hay un aspecto en la creación de la Axencia Urbanística merecedor de ser destacado:que uno de sus principales cometidos sea la de "garantizar la función social del suelo". Algo que, por desgracia, suele caer en el olvido, empezando por los propios ayuntamientos, que por cierto no son los propietarios del territorio, ni del paisaje, ni del aire, ni del agua que supuestamente le correspondería a cada circunscripción municipal.
La verdad es que Galicia está en un momento idóneo para afrontar la siempre aplazada cuestión de los usos del espacio físico. Esa especie de carta magna del territorio, que delimite el marco general de actuación sobre el espacio natural, lo que los clásicos denominaban el factor tierra. Pero, desgraciadamente, ese presupuesto político requiere de la concurrencia de una oposición que en estos momentos no está por la labor, pues su estrategia es otra y completamente distinta a la conformación de unos debates ajustados a los grandes asuntos del país.
En lugar de eso, el líder del PPdeG apuesta por una confrontación episódica, que lejos de las sesudas razones de Estado, le sirva para mantener vivo el fuego de la discordia, mediante la leña del escándalo. El empecinamiento en convertir la autovía del Barbanza en un problema sucio da la medida del tipo de oposición que se está haciendo. Contraponer más barato a mayor seguridad no es precisamente una elección afortunada.

http://www.elcorreogallego.es/index.php?idMenu=13&idEdicion=688&idNoticiaOpinion=227432

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