viernes 2 de noviembre de 2007
XAVIER NAVAZA
corresponsal en galicia
El safari de la casona del Hórreo
Si usted indaga en la calle y le pregunta a Juan Nadie qué le parece el interminable cruce de acusaciones que socialistas, populares y nacionalistas se traen entre sí en la Casona del Hórreo, a la busca de la yugular del adversario, se hará una idea bastante cabal del grado de credibilidad que nuestra clase dirigente tiene entre la ciudadanía. Cosas de políticos. Y eso que en Compostela, comparado con lo que se cuece en Barcelona o Madrid, parece un inocente juego de niños. Será por eso que algunos, como el ingenioso portavoz del PSdeG-PSOE en la Cámara, Ismael Rego, andan a la busca de una pieza de caza mayor: a ver si así aumenta la audiencia y se produce el scoop.
En ese safari ha tenido la desdicha de caer el ex ministro Pío Cabanillas, junior, por el simple hecho de ejercer como consejero externo -no es accionista- de una empresa que durante el anterior Gobierno autonómico, presidido por Manuel Fraga, aspiró a llevar a cabo las obras de la autovía de O Barbanza en unión con otras firmas.
Hoy, si Cabanillas es puntual, el diputado Rego recibirá una misiva en la que se le pide que realice un desmentido "detallado y firme" de las veladas acusaciones de corrupción y tráfico de influencias que a comienzos de esta semana rondaron el hemiciclo. El ex ministro explicó ayer que se siente indefenso y preocupado, porque no tiene capacidad de réplica ante las palabras del parlamentario, que han adquirido carta de naturaleza casi oficial desde el momento en que han pasado a formar parte de las actas del Parlamento de Galicia. Sin embargo, don Pío no verá cumplidos sus deseos.
De entrada, Rego se mantiene en sus trece: "Todo lo que dije es cierto" e incluso el propio Cabanillas ha corroborado sus afirmaciones. Claro que sí. Lo que cambia es el contexto en que han dicho las cosas: Cabanillas, en la soledad de su despacho; Rego ante una nube de cámaras y periodistas tomando nota, en el curso de un debate parlamentario cuyo principal contenido -lejos de intentar solucionar nada- se basa en la siembra de acusaciones, más o menos sugeridas, sobre la potencial comisión de delitos tipificados en el código penal. Ayer, lejos de concederle un ápice de crédito a don Pío, el señor Rego ha insistido en la proyección de sombras y de sospechas: "Alguna razón habrá", sugiere, para que un ex ministro se siente en el consejo de una empresa sin poseer acciones ni formar parte de su consejo de administración: "Tiene que haber alguna razón, Cabanillas no pasaba simplemente por allí". A continuación, cambiando de tercio, se ha puesto en plan generoso asegurando que no quiere "entrar en polémicas" con un señor al que no tiene "el gusto de conocer". Así cualquiera.
Todo esto no sería más que una anécdota, carnaza para la prensa del hígado, si no fuese porque forma parte de una larga serie de acontecimientos similares que tienen como denominador común la extensión de sospechas sobre personas con nombre y apellidos. Seguimos, sin embargo, a la espera de la primera acusación debidamente documentada y capaz de ser admitida a trámite por los jueces. Y de la práctica de este juego preñado de insidias no se libra ninguno de los grupos que tienen representación en la Cámara autonómica galaica: socialistas, populares y nacionalistas han apostado por una forma de hacer política que a menudo sustituye las ideas por el garrote.
CRIMEN ORGANIZADO
Los comandos de Mesquida
En agosto del año pasado, Joan Mesquida, director general de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, anunció la creación de un poderoso Grupo de Delitos Urbanístico, encuadrado en la Unidad Central Operativa contra el Crimen Organizado. Va a hacer un año que entró en acción y nadie tiene noticias de sus agentes. Quizás se deba a eso, al secreto de su trabajo, pero otros sospechan que José Luis Rodríguez Zapatero ha mandado enfriar la máquina, a la espera de los idus de marzo .
AGENCIA DE PROTECCIÓN
El organizado caos municipal
La creación de la Agencia de Protección de la Legalidad Urbanística es una magnífica idea del Gabinete que preside Emilio Pérez Touriño. Siendo muy necesaria, queda por ver cuál será su eficacia, a la vista del interesado caos generalizado que ordena y manda sobre el universo municipal. Los ayuntamientos buscan fórmulas de financiación complementarias para hacer frente a los crecientes gastos de sus equipos de gobierno y los convenios urbanísticos con las promotoras, las licencias, las obras y los servicios son una importante fuente de dinero que ejerce una formidable presión sobre la legalidad. De hecho, según numerosos expertos, la propia legalidad ha sembrado de trampas un sistema que ha acabado por encubrir prácticas ilegales que en los municipios son asumidas con una naturalidad que da pasmo. Sobre ese planeta debe actuar la recién creada Agencia de Protección: no lo tendrá nada fácil, pero había que ponerla en marcha de una vez por todas .
http://www.elcorreogallego.es/index.php?idMenu=13&idEdicion=688&idNoticiaOpinion=227512
viernes, noviembre 02, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario