jueves, noviembre 15, 2007

Juan Urrutia, Callesa señor Chavez

jueves 15 de noviembre de 2007
Cállese señor Chávez
Juan Urrutia
H UGO GOEBBELSG... disculpen, cuando dije Goebbels quise decir Goebbels. Comparó a José maría Aznar con Hitler. El fervor rabioso del caudillo venezolano le hizo barritar todo tipo de acusaciones contra España. Aquellos de ustedes que me sufran con cierta frecuencia sabrán que acusar a mi país es uno de mis deportes favoritos pero, ¡ah!, no tolero las falacias de un asesino. Verán, aquel que presumió de brindar con Zapatero por la paz es el mismo que cierra radios y televisiones para crear nuevas emisoras controladas por el “Gobierno”. Sí, también es el mismo que suelta sin bozal ni nada a sus más fieles secuaces armados hasta las muelas del juicio para que respondan con balas a los gritos de los jóvenes que, inconformes con la dictadura, se rebelan contra el padrecito Chávez. No quiero caer en el “y tú más” y no lo haré porque para eso las acusaciones de don Hugo deberían ser ciertas. Como cierto es que pretende institucionalizar el comunismo en las escuelas convirtiéndolas en fábricas de huguitos y que, pistola en ristre, coarta la libertad de quienes escriben o emiten aquello que no le conviene. Recientemente los esbirros de Chávez abrieron fuego contra estudiantes de la UCV (Universidad Central de Venezuela) que regresaban de manifestarse contra la “política” del interfecto. Varios murieron y otros resultaron gravemente heridos, aunque las cifras no están claras. Contrariamente a las ntenciones del jerarca, que acusa a España de un imperialismo desaparecido hace cientos de años mientras él se comporta como un monarca absolutista de la época. Peor, me atrevería a decir, aunque no puedo asegurarlo porque hace quinientos años aún no había nacido. Vivan Isabel y Fernando, arriba lo que está abajo y abajo lo que está arriba verbigracia de aquello. Como postre a esta indigesta amalgama tenemos las reacciones de la clase política española ante el suceso que provocó la inflamación testicular de Chávez. Lo han adivinado, con “el suceso” me refiero a eso que suena en el móvil de su infame compañero de trabajo, el “¿por qué no te callas?” Espetado por don Juan Carlos ante la verborrea acongojonizante del superfluo adalid de la rectificación cerebral impúdica. Quiero decir Chávez, claro. Antes de condenar las acusaciones falsas y cochambrosas regurgitadas por el tipo que nombro unas palabras más atrás, podría contar cuántas, pero las interjecciones se sentirían discriminadas, lo primero que dejan claro desde el PSOE es que Aznar les cae peor que desayunar café frío en noviembre, vaya, ¿y a mí que carajo me importa? ¿Es necesario juzgar cómo nos cae alguien antes de condenar un atropello cometido contra él? Señores y señoras, ante ustedes el niño- perro, la mujer barbuda y la política española, vengan a ver a los monstruos, vengan, un pirulí de regalo por cada entrada. Me temo que esta democracia adolescente que tenemos está llena de complejos y no vitamínicos precisamente. Aún vivimos en una sociedad de buenos y malos en lugar de en un país donde las personas tenemos diferentes opiniones, qué pena, iba a tomarme una cerveza pero después de esta reflexión ya no me apetece. Como conclusión final diré, diré lo que me de la gana... ¿Y saben por qué? Porque aquí no gobierna Chávez.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4269

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