jueves 1 de noviembre de 2007
11M: La ilógica reacción de Rajoy José Oneto
La primera sentencia en el mundo que se ha dictado contra el terrorismo islámico radical no ha cerrado, ni mucho menos, el mayor atentado que se ha cometido en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El atentado del 11 de marzo del año 2004 en la estación de Atocha en Madrid.
Así como en Estados Unidos fue imposible sentar en el banquillo a los responsables de la masacre del 11 de Septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York y a los responsables del gran atentado de junio en el Metro de Londres, en España sí ha sido posible encausar a los autores del atentado de la estación de Atocha que provocó en su momento 191 muertos, unas elecciones traumáticas que supusieron un cambio de poder y más de tres años de crispación política porque el partido que las perdió, el Partido Popular, estuvo manteniendo hasta el final que el atentado tenía como objetivo desplazar al PP y a su mentor José María Aznar del poder.
El PP, que todavía no se ha librado del luto del 14 de marzo del 2004, sigue manteniendo, según la intervención que tras la sentencia ha tenido el presidente del Partido Mariano Rajoy, que hay que seguir investigando, poniendo en duda los miles y miles de folios y cientos de testimonios, declaraciones y pruebas que han sido estudiados por los jueces Javier Gómez Bermúdez, Alfonso Guevara y Fernando García Nicolás, los tres de la Audiencia Nacional.
Ni hay la mínima pista sobre la intervención de ETA en los atentados del 11M, como ha venido sosteniendo el círculo mediático cercano a un sector del Partido Popular, ni hay ningún tipo de conspiración de Estado para ocultar pruebas, ni se ha manipulado ningún dato para explicar el suicidio de los responsables de la masacre en la casa de Leganés.
Quienes han venido especulando durante años sobre un atentado atribuido primero a servicios de inteligencia extranjeros (especialmente Marruecos), quienes han venido sosteniendo conexiones del terrorismo islámico con la banda terrorista ETA, quienes como Aznar han declarado que los autores del atentado no hay que buscarlos en lejanos desiertos o montañas, insinuando que realmente hay que buscarlos en España, se han visto desautorizados por una sentencia que lo único que no ha conseguido es probar la autoría intelectual de los atentados, ya que el principal acusado, Rabei Osman El Sabed “El Egipcio”, al que se le pedían 40.000 años de cárcel, ha sido absuelto.
Escudándose en esta absolución, el dirigente del Partido Popular Mariano Rajoy, cuya actuación sobre el tema ha sido marcada por el círculo mediático de la COPE y el diario El Mundo, no ha querido cerrar el tema y ha declarado que hay que seguir investigando hasta el final cualquier pista que lleve a identificar a los autores intelectuales y a los inductores de la masacre.
Quienes creían que con la sentencia de la Audiencia Nacional quedaba cerrado definitivamente el tema se han equivocado. El Partido Popular, que a lo largo de la legislatura ha presentado medio millar de preguntas en el Parlamento sobre el atentado y, sobre todo, sobre las implicaciones de ETA, seguirá utilizando el 11M como argumento político para demostrar que con ese atentado le robaron el poder. Y el Partido Socialista seguirá manejando, en este caso, la contundente sentencia para desgastar al PP por su implicación en la guerra de Iraq, origen de todo lo que ha ocurrido en España desde el 11M...
Es lógico que las víctimas no se sientan satisfechas y quieran una sentencia mucho más dura. Es lógico que, todavía, aparezcan agujeros negros en una investigación tan laboriosa y complicada como la que han llevado a cabo el denostado juez Juan del Olmo y la tan atacada fiscal Olga Sánchez. Pero no tiene lógica la reacción de Mariano Rajoy, que parece más preocupado por lo que diga determinado círculo mediático que su votante o su afiliado.
http://www.estrelladigital.es/a1.asp?sec=opi&fech=01/11/2007&name=oneto
jueves, noviembre 01, 2007
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