jueves, enero 03, 2008

Villacañas, Tres logros en la segunda etapa de FET-JONS

jueves 3 de enero de 2008
Tres logros en la segunda etapa de FET-JONS
Antonio Castro Villacañas
L A segunda etapa de FET-JONS transcurre desde finales de diciembre de l937 hasta el 10 de agosto de 1939; es decir, desde que Franco nombró a Raimundo Fernández Cuesta Secretario General de dicha organización hasta que lo cesó en tal puesto y puso en su lugar al general Muñoz Grandes. Aunque en estas apuntaciones no me proponga hacer una historia de la Falange -tarea que dejo en manos de quienes tengan tiempo y ganas de realizarla- sí creo conveniente llamar la atención de mis lectores -que merecen toda mi gratitud por soportar mis puntos de vista en esta y otras materias y hacerme llegar los suyos- sobre las realizaciones sociales y políticas habidas en cada una de sus fases, pues para la gran mayoría de los españoles tanto FE como JONS, FE-JONS y FET-JONS solo protagonizaron muertes, represalias o mordazas... Tal es la historia que a diario difunden los medios públicos y privados de comunicación y que se enseña en las diferentes aulas escolares. Por eso es urgente y necesario resaltar las muchas cosas buenas que se hicieron desde 1933, 1934 y 1937 hasta 1977. Si en la primera etapa de FET-JONS esta Falange tuvo una importante participación en la creación del Servicio Nacional del Trigo, que durante cuarenta años resolvió de modo satisfactorio los problemas agrarios de nuestro país, en el segundo periodo hizo notar su presencia -además de en otras muchas cosas que bien merecen ser debidamente historiadas- en tres realizaciones que yo estimo muy importantes: a) la formación cívica de la juventud; b) su formación cultural; y c) el Fuero del Trabajo. Una de las mas significativas consecuencias que tuvo nuestra guerra fue la de preocuparse por el papel que la juventud debe desempeñar en la cotidiana vida política y social de su pueblo, tanto en lo que respecta a sus posibles contingencias como en lo referente al modo de preparar en forma adecuada a las minorías que deben dirigir el futuro de la comunidad. En España no existió una política juvenil hasta que el peculiar desarrollo de la II República motivó que la izquierda y la derecha decidieran organizar sendas fuerzas juveniles, entre las que destacaron por su fuerza y ambición las Juventudes Socialistas y las de Acción Popular, pero todas ellas fueron más sectores filiales de grupos protagonistas de la lucha política que verdaderas organizaciones educativas. El Estado, por su parte, no fue capaz -o no se preocupó- de crear una institución encargada de tales características. La guerra supuso que en las dos zonas enfrentadas los niños y los jóvenes intervinieran desde su comienzo en tareas políticas mas o menos peligrosas. FE-JONS tuvo inmediatamente sus "flechas"; el Requeté, sus "pelayos"; en la zona roja prosperaron las Juventudes Socialistas Unificadas, adscritas al creciente Partido Comunista. Corresponde a FET-JONS y al franquismo el haber creado y puesto en marcha, por primera vez en España, una institución encargada de promover la educación cívica, deportiva y cultural de sus juventudes. El 4 de agosto de 1937 un Decreto de la Jefatura del Estado aprobaba los Estatutos de FET-JONS que, entre otros servicios, establecían una Delegación Nacional de la Organización Juvenil. En un primer momento, la OJ se limitó a unir y coordinar los afanes de cuantos adolescentes, desde la retaguardia, imitaban los signos de milicia o de guerra que sus mayores daban en el frente. Flechas, pelayos y cadetes alegraron pueblos y ciudades con sus uniformes, correajes, músicas, banderines, actos, desfiles, disciplina y colorido. Despertaban olas de entusiasmo y esperanza por y para el futuro. A partir del verano de 1938, sin renunciar a todo ello, que en conjunto significaba mucho en el lógico esfuerzo común de ganar la guerra, la acción juvenil se articuló en unir la instrucción deportiva a la militar, iniciar la repoblación forestal, recoger chatarra, recolectar ropas y objetos para el aguinaldo del soldado o la entrada en pueblos y ciudades, cantar himnos y marchas o tonadas y sones regionales... En resumen: en los cuarteles y campamentos de la OJ de la FET-JONS de Franco, por primera vez en España -salvo en las minoritarias excepciones de los Minyons de Muntanya y de los Legionarios- se llevó a cabo una educación de la juventud en los ámbitos deportivos, físicos, del medio ambiente, musical, artístico y cultural, que por desgracia dejó de hacerse años más tarde, como Dios mediante veremos en otro momento. El segundo logro de FET-JONS en esta etapa fue la de tomar parte activa en la reforma de la Enseñanza Media que hizo el ministro de Educación Nacional Pedro Sáinz Rodríguez, consistente en la implantación de un tipo de Bachillerato formativo y cíclico muy superior a todos los anteriores y posteriores, con un examen final que permitía comprobar el fruto obtenido en los siete años de enseñanza. Este Bachillerato potenció a los Institutos Nacionales y produjo una clase de bachilleres con elevado nivel de cultura, que en su casi totalidad pasó a la Universidad o a otras enseñanzas superiores de índole profesional o técnico, en las que por su formación contribuyó de modo notable a un paulatino incremento de nivel. Es decir, a todo lo contrario de lo que sucede en España desde 1976... El tercer logro de esta Falange franquista es, a mi juicio, el Fuero del Trabajo. Inicialmente concebido como una simple declaración programática de lo que el nuevo régimen político pensaba hacer en todo lo referente al orden económico y social de España, fue primero un escrito redactado por González Bueno, el recién nombrado ministro de Organización y Acción Sindical, que estudió luego una ponencia integrada con él por los también ministros Serrano Suñer, Sainz Rodrñiguez, Fernández Cuesta, Amado y Suances. De la nueva redacción del texto se envió una copia a todos los consejeros nacionales de FET-JONS, quienes la debatieron en las sesiones celebradas por ese Consejo entre el 6 y el 9 de marzo de 1938. El resultado final fue un muy importante documento de índole constitucional, que comprometía al Estado por primera vez en España a la realización de una política social avanzada. El preámbulo de este documento lo redactó Dionisio Ridruejo. Dividido en Declaraciones, el Fuero del Trabajo inspiró la creación inmediata de la vigente Magistratura del Trabajo, la reorganización del ñoño Instituto Nacional de Previsión, la puesta en marcha del Subsidio Familiar y la creación del Instituto Nacional de la Vivienda, todo ello en el breve plazo de dos meses. Termino por hoy. Nadie puede dudar de que, juzgando en conjunto, el balance de la segunda etapa de FET puede considerarse realmente positivo. Gracias a ella el primer gobierno de Franco se mostró positivamente más revolucionario que el de Negrín, lo que le ayudó mucho a ganar la guerra dado que el pueblo nacional se ilusionó con la posibilidad de vivir una España justa.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4359

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