Lorenzo Contreras, Pizarro inquieta a ZP

miercoles 16 de enero de 2008
Pizarro inquieta a ZP

Lorenzo Contreras
La “operación Pizarro” frente al llamado “efecto Solbes” ha constituido un brillante movimiento electoralista de Mariano Rajoy. La repercusión del fichaje del antiguo hombre fuerte de Endesa por esa otra empresa, ésta política, que se llama Partido Popular ha sido enorme. No es que la resonancia sea popular en el sentido de impresionar al ciudadano medio, pero sí ha puesto en guardia a los reductos económicos y empresariales que hoy en día se enfrentan a un futuro incierto desde el punto de vista de una crítica economía global. Una opción política fortalecida por el “efecto Pizarro” enfrentado al “efecto Solbes” es algo que en determinadas alturas puede alterar el escenario de la lucha. Manuel Pizarro disfruta de un notable prestigio económico–empresarial, ha demostrado gran capacidad dialéctica, sobre todo en la lucha de las opas sobre Endesa, y representa un evidente valor para los intereses conservadores. La cuestión fundamental, de cara a las urnas, es cómo y cuánto se traduce en votos ese “efecto Pizarro”.
El ya preconizado vicepresidente del Gobierno si el PP gana las elecciones, a las que concurre como número 2 de la lista por Madrid, supone para un importante sector del mundo votante una garantía de eficiencia. La incógnita estriba en medir la traducción del “efecto” para el votante anónimo, a quien Pizarro puede que le suene más como conquistador del Perú que como triunfante defensor de los intereses del accionariado de Endesa frente a la antigua opa hostil de Gas Natural y La Caixa. Las acciones de la empresa eléctrica cuadruplicaron su valor. Verdad es que Manuel Pizarro abrigaba personal interés por pactar la operación con la alemana EON, pero “se cruzó” en el combate empresarial Acciona (el grupo de Entrecanales) y además Enel, la firma italiana beneficiada por las influencias de Prodi, el primer ministro de su país. Acciona actualmente controla, según fuentes empresariales, casi todos los núcleos de poder de Endesa, excepto los que corresponden al área iberoamericana, que para Enel viene a ser la joya de la corona.

Es la hora de preguntarse qué respuesta puede arbitrar el Gobierno para fortalecer el flanco político que guarnece Solbes sin demasiados bríos. El economista alicantino no pasa por un buen momento personal, sobre todo tras la muerte de su hermano, aunque él mismo ya estaba tocado moralmente en sus entusiasmos como responsable del área económica del Ejecutivo, con una gestión interferida por el gabinete económico de la Moncloa, tanto tiempo bajo la dirección de Miguel Sebastián. Hay quienes opinan, o creen, que Solbes no renuncia a continuar en la vicepresidencia económica del Gobierno porque Zapatero “casi se lo ha pedido de rodillas”. En todo caso no se duda de que el hasta ahora titular de ese cargo esté en condiciones de vigorizar su interés por continuar administrando aquellas responsabilidades.

La contienda de los “efectos” ya mencionados se produce cuando uno de los puntos calientes de la campaña electoral, y de su actual prólogo, es precisamente la situación de la economía y su famosa crisis. Con el “dialéctico” Pizarro en las tribunas mitineras propias de estas etapas que miran a las urnas, Zapatero tendría que reforzar ese frente de batalla. Los vigorosos apuntes del ex presidente de Endesa van a dar trabajo y problemas al desfalleciente Solbes y, de paso, quebraderos de cabeza y preocupaciones tácticas a un ZP que no cesa de hacer planes y formular proyectos con el talante típico de quien se cree vencedor de antemano.

http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=16/01/2008&name=contreras