jueves 22 de noviembre de 2007
KK y + KK
Miguel Martínez
U NO, en su ingenuidad, creía que lo del “contubernio judeomasónico” era una expresión ya jubilada. Que formaba parte de una Historia ya archivada y que no servía más que para que algún que otro columnista -como un servidor- definiera, no sin cierto retintín, determinadas situaciones en las que algunos se empeñan en ver fantasmas donde no los hay. Pero no, parece ser que existe un sector de individuos que todavía siguen a la greña con esa cohabitación ilícita -así define el diccionario la palabra contubernio- entre los judíos y los masones. Desde una concepción puramente conductista y pretendiendo tomar al pie de la letra la expresión, uno se pregunta a qué querrían referirse los patrocinadores de tal enunciado. ¿Qué se imaginaban que hacían el judío y el masón mientras cohabitaban? ¿Era dicha cohabitación estrictamente lúbrica o respondía también a inquietudes políticas? A saber. El caso es que de la mano de un racista, xenófobo y antisemita, cuyo nombre no voy a citar aquí porque no me sale de las narices –ni de otros apéndices menos nobles y menos nombrables- y porque si quiere publicidad que se la pague, al que podemos llamar señor KK –no me sean malpensados mis queridos reincidentes, pues este pseudónimo carece de connotaciones escatológicas sino que responde a ciertas siglas con las que el señor KK estuvo vinculado- quien en una librería de Barcelona –a la que tampoco voy a hacer referencia por los mismos motivos anteriormente expuestos- pero que podríamos llamar +KK, va a protagonizar, el próximo sábado, una charla para presentar un texto al que, obviamente, tampoco pienso publicitar en esta columna. Para situar a mis queridos reincidentes entre tanta KK y +KK, decirles que el tal KK es un antiguo dirigente del Ku Klux Klan, que la librería + KK es un comercio especializado en textos de ideología nazi y antisemita, y que el presunto epítome que presenta el presunto escritor es una especie de alegato en el que defiende algo así como que el lobby judío es el culpable de la muerte de Manolete, del escandaloso precio de los centollos, de la subida del Euríbor, de los desplantes de Chávez, del cese temporal de la convivencia matrimonial de la Infanta, de que la madre de Marco lo abandonara para irse a la Argentina, de que Pipi Calzaslargas fuera hiperactiva y de que Espinete se paseara desnudo -y con total impunidad pese aparecer en horario protegido- en los platós de la televisión pública española durante más de una década. Y no será porque un servidor no se haya metido con los judíos, que aquellos de mis queridos reincidentes con cierta veteranía en esta página recordaran cómo quien suscribe les dio leña a espuertas cuando los bombardeos en el Líbano, pero una cosa es que considere que los dirigentes israelíes se pasaron tres pueblos –o incluso cinco o seis- en sus bombardeos y otra, muy diferente, que asista impasible a los que a bombo y platillo defienden la supremacía de una raza sobre otra y a los que justifican –aunque sea a base de negarlo- el holocausto padecido por los judíos en la segunda guerra mundial. Porque sólo hay que echar un vistazo a la página virtual de +KK -Dios me libre de pasar a menos de diez metros de su local sin máscara antigás- para observar legajos de papel con forma de libro con títulos –tápense la nariz si son tan amables- como “Raza, inteligencia y educación” donde pueden ustedes imaginarse cuál es la raza considerada por ellos como inteligente y qué opinan de las demás. ¿De veras hay alguien con un mínimo de inteligencia que sea capaz de creer esas barbaridades? Pues lo del mínimo de inteligencia no está probado, pero, dejando al margen tal detalle –insignificante si ustedes lo desean- parece ser que sí existen especimenes que defienden todas esas teorías, y el tal KK es uno de ellos. Y lleva don KK unos días paseándose por España presentando su conjunto de hojas encuadernadas a las que me niego a llamar libro porque a un servidor, en su infancia, le inculcaron el amor a los libros porque –textualmente- “es en éstos donde se concentra gran parte de la sabiduría que nuestra mente debe absorber para realizarnos como personas y como cristianos”. Huelga decir, ya lo saben mis queridos reincidentes, que un servidor se educó en un colegio de salesianos. KK fue congresista republicano –pobrecillos los republicanos norteamericanos, se les cuela lo mejorcito (ruego lean ironía en el término) de cada casa- por Louisiana, hasta que sus devaneos con el Ku Klux Klan y otros asuntillos turbios sin importancia le metieron en algún que otro lío con la justicia, lo cual le supuso la inhabilitación total para cualquier cago público –excepto el de presidente de comunidad de vecinos- por lo que se presenta en la portada de su “fanzine” como “ex-congresista por Louisiana”, en vez de “congresista expulsado e inhabilitado por racista y xenófobo” que es lo que en justicia debiera aparecer. Entre otras lindezas mister KK se pregunta por qué no se puede debatir sobre el holocausto judío. Se refiere a debatir sobre si existió o no y, recordemos, que la negación del holocausto es un delito en varios países de la Unión Europea. Claro que proviniendo de un antiguo líder de una organización como el Ku Klux Klan, que predica la supremacía de la raza blanca, el antisemitismo, el racismo, la homofobia y el nativismo, no sé qué esperábamos que dijese. Desde luego no lo veo halagando un anuncio de United Colors of Benetton. Parece ser que las autoridades no pueden actuar de oficio para impedir el acto siempre y cuando éste se lleve a cabo –como así va a ser- en un recinto privado, por mucho que la librería donde se va a celebrar -+KK, recuerden- acumule ya varias sanciones por distribuir material xenófobo. Pero lo que es cierto es que si en realidad fuese un acto privado no se hubiesen encargado los de +KK de darle publicidad al tema, y el común de los mortales no nos hubiésemos enterado –ojos que no ven, corazón que no siente- de la visita de mister KK. Por lo pronto un grupo de periodistas, políticos, abogados e intelectuales han presentado hoy mismo un escrito ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña solicitando la intervención del Ministerio Público por considerar que ese acto puede suponer una exaltación del racismo y del antisemitismo. Don KK tiene que estar preocupado. Porque si a mi paisano –y compañero de Instituto en mis años mozos, por si ustedes no lo sabían- Manel Fontdevila, de El Jueves, le ha caído un pedazo de multa de 3.000 euros por caricaturizar a don Felipe y a doña Letizia haciendo uso del sagrado matrimonio –con fin de procrear, como mandan las Sagradas Escrituras- al haber considerado la Justicia que esa viñeta es “objetivamente injuriosa para la Corona”, ¿cuánto le debiera caer a don KK por manifestar todas esas aberraciones y todas esas barbaridades que no sólo injurian al ser humano sino que, además, lo denigran? Y sin entrar a valorar el hecho de que nuestro Código Penal tipifique como delito las injurias a la Corona, por el sencillo razonamiento de que, hoy por hoy, las contempla y punto, juzguen mis queridos reincidentes si lo que el artículo 510 de nuestro Código Penal establece sería o no de aplicación a las actividades de esa panda de KK o Ku Klux o llámenles ustedes como deseen: Artículo 510 del Código Penal: 1. Los que provocaren a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía, serán castigados con la pena de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses. 2. Serán castigados con la misma pena los que, con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, difundieren informaciones injuriosas sobre grupos o asociaciones en relación a su ideología, religión o creencias, la pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía. Confiemos pues, en la ecuanimidad de la justicia.
http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4283
jueves, noviembre 22, 2007
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