viernes 16 de noviembre de 2007
Hola, Joana, querida tocaya…
Joan Pla
H ACE meses, quizá más de un año, escribí aquí un artículo, manifestando mi perplejidad ante la ignorancia histórica o, si se quiere, el despiste monumental del colega que escribe los guiones de la serie "Cuéntame cómo pasó" de la primera de TVE. En casa, tengo a mi mujer que no se pierde ni un solo capítulo y yo suelo ver algunos, porque me gustan los actores – Imanol Arias, Ana Duato, Maria Galiana, Pepe Sancho, Pablo Rivero, Irene Visedo, Ricardo Gómez y muchos otros, todos magníficos – pero lo que no me gusta, ya lo dije aquí, es la reiterada mentira del equipo directivo cada vez que hablan del diario "Pueblo" y de las personas que allí trabajábamos durante los años que la serie televisiva nos describe. Personalmente, me siento afectado por aquellos capítulos en que se habla de la "marcha verde" sobre el Sahara o sobre la "revolución de las flores" en Portugal. La razón es muy sencilla: yo fui corresponsal de "Pueblo" en Marruecos, pisé las dunas del desierto, durante varios días de noviembre, hace ya 32 años, junto a los trescientos mil súbditos de Hassan II, vi como explotaban las minas enterradas en la arena y me embarqué en un avión militar del monarca alauita, cargado de alimentos y de gallinas, atado a los asientos de la pared, como los paracaidistas, para ir a ver cómo quedaba El Aaiún, después de la salida de los militares españoles. Fueron días inolvidables, cargados de riesgo y de emoción periodística. Un par de meses antes había estado allí, entrevistando al Teniente General Federico Gómez de Salazar y al coronel Luis Rodríguez de Viguri. Quiero decir que conozco bien la verdadera y sencilla historia de la marcha verde. Por lo que respecta a la revolución del 25 de abril de 1974 en Portugal, puedo decir lo mismo, puesto que, después de las primeras diez crónicas de Vicente Talón, me nombraron a mi corresponsal de "Pueblo" en Lisboa y estuve allí 580 días, hasta que me sustituyó Raúl del Pozo. Fueron, como puede comprobarse en las hemerotecas, 580 crónicas, casi todas ellas publicadas con sus titulares en primera página. Por eso, me extraña y me duele que los responsables de la serie, principalmente su productor ejecutivo, Miguel Ángel Bernardeau, diga que los capítulos referentes al diario "Pueblo" y a los dos acontecimientos mencionados "serán, sin duda, los más interesantes de todos". Me extraña también que personas de tan sobrado prestigio y tan reconocido talento profesional como son sus tres directores Antonio Cano, Tito Fernández y Agustín Crespí hayan consentido colar la triste imagen física de un diario que, más que el rotativo vespertino de mayor tirada de la nación, parece la empresa de cuatro mindundis muertos de hambre que trabajan en un piso, tirando por lo alto, de ochenta metros cuadrados. Ignoro lo que habrá dicho Juana Biarnés, cuando haya visto a la "Juana Biarnés" que va de corresponsal a la marcha verde y manda crónicas a un tal Carmelo que, por cierto, se llamaba Carmelo y era taquígrafo y creo que policía o algo por el estilo. Yo no dije nada, cuando pusieron al joven Alcántara como corresponsal de "Pueblo" en Lisboa. La verdad es que el actor Pablo Rivero y yo somos de "patilla colorada", como diría Umbral, que en paz descanse. Por lo demás, me gustaría que le llegase este artículo, por si quiere que su personaje sea más verdad con lo que yo le cuente, pero tampoco me preocupa demasiado, puesto que uno ya no está para vivir de añoranzas, nostalgias y glorias pasadas, sino para gozarse con el advenimiento de la gloria eterna. Pero me jode que mi nieta me recrimine y me diga: "Abuelo, eres un mentiroso. Tú no fuiste a la marcha verde. Fue Juana Biarnés". Así se escribe la historia, ¿no te fastidia? Pero le pregunto a mi nieta: "¿ Qué sabes tú de Juana Biarnés?". Y la niña, que estaba a quince años de nacer cuando yo me fui a la marcha verde, tampoco sabía que Juana Biarnés nunca fue novia, como dicen en la serie, del periodista de "Pueblo" que fue corresponsal en Lisboa durante los 20 primeros meses de la revolución de los claveles, sino que durmió con él, ella en la cama y él en el sofà, en la misma habitación de un hotel irlandés, cuando Karina representó a España en el Festival de Eurovisión de 1971 en Dublín. Después del cierre de "Pueblo", no hemos vuelto a ir juntos en busca de la noticia, la fotografa Biarnés y un servidor. Tampoco he podido disfrutar de sus habilidades culinarias en el magnífico y lujoso restaurante que ha regentado durante estos últimos años en Ibiza: "Ca Na Joana". No está mal que, en una serie de ficción, me llamen "Alcántara", para contar mi trabajo de periodista de "Pueblo" en Portugal, pero no está bien que me llamen "Joana Biarnés", nombre y apellido verdaderos de mi querida compañera, para contar que dicté crónicas telefónicas a Carmelo desde el Sahara, durante la "marcha verde". ¿ No será que el guionista papeó como un sultán en el restaurante ibicenco de Joana ? Si así fuere, con su pan se lo coma y alabado sea Dios. Pero que nadie se extrañe si los nietos de mis nietos ven y oyen por la televisión del siglo venidero que la famosa serie "Cuéntame cómo pasó" fue escrita por un escritor y periodista de Felanitx que estuvo treinta años seguidos dibujando y publicando "angelotes" en los periódicos. Seguro que Cano, Fernández y Crespí se levantan de sus tumbas y denuncian a mis biznietos por falsificar verdades y documentos. Como ya he dicho, así se escribe la Historia.
http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4272
viernes, noviembre 16, 2007
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