jueves, noviembre 15, 2007

German Yanke, Fascistaa y nazis

jueves 15 de noviembre de 2007
Fascistas y nazis
Germán Yanke
El asesinato de un joven en Madrid ha hecho saltar las alarmas sobre el auge y el radicalismo violento de grupos y personas de ideología fascista y nazi. Ahora se extreman las cautelas de cara al 20N y otras actividades anunciadas por esos grupos.
Es triste que haya tenido que ser un acto de esa gravedad el detonador de una actitud vigilante que debería haberse desplegado desde antaño ante y contra los enemigos de la libertad y de la democracia. Ésta no es un “estado natural”, sino el fruto de un esfuerzo ciudadano e institucional que olvidamos a menudo por pereza, por absurda complacencia (en España no hay extrema derecha) o por la injusta cortedad de miras de ciertas peleas políticas (la extrema derecha está en el PP, etc.). Muchos o pocos, ahí están, fuera de la legalidad y de lo razonable, pero en el sistema. Y a la bajeza de su ideología se une, como se ve, la violencia, que en ocasiones alcanza el asesinato premeditado.
Si resulta pasmoso que se autorice una manifestación “contra los inmigrantes”, es decir, contra seres humanos, más aún que el argumento sea la legalidad de algunos grupos convocantes de actividades como la citada. Una asociación legal, para empezar, no siempre actúa de acuerdo a la ley. Y, para terminar, si sus objetivos son claramente contrarios a la ley y a los principios del sistema democrático —más allá de la retórica de sus estatutos—, ahí está la Ley de Partidos para iniciar su proceso de ilegalización. Ha habido tanta tontería acomplejada en torno a los socios de ETA y sus distintas caretas que, demasiado a menudo, se ha pensado que las garantías del Estado de Derecho eran un privilegio de los criminales y sus secuaces y no un procedimiento para preservar la libertad y los derechos humanos.
La extrema derecha fascista o nazi ha dejado de ser en España un cierto peligro y se ha convertido en un peligro cierto con sus diversos tintes xenófobos o antisemitas. No se puede dejar de encarar el problema, y no sólo desde el necesario punto de vista de la investigación policial y de la celeridad de la Justicia, sino también desde la fundamental perspectiva de la defensa de la democracia y sus principios, es decir, desde la conciencia ciudadana. Revel explicó muy bien que la “tentación totalitaria” no es sólo la que atañe a los gobernantes, sino la que sufren, si no reaccionan, los propios ciudadanos, aquellos que no son conscientes de que las instituciones democráticas exigen, para poder disfrutarlas, el esfuerzo de todos.

http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=15/11/2007&name=german

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