miercoles 2 de julio de 2008
España, el español, los españoles
TOMÁS CUESTA
EL manifiesto en favor del español que ha impulsado un grupo de notables y suscitado una adhesión sobresaliente, ha sido acogido, por parte del Gobierno, con el despecho de un marido al que le han puesto los cuernos. Zapatero ya ha dejado entrever que sus autores han hinchado el perro y que el problema, si lo hay, es opinable; la crisis, relativa y la alarma social un simulacro de emergencia.¡Cuándo no es fiesta! El señor presidente y sus compinches periféricos se han ido por las ramas filológicas y pretenden amansar las aguas bravas represándolas en el ámbito académico. Que menudo papelón, dicho sea de paso, ha desempeñado la Academia limpiándole las botas al poder, tal cual le corresponde a la muy docta institución; o sea, con la lengua. La cosa es refugiarse en las mentiras sin matices y en las verdades vuelta y vuelta, ni demasiado crudas, ni demasiado hechas. Parlotear sobre los síntomas y no atajar la peste.
La lengua común -o sea, el español, los remilgos ofenden- no necesita que nadie la defienda; se defiende a sí misma de la embestida ciega de los liliputienses. Lo que se encuentra en riesgo es el común, el patrimonio inmenso que constituye nuestra herencia, el que han abaratado una cuadrilla de usureros. Lo que se extingue es el estado de derecho. Es el fantasma de la libertad, en resumidas cuentas, el que saca la lengua después del linchamiento. Nuestra lengua común se haya muy por encima de los que la torturan y de los que la vilipendian. El español es un billete hacia el futuro que atraviesa fronteras y sobrevuela océanos. España, sin embargo, pese a los fuegos de artificio, pese al rotundo sarpullido de las hazañas balompédicas, puede ser, de aquí a nada, letra muerta. Esa es la tragedia que intentan soslayar los que se acogen a la literalidad del manifiesto. Ahí es donde late el corazón de la tinieblas. Ahí es donde duele.
Colocar en la picota los vergonzosos atropellos que se perpetran a diario en el nombre del verbo, es una noble empresa y bienvenidos sean aquellos que se suman a los que llevan décadas clamando en el desierto. Nunca es tarde si la dicha llega y ha llegado la hora de amartillar los argumentos y apretar el gatillo dialéctico. Sin circunloquios, sin amagos, sin sacarina, sin pamemas. «Par délicattese j´ai perdu ma vie...», dejó escrito Rimbaud desde el torreón del genio. ¿Habremos de perder esta batalla por hacer uso -y abuso- de la delicadeza? «Al pa, pa i al vi, vi», pregonaba el difunto Eduardo Tarragona con el acento montaraz que se gastan en Lérida. Las cosas claras y el chocolate espeso. Resistir, a la postre, es insistir. Y volver a insistir. E insistir de nuevo. Así que insistiremos. Si el español se ve menoscabado es porque España está contra las cuerdas. Es porque hay territorios en los que la Carta Magna es una Carta Mínima devuelta al remitente. Es porque hay españoles que cumplen con la ley y la ley, sin embargo, no cumple con ellos. Es porque hay españoles que tienen que elegir entre la rendición sin condiciones y la celda de aislamiento. Es porque hay españoles que han de serlo a medias por no acatar los dogmas de la Santa Madre Aldea.
Acudir al rescate de la lengua común es negarse a pasar por el desolladero. Es soportar el coro de las «naciones oprimidas» interpretando a voz en cuello la eterna cantinela. ¡Pero si el castellano -gimen- es una fortaleza y no hay manera humana de conseguir hincarle el diente! (Ellos sabrán, que se han quedado sin colmillos -y sin muelas del juicio- en el intento). Y que nos den la murga con la historieta del pez grande que se zampa al pequeño. Y que remuevan el mondongo del secular resentimiento. Y que les corten un traje a la medida a los fachas de estreno con el pellejo que arrancaron a los fachas de siempre. ¿Qué dirán si aparece el nuevo manifiesto que muchos tienen ya en la punta de la lengua? «En defensa de la libertad». La libertad a bocajarro y sin ningún aditamento.
http://www.abc.es/20080702/opinion-firmas/espana-espanol-espanoles_200807020248.html
miércoles, julio 02, 2008
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1 comentario:
Magnífico, excelente.
Muchísimas gracias.
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