martes, julio 29, 2008

Actitudes frente al castellano

miercoles 29 de julio de 2008
Actitudes frente al castellano
Disminuir tamaño del textoAumentar tamaño del texto Miércoles, 30-07-08
EL tripartito catalán aprobó ayer -con la oposición de Iniciativa por Cataluña, que critica el tratamiento dado a los centros concertados- el proyecto de Ley de Educación, en el que consagra la marginación del castellano en la enseñanza y en la administración educativa. El texto implanta un monolingüismo real en el sistema educativo de Cataluña, pese a declarar que su objetivo es garantizar «el pleno dominio de las lenguas catalana y castellana al finalizar la enseñanza obligatoria». Las medidas concretas que prevé el proyecto de ley, promovidas por Esquerra Republicana y apoyadas por los socialistas, tienden efectivamente a una inmersión del alumnado, el profesorado y la administración de los centros en el uso excluyente del catalán. Esta lengua se reconoce como la «vehicular» del sistema de educación, y deberá ser la normal en «las actividades orales y escritas, el material didáctico y los libros de texto». El uso del castellano se equipara al dispensado para la enseñanza de una lengua extranjera. Esta ley excluye definitivamente la educación en castellano, lengua a la que los padres sólo tendrán derecho para sus hijos en el primer curso de la escolarización básica o del segundo ciclo de educación infantil, cuando se trate de su lengua habitual.
Las protestas de grupos ciudadanos por el bilingüismo y los pronunciamientos de los tribunales de justicia en contra de la postergación del castellano ven confirmados sus motivos en este proyecto de ley, que introduce en la educación de los niños y jóvenes en Cataluña una estrategia política de inmersión no ya lingüística, sino nacionalista, de la mano de un presidente socialista. Hay que recordar la reciente resolución del Tribunal Superior de Cataluña que confirmaba que cerca del 90 por ciento de los colegios catalanes no imparte la tercera hora de castellano, y el 50 por ciento ni siquiera la segunda. Por tanto, al despropósito político, educativo y social de empobrecer a la sociedad catalana, con la expulsión real del castellano de su sistema de enseñanza, se une la ilegalidad y la inconstitucionalidad de una estrategia que no respeta la oficialidad del castellano. No en vano el tripartito ha presentado este proyecto de ley como un desarrollo del nuevo estatuto, que sigue sin ser juzgado a la luz de la Constitución por el Tribunal Constitucional.
Frente a esta actitud hostil del tripartito frente al castellano -complementada por la complicidad del Gobierno de Rodríguez Zapatero-, el Partido Popular reiteró ayer su respaldo al castellano como lengua oficial de España. Lo hizo en San Millán de la Cogolla, donde Mariano Rajoy mantuvo un encuentro con los líderes autonómicos de su partido. El lugar no podía ser más propicio para una declaración de apoyo al castellano y al bilingüismo instaurado por la Constitución de 1978. La cuestión lingüística ha adquirido una dimensión política que el principal partido de la oposición debe incorporar a su labor de control al Gobierno, sin dramatismos ni discursos extremos, pero con la convicción de que detrás de la marginación del castellano hay una estrategia muy definida de diluir las señas de identidad comunes a Cataluña y al resto de España, como instrumento para la implantación de la excepción confederal que persigue el nuevo Estatuto catalán. Prueba de esta finalidad es que la enseñanza del catalán se erige en detrimento -y no en paralelo- a la del castellano, como si esta lengua fuera un producto de importación y no un elemento histórico y estructural de la cultura catalana.
La aquiescencia de Rodríguez Zapatero a la política lingüística del tripartito catalán lo hace corresponsable de sus consecuencias sociales, al margen de las valoraciones legales que hagan los tribunales, pero también emplaza al PP a tomar iniciativas que den contenido a sus pronunciamientos solemnes sobre la defensa de la lengua común de todos los españoles, porque están en juego el derecho de los españoles a aprender castellano y la libertad de utilizarlo en cualquier punto del territorio nacional.

http://www.abc.es/20080730/opinion-editorial/actitudes-frente-castellano-20080730.html

No hay comentarios: