jueves, julio 03, 2008

Jose Melendez, El exito del futbol tapa la crisis

jueves 3 de julio de 2008
El éxito del fútbol tapa la crisis

José Meléndez

L A selección española de fútbol ha logrado una hazaña cuyas dimensiones se retratan en la inmensa oleada de entusiasmo que ha levantado y que ha sido como un bálsamo para este país maltrecho y cariacontecido que ha aparcado sus preocupaciones para celebrar a lo grande un triunfo que se nos negaba en los últimos 44 años. La inmensa marea de banderas rojo y gualda ondeando sobre multitudes exultantes ha inundado todas las calles de España. El gol de Torres ha pasado ya a la historia, como el de Marcelino en el Bernabeu a la Unión Soviética, a Yasin, (el mejor portero del mundo se debió pasar varios años tratando de saber por donde le entró ese balón), el de Zarra en Brasil en la primera victoria española sobre Inglaterra, inventora del fútbol o los dos de Sesúmaga a Italia en Amberes que fueron la carta de presentación internacional de la furia española, que ahora llaman “furia roja” como llaman “la roja” a la selección nacional que durante un siglo ha sido y sigue siendo la selección española. En los tiempos que corremos, donde la propaganda tiene un lugar preeminente, no sería de extrañar que se trate de otra manipulación rubalcanesca. O de esos radicales recalcitrantes, poseídos por un nacionalismo aldeano y hortera, que han debido tragar inmensas cantidades de bilis viendo la odiada bandera cobijando el entusiasmo de toda España.

Porque el recibimiento del pueblo sano y sin prejuicios ha estado a la altura de la gesta. La plaza de Colón en Madrid fue un emocionante exponente de cómo sabe vibrar la gente cuando se les brindan auténticos premios. Y de ese recibimiento, quiero destacar las palabras de Xavi Hernández, un catalán de pura cepa, que ha sido elegido mejor jugador del campeonato de Europa por las espléndidas lecciones de fútbol que ha dado a lo largo de la competición. Xavi Hernández cerró sus frases de emoción y agradecimiento con un viva a España que habrá sentado a los Montilla, Artur Mas, Puigcercós y su presidente Joan Porta como una patada en un sitio extremadamente sensible.

En un artículo pasado me referí a otro Porta, Pablo de nombre y presidente de la Federación Española de Fútbol que decía que Miguel Muñoz, a la sazón seleccionador nacional, tenía una flor en el culo porque todo le salía bien. A Zapatero le debe ocurrir lo mismo, porque este triunfo ha venido en un momento en el que ya se le han acabado los sinónimos de la palabra “crisis”. Pedro Solbes, su más leal eco en reñida competencia con Pepiño Blanco, ha terminado reconociendo que terminaremos el año con un crecimiento por debajo del 0.3 por ciento, que la inflación llegará al 6 por ciento y el que el desempleo superará el 11 por ciento al que casi ha llegado ya.
Ante esa avalancha de datos negativos, todo lo que le ocurre decir a nuestro presidente es que el concepto de crisis es opinable. Y como ya dijo en otra ocasión que el concepto de nación es discutible, tenemos una idea bastante exacta del laberinto en el que el hombre se encuentra metido y en el que nos ha metido a todos.

Pero Zapatero practica el lema de que no hay mal que por bien no venga y desde el primer momento en que vio el estallido de júbilo del estadio vienés cuando Casillas levantaba la copa de Europa, decidió aprovecharse del éxito en beneficio propio. Se colgó la bufanda bicolor al cuello y declaró que el triunfo de España se produce por primera vez en la actual democracia (también el triunfo anterior de 1.964 se produjo en la época franquista) y su vicepresidenta Maria Teresa Fernández de la Vega soltó la gilipollez de que el éxito de “la roja” es el triunfo de la unidad de España. Mire usted, no. El éxito de España se ha debido a 23 muchachos que saben jugar al fútbol como los ángeles, que unen la técnica con la garra, el espíritu de sacrificio y el compañerismo que requiere un juego de equipo y de un entrenador que ha sabido conjuntarlos y guiarlos. La unidad de España en la celebración del triunfo español la ha puesto la gente en la calle con su entusiasmo sano y sin prejuicios, que no sabe de modelos territoriales asimétricos ni de pluralismos nacionales. Pero la política es así Se aprovecha todo lo que se puede y sirva a su causa. Desde entonces no ha habido un solo dirigente socialista que no comience una actuación pública sin el brindis al sol de la felicitación a la selección que ha obrado el milagro de que, al menos por unos días, el desempleado olvide sus penas, el ama de casa se desespere en la compra, las familias teman perder sus casas por no poder pagar las hipotecas y todo el que no sea un privilegiado o un enchufado se vuelva loco haciendo cuentas para poder llegar a fin de mes. A Zapatero ya no le vale poder blasonar de que España superó a Italia en el PIB, porque lo que de verdad le ha importado a la gente son los dos penaltis que Casillas paró a los italianos.

Pero por desgracia esta euforia pasará y volverá la triste realidad de una crisis económica que se está convirtiendo a pasos agigantados en recesión porque ya no tenemos el escudo del superávit ni una política económica congruente para hacer frente a la amenaza ni energías alternativas para poder librarnos del dogal que representa el cada vez mas caro precio del petróleo.

Disfrutemos de las vacaciones con el recuerdo dulce del triunfo español, que ya vendrá el invierno a despertarnos.


http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4710

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