No llores Boabdil, que Granada sigue siendo tuya

lunes 21 de enero de 2008
No llores, Boabdil, que Granada sigue siendo tuya

Rafael González Rojas (Elsemanaldigital.com)

M ARTÍN FERRAND ha escrito en ABC un artículo terrible contra Mariano Rajoy. ¿Qué le habrá pasado esta vez al Fray Gerundio del periodismo español para arremeter tan despiadadamente contra el PP y su líder? ¿Qué le habrán negado en Génova? ¿Por qué se habrá tomado tan a pecho la decisión de Mariano Rajoy de no colocar en las listas electorales a Alberto Ruiz-Gallardón? Algo le va en ello. No se puede escribir tan enfadado. El suicidio de Rajoy titula su artículo. Veamos un ramillete de improperios. Dice que Rajoy, en vez de pegarse un tiro (más o menos) o hacerse anacoreta (más o menos también) "ha decidido llevarse por delante lo que queda del PP y, como en un remedo del Prestige, se le ve en la popa, hundiéndose con el barco que capitanea y fumándose el cigarro -¿un «Rey del Mundo»?- de la irresponsabilidad".

Dice también el articulista de ABC: Rajoy "se ha hecho el haraquiri con una catana de gomaespuma y, al tiempo, ha dejado al PP tan inservible, tan deteriorado en su contemplación centrista y tan entregado al oportunismo, que -ojalá me equivoque- ha sentado las bases para que, en el mejor de los casos, José Luis Rodríguez Zapatero se mantenga en La Moncloa hasta 2016". Y todavía más: "El PP ha quedado inservible y Rajoy, descalificado después de su chusco suicidio". Y para remate: "Siete alcaldes en las listas del PP para el Congreso certifican la perversión que ha borrado del mapa a Alberto Ruiz-Gallardón." Muy astutamente, nada dice del fichaje de Manuel Pizarro. Por lo que pueda ocurrir.

Que yo sepa, Alberto Ruiz-Gallardón no ha sido borrado de ningún mapa. Ahí sigue, de alcalde, un gran alcalde, de la capital de España. Ahí es nada. Ha sido presidente, un gran presidente, de la Comunidad Autónoma de Madrid. Y sólo tiene 49 años. Goza de grandes simpatías. Mucha gente ven en él la encarnación de una derecha ilustrada en la que se sentirían cómodos todos aquellos a los que los radicalismos de uno u otro signo le producen urticaria. Claro está que hay aspectos o actitudes de Gallardón que provocan reticencia en mucha gente, y de los cuales, a mi parecer, su propio padre le advertiría; pero de ahí a presentarlo, unos, como un político de ilimitada ambición, capaz de pisotear sus propios principios, o víctima, otros, como este Ferrán Martínez del siglo XXI, de una perversión que le ha borrado del mapa político, va mucho trecho.

Alberto Ruiz-Gallardón sigue siendo un activo importante del PP. Salvo que él, con su victimismo, decida autoeliminarse. No es un Boabdil al que le arrebatan su Granada. La Granada de Alberto es Madrid, mucho más importante que aquella Granada zaherí. No llores, pues, que Granada sigue siendo tuya. Un político tiene que mostrar entereza en todo momento, en las duras y en las maduras. Y más cuando solo se tienen 49 años.

Por lo visto no lo ha entendido así Martín Ferrand. No es infrecuente en él incurrir en algún tipo de exageración. E incluso que se muestre muy osado. Como Pepiño Blanco, que se permitía recientemente darle lecciones de teología al mismísimo Papa, así, este Fray Gerundio de Campazas periodístico, zahería en una ocasión a la Conferencia Episcopal y le advertía de que si en los catecismos de los padres Ripalda y Astete los enemigos del alma eran mundo, demonio y carne, para la COPE y la Conferencia Episcopal ya no eran tales, sino Rajoy, Ruiz-Gallardón y el diario ABC. Eso lo decía después de que la Conferencia Episcopal le hubiese otorgado el Premio Bravo de periodismo, y después de haber disfrutado durante varios años en la COPE de unos sustanciosos estipendios por media hora de programa, tres veces a la semana, y por asistir como contertulio al programa La Linterna, que regía entonces Jiménez Losantos.

Pues ahora lo mismo. Si entonces le preguntaba a la Conferencia Episcopal si las Virtudes Cardinales seguían siendo prudencia, justicia, fortaleza y templanza, ahora se pregunta, puesto que el PP ha quedado inservible y Rajoy descalificado, si no será el momento de que surja "un nuevo PP -sólidamente refundado, inteligente y democráticamente regido y prudentemente desinsectado- o, en su caso, un partido sustituto capaz de enfrentarse al PSOE y ofrecerle a la Nación una vía de progreso y libertad".

Y se queda el tío tan tranquilo. Oyendo los acordes de la Marcha Real.

http://www.vistazoalaprensa.com/contraportada.asp?Id=1547