Ladron de Guevara, La lucha por los derechos

jueves 17 de enero de 2008
La lucha por los derechos

Ernesto Ladrón de Guevara

J USTO en la víspera de Navidad, Paco Caja, que es uno de nuestros referentes cívicos más representativos, defendió en el Parlamento Catalán una iniciativa legislativa popular firmada por cincuenta mil ciudadanos catalanes para que se respete el derecho de los padres a elegir el tipo de educación para sus hijos y para que esos padres puedan, en consecuencia, ejercer su legítimo derecho a decidir la lengua vehicular en la que se imparta la enseñanza a sus hijos. Es decir, el derecho a que la lengua materna sea la lengua en la que aprendan sus hijos, sin que nadie, por muy poder político que sea, suplante la voluntad de los padres; que es, ni más ni menos, lo que recomiendan organismos internacionales como la ONU, etc. Sin embargo, Zapatero, en la entrevista que le hizo P.J. Ramírez en el Mundo, no admite la existencia de ese derecho y tira balones fuera con respuestas a medio camino entre el absurdo, la demagogia sofista y la democracia deliberativa, que es lo mismo que ni sí ni no, ni todo lo contrario. Es decir el reconocimiento de que no existe verdad ni principio más allá del “como sea” del interés político del momento, sin ton ni son, sin píes ni cabeza.

El punto opuesto a la personalidad de Zapatero es el compatriota ilustrado D. Paco Caja, defensor de la dignidad de los ciudadananos, de sus libertades y derechos. Parece ser, según alguna noticia publicada, que podría ser el número cinco de la candidatura del PP en Barcelona, lo cual es una buena cosa tanto para el partido de Rajoy como para los ciudadanos que desesperamos al ver que el volk de los nacionalismos va progresivamente sustituyendo a los derechos de las gentes diluyendo sus prerrogativas constitucionales.

En el País Vasco un centenar de padres de alumnos impulsa una plataforma para oponerse al currículo vasco, ya que consideran que el decreto nacionalista cercena el derecho de los padres a elegir la lengua materna como vehículo del aprendizaje. Es decir, protestan, con todo el derecho y razón porque la lengua del quince por ciento de los hablantes vascos se impondrá al ochenta y cinco por ciento restante de los hablantes vascos que parlamentan en la lengua de sus antepasados, es decir, el castellano; o como prefiere decir D. Gregorio Salvador, ilustre vicepresidente de la RAE, en español, que es la lengua de cuatrocientos cincuenta millones de personas en el mundo.

Es curioso que el mismo argumento que sirvió para implantar las lenguas específicas de algunas comunidades autónomas, que es que los niños tienen derecho a aprender en la lengua materna, ahora no sirva para amparar la libertad y el requerimiento de naturaleza del universo de los alumnos de aprender en la lengua cervantina.

Es una buena noticia que la sociedad se organice para impedir abusos de derecho, o más bien transgresiones de derecho, pues un decreto no puede derogar una ley como la de Normalización del Uso del Euskera que preserva un sistema de modelos para que sea la lengua del entorno la que marque el sistema de aprendizaje en los centros educativos. Es una excelente noticia que haya sociedad civil, y que el despotismo de personajes que hacen abuso de un poder que le otorga un sistema institucional sea frenado desde la iniciativa popular. Y en ese sentido, es también una acción dignificante que tres parlamentarios del PP vasco presenten ante el Tribunal de Justicia del P.V. un recurso contra un decreto cuyo objeto es la formación del espíritu nacional, o, lo que es lo mismo, el adoctrinamiento. Sólo por ello el Partido Popular es merecedor de mi voto en las próximas elecciones, aunque hay muchas razones. Los motivos para hacerlo están en la entrevista a Zapatero en El Mundo. No hay más que leerla para tomar conciencia de la aberración que supone para los españoles el estar en las manos de un personaje de esta naturaleza, que deja a los ciudadanos españoles al pie de los caballos.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4392