Garcia Brera, Empresas mal gestionadas

viernes 11 de enero de 2008
Empresas mal gestionadas

Miguel Ángel García Brera

S IEMPRE me ha llamado la atención la proliferación de productoras dedicadas a vender su trabajo a las televisiones y la frecuencia creciente con que TVE ha venido acudiendo a ellas, mientras jubilaba a edad temprana, en sucesivos ERES, a miles de trabajadores de su plantilla, a costa de indemnizaciones y de endilgar a la Seguridad Social, de todos, pensiones que no tendría porque pagar hasta varios años más tarde. ¿Podría ser que TVE hubiera tenido en su plantilla miles de incompetentes, incapaces de utilizar los buenos estudios y platós que la empresa siempre ha tenido, para realizar programas que evitaran el gasto inmenso de comprar las producciones a terceros? Si fuera ajeno a esa Casa, podría creerlo, pero después de muchos años de pertenecer a esa empresa pública, en la que, aunque yo ingresé tras aprobar una oposición, no es menos cierto que había algunos paniaguados ingresados por el dedo de cada dirigente, no tengo la menor duda sobre la extraordinaria capacidad, el gran talento y la laboriosidad de los trabajadores y empleados; de tal modo que, de haber recibido el encargo, habría realizado maravillas y evitado la sangría de millones que se ha deslizado hacia productoras privadas, en gran parte formadas por gente lista, cercana a quienes deciden las compras. Y además no se hubiera hecho a tanta gente el trauma que suele suponer una jubilación anticipada. Y una vez más hay que acusar también la incoherencia, por un lado, de autorizar ese ERE y, por otro, de alentar e incentivar normativamente, con carácter general, la prórroga de la edad laboral hasta los 70 años. Sólo una muy mala gestión de los sucesivos responsables, explica lo sucedido.

Y esa mala gestión es para mi igualmente detectable en muchas Compañías Aéreas que, siendo públicas – las llamadas de Bandera – siempre necesitaron dinero del Estado para salvar su déficit, pese al alto coste de sus pasajes. Pensaba estas cosas el pasado martes, mientras tomaba notas en el desayuno de trabajo que, bajo la batuta de Open Comunicación, reunía a unos cuantos periodistas de las secciones de economía y de turismo, para escuchar a Maribel Rodríguez, Directora de Marketing y Ventas de Ryanair. Resulta que este 8 de Enero la citada Compañía ha abierto, con plazo hasta el día10, una oferta de dos millones de plazas al precio de 10 euros con tasas incluidas y a elegir entre 200 rutas. Todos los asistentes estábamos boquiabiertos ante semejante oferta, y cercamos a Maribel con toda suerte de preguntas sobre cómo era posible esa oferta o cuanto dinero pensaba perder Ryanair, o si esa “perdida” era tomada como inversión publicitaria, etc.etc. Pero, a cada pregunta, la directora de Marketing ofrecía una sorpresa mayor, siempre basando sus respuestas en que la Compañía tenía tan controlados y ajustados los costes, que no podía hablarse de pérdidas en ninguna de sus ofertas. Para pasmo de los asistentes, anunció que quien comprara cada una de las plazas de 10 euros, recibiría absolutamente gratis otro billete de ida y vuelta. Se preguntó, haciendo una pausa en la degustación de los churros y los croissant, si la constante subida de los carburantes no impedía cumplir lo ofertado y, sin inmutarse, la representante de Ryanair, manifestó que la gestión de la Compañía era tan adecuada que, ya desde ahora, anunciaba que ninguna subida de carburante hará variar ni esta oferta, ni, pasada la misma, los precios habituales, al menos hasta Marzo. Las previsiones de almacenamiento y compra de futuros de petróleo garantizaban lo que Maribel aseguraba. Y uno piensa, ¿Cómo es, entonces, que tantas Compañías Aéreas sufran tantos avatares económicos? ¿Estarán mal gestionadas? ¿Será que alguien se lleva el keroseno a casa?


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