domingo, mayo 07, 2006

Solbes tensa la amenaza de su dimision por Evo Morales

SE ENFRENTA A ZAPATERO

Pedro Solbes tensa la amenaza de su dimisión por Evo Morales
Elsemanaldigital.com

López Aguilar, primer socialista que desafía la autoridad de Blanco
El vicepresidente económico no entiende que los prejuicios ideológicos primen en la acción exterior de España sobre el interés nacional, que exigía firmeza en la grave crisis boliviana.

8 de mayo de 2006. La polémica por el decreto de nacionalización de los hidrocarburos del "amigo" de José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente de Bolivia, Evo Morales, está teniendo consecuencias en España que trascienden los perjuicios que amenazan a Repsol YPF, de tener que cumplir la orden de entregar toda su producción a la compañía estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.No es ni mucho menos el primer desencuentro entre el vicepresidente económico, Pedro Solbes, y el presidente del Gobierno, pero el lío de las nacionalizaciones de Evo ha abierto una nueva fractura en una relación ya de por sí deteriorada y ha servido de último pretexto para que Solbes tense la cuerda de su vieja amenaza de dimisión.La reacción pública de Zapatero y de Solbes ha traslucido matices que se convierten en diferencias abismales de puertas hacia adentro en lo que afecta a la estrategia de respuesta del Gobierno a la afrenta del líder indigenista. El vicepresidente está con las empresas españolas y no ve lugar a que por encima de la defensa de sus necesidades primen otras cuestiones. Así lo ha dicho donde tenía que decirlo, cansado ya de que -como reconocen personas de su entorno- los prejuicios ideológicos sean la guía de la política exterior del Ejecutivo, "aun a costa del interés nacional".La tibia reacción inicial -la llamada al encargado de negocios en lugar de al embajador y el ofrecer la otra mejilla bajo el formato de esa mano tendida al diálogo que tanto le gusta exhibir a Zapatero- colmaron la paciencia del vicepresidente, al que la primera respuesta del ministro de Industria, José Montilla, terminó de sacar de sus casillas. Los ánimos están bastante crispados, aunque de cara a la galería todavía se mantengan las formas. "El vaso ya se llenó hace tiempo y ahora lo que está es rebosando", comenta con ironía una persona cercana a Solbes.

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