miercoles 31 de mayo de 2006
Es el principio del fin, pero de España
Ismael Medina
H A llegado lo que se esperaba y negociaba entre el P(SOE) y los separatismos desde hacía largo tiempo. Aún desde antes que Rodríguez accediera al poder "por accidente". Por el sangriento "accidente" del 11 de marzo. ¿Desde cuándo? Ahora que el escaso periodismo no comprometido ha echado mano de las hemerotecas puede afirmarse que desde los tiempos del transaccionismo democratizador, cuando sus trajineros asumieron los compromisos anteriores de la izquierda y de los secesionismos por una doble vía: la inclusión en el texto constitucional del espúrio y sovietizador término "nacionalidades", ligado a la bomba de relojería del Título VIII; y el desaforado apremio en promulgar una ley de amnistía cuyos más notorios beneficiarios fueron los criminales etarras encarcelados y, en particular, quienes, por cuenta de una oscura inducción política, cometieron el magnicidio del 23 de diciembre de 1973. E incluso habríamos de remontarnos a la conspiración de Munich en la que todos los partidos que luego participarían en el transaccionismo supuestamente democratizador se comprometieron a restablecer los Estatutos de Cataluña y Vascongadas aún antes de que, con la desaparición del Estado Nacional de Franco, se promulgara una Constitución. Sucedió en 1962, a iniciativa de la Internacional Democristiana que en aquel momento presidía un miembro de la masonería. Encuentro en el que participaron representantes del los separatismos catalán y vascongado, los cuales amparaban sus respectivos brazos armados, Terra Lliure y ETA, ésta última nacida en 1959 en la Universidad de Deusto entre jóvenes de la burguesía amamantados en las ubres ponzoñosas del PNV. CRONOLOGÍA DE LAS TREGUAS TRAMPA DE ETA TAMBIÉN el actual "alto el fuego permanente" de ETA encierra demasiadas novedades. Conviene parar la atención en la cronología de sus treguas trampa desde la primera en 1988. La tomo de mano ajena: - 29 de enero de 1988.- Por primera vez en su historia, ETA ofrece al Gobierno una tregua de 60 días si se reanudan las negociaciones entabladas hace más de un año en Argel. El Gobierno no responde. - 15 de febrero de 1988.- ETA reitera su oferta para una tregua de 60 días al no haberse producido una respuesta por parte del Gobierno. No se materializa. - 2 de noviembre de 1988.- ETA ofrece, en los mismos términos, un cese de hostilidades de 60 días. Una vez más no se llega a producir. - 8 de enero de 1989.- ETA declara una tregua de dos semanas coincidiendo con la reanudación de las conversaciones de Argel. - 22 de enero de 1989.- La organización terrorista prorroga la tregua otros dos meses. Prosiguen las conversaciones entre representantes de la banda y del Gobierno. - 27 de marzo de 1989.- ETA anuncia una segunda prórroga de la tregua "en la acción armada" hasta el siguiente 24 de junio. - 4 de abril de 1989.- Fracasan las conversaciones de Argel y ETA anuncia el fin de la tregua. - 8 de diciembre de 1991.- ETA se muestra dispuesta a una tregua de dos meses, "si el Gobierno español da ciertas garantías" y asegura que "llegó a apalabrarse un punto de distensión de dos meses por mutuo acuerdo". - 10 de julio de 1992.- ETA ofrece nuevamente una tregua de dos meses condicionada al inicio de "una nueva fase de contactos oficiales en un país neutral". - 26 de abril de 1995.- La organización terrorista presenta su Alternativa Democrática como una oferta para la pacificación del País Vasco. - 23 de junio de 1996.- ETA declara una tregua de una semana y ofrece al nuevo Gobierno del PP negociar una salida al conflicto, aunque mantenía secuestrado al funcionario José Antonio Ortega Lara. El Gobierno no responde a dicho llamamiento. - 20 de noviembre de 1997.- ETA anuncia que "suspende todas las acciones previstas en lo que ellos vienen a llamar el "frente de las cárceles". - 23 de junio de 1998.- ETA anuncia el fin de la "tregua unilateral" que mantenía con la Ertzaintza que supuestamente había comenzado seis meses antes ante las intervenciones de la Policía autonómica, en una de las cuales murió la etarra Inazia Zeberio. - 16 de septiembre de 1998.- La banda terrorista anuncia una tregua "unilateral e indefinida" que comenzaría dos días después. Cuatro días antes se había firmado la Declaración de Lizarra". - 28 de noviembre de 1999.- Un comunicado de ETA anuncia el final del alto el fuego y marca el 3 de diciembre como fecha para la reanudación de sus operaciones. -18 de febrero de 2004.- A un mes de la celebración de elecciones generales, la banda anuncia una tregua limitada al territorio de Cataluña. No creo necesario ahondar en lo que sucedió para avanzar unas mínimas conclusiones: - El escaso valor que ahora pueda otorgarse al que ETA define como "alto el fuego permanente", el cual equivale en términos objetivos al "indefinido" de anteriores ocasiones. Más apropiado hubiera sido en uno y otro caso escribir que por plazo indeterminado. Permanente, o popularmente "permanén", era una forma de peinado femenino de duración limitada que hizo furor en los años 30 y dio pie a una canción de la que entresaco: "Anda y que te ondulen con la permanén/ que lo que es a mí no ha nacido quién". Se lo pudo cantar Rajoy a Rodríguez en la pantomima parlamentaria del jueves. Pero la derecha siempre es prisionera de una suicida corrección en las formas. De alto el fuego definitivo, que pedía el portavoz de la Conferencia Episcopal, nada de nada. - Tregua o alto el fuego son la misma cosa. ETA cambia las palabras. Pero no el concepto. Sus grupos de bandidos permanecerán aparentemente inactivos en tanto el gobierno Rodríguez avance en el cumplimiento de los pactos establecidos, a los que obedece su anuncio de tregua. Los anteriores "alto el fuego" quebraron cuando los gobiernos socialistas no estaban en condiciones de satisfacer las exigencias máximas de ETA o cuando los de Aznar se negaron en redondo al trágala de concesiones políticas a cambio de una falsa paz. Lo reconoció ETA en su plataforma mediática "Gara" en vísperas del anuncio de este nuevo alto el fuego. Un aviso a Rodríguez de que no admitiría regateos en lo ya acordado. - Si la anterior cronología de las treguas se coteja con la correspondiente a las oleadas criminales del bandidaje nacionalista, aparece evidente que las de una cierta duración las aprovechó ETA para rearmarse y recomponer su estructura criminal. Y el PNV para conseguir nuevas concesiones del Estado. - La proclividad a negociar con ETA ha sido una constante en los gobiernos socialistas. Pero a Felipe González le faltó la alta dosis de arbitrismo de que hace gala Rodríguez para avenirse a las exigencias maximalistas de ETA. Fracasó, por burda, la presión contraterrorista de los GAL. Las instituciones vertebradotas del Estado no estaban desmanteladas e infiltradas como ahora. Y tampoco había una sociedad anestesiada por un 11-M como ahora. Existía por el contrario una disuasoria y activa reacción social contra el terrorismo. Es palpable, en definitiva, que el consorcio PNV-EA-HB-ETA se siente ahora más fuerte que nunca y en condiciones óptimas para imponer condiciones y conseguir sus propósitos. EL ANTECEDENTE DE LOS ACUERDOS DE PERPIÑÁN ETA estaba contra las cuerdas cuando se registró el "accidente político" del 11 de marzo en Madrid. La había acorralado y en gran medida desmantelado una acción policial enérgica en la que Francia colaboraba de manera enérgica por primera vez en muchos años. Su "santuario" galo se veía acosado y algún otro del área islámica había desaparecido. Aunque a regañadientes, el P(SOE) se sumó a la Ley de Partidos y el Pacto Antiterrorista. No podía escabullirse pese a que el cuerpo le pedía lo contrario. Pero pervivían las viejas tentaciones federalistas bajo ese forzado compromiso que perseguía el aislamiento político de los bandoleros etarras y sus derrotas sin paliativos. Pero los bajos fondos del PSE y del PSC, burlando el compromiso, tendían puentes subterráneos con los partidos nacionalistas bajo la mirada benevolente de la secretaría general del P(SOE), la cual no lograba disimular su actitud reticente hacia el gobierno Aznar en materia antiterrorista. Y en esas se destapó el pastel de la reunión de dos dirigentes de ERC, firmes aliados de Maragall, con Ternera en Perpiñán. O para mayor exactitud, según mis referencias, en la sede del CIANAMEN, ubicado en la vecina abadía de San Martín de Cuixá. Encuentro en el que participaron otros seis misteriosos personajes, tres franceses y tres españoles. Siempre me ha llamado la atención la impunidad de que gozaba el terrorista Ternera durante estos dos últimos años pese a que sus movimientos estaban controlados por las policías a ambos lados de los Pirineos. De Ternera se ha dicho en los últimos dos años que cumplía el papel de intermediario en las "negociaciones de paz" emprendidas por el gobierno Rodríguez nada más instalarse en el poder. Negociaciones subrepticias que exigieron la ruptura unilateral de los compromisos contraídos en el Pacto Antiterrorista y la Ley de Partidos. ¿De qué se trató realmente en la reunión de Perpiñán? Los acontecimientos posteriores parecen confirmar las iniciales sospechas de que se fue harto más allá de acordar la tregua en virtud de la cual ETA se comprometía a no atentar en territorio catalán ni contra políticos "demócratas". ERC, en representación de sus socios, y ETA, portavoz del conglomerado "arbetzale", acordaron un operativo conjunto para "desestabilizar el Estado español". Se había establecido un mecanismo estable de comunicación permanente con la dirección del bandolerismo etarra, en paralelo con la existente a través de los batasunos, asumida por PSE y PSC. ¿A quienes representaban realmente aquellos tres misteriosos personajes llegados de España y sin ostensibles vinculaciones partitocráticas? ¿Acaso habría de buscarse una conexión entre ellos y quienes, según se conocería después del sangriento "accidente" del 11 de marzo, facilitaron y encubrieron el acceso de ETA a la dinamita de la burda "trama asturiana"? Dos interrogantes que todavía no tienen una respuesta precisa y cuyo esclarecimiento podría tener consecuencias explosivas. EL ESTATUTO DE CATALUÑA ES EL SOPORTE DEL "PACTO DE PAZ" ENTRE EL GOBIERNO Y ETA NO puede atribuirse a la casualidad que el anuncio del "alto el fuego permanente" se haya producido un día después de que la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados aprobara el Estatuto de Cataluña que Rodríguez patrocinó sin ambages desde su inicio por el tripartito. Cualquier lector del comunicado de ETA, aún de corta inteligencia, puede discernir que los objetivos declarados en el documento coinciden, referidos a "Euskal Herría", con los exigidos y ya satisfechos del secesionismo catalanista. Está tan claro que no cabe atribuir a torpeza, sí a parcialidad y subordinación de los políticos y comentaristas que hacen suya y jalean desde los medios afines la consigna de que se ha abierto una consistente "esperanza de paz". Invito a los lectores de Vistazo a la Prensa a que examinen con detenimiento el comunicado de ETA y lo cotejen con el leído por el batasuno Barreda en la conferencia de prensa al otro lado de los Pirineos y con la enfática declaración institucional de Ibarreche. No sólo comprobarán una plena identidad de objetivos maximalistas hacia la independencia. También que constituyen un reflejo fiel del contenido y tramitación del Estatuto de Cataluña, incluido el referendum restringido a su específico territorio taifal. Escuché con atención el breve parlamento de Barrena y puedo atestiguar que incluyó el término "nación" para referirse al sueño imperial de Euskal Herría. Verde y con asas. LA PUESTA EN ESCENA DE UNA SÓRDIDA CLAUDICACIÓN NO merecen el más mínimo interés las intervenciones de Rodríguez en el Congreso. Evanescente palabrería encubridora en el hemiciclo en su respuesta a Rajoy, después que Llamazares actuara de telonero y dijera a las claras lo que el presidente del desgobierno escamoteaba. Llamazares había aprendido bien la lección en su no distante entrevista con Rodríguez quien pudo ahorrarse la posterior y tan anunciada "declaración institucional". Pretendió dar consistencia a la vacuidad. Los hueros estrambotes son lo suyo. Fuentes moncloacas difundieron que Rodríguez había anticipado la noticia a Rajoy e Ibarreche antes de que se difundiera el comunicado de ETA. Aunque lo esperara por lógica percepción de lo que aconteció durante las semanas precedentes, Rajoy estaba en la inopia. Pero no Ibarreche que durante el largo periodo de negociaciones subrepticias ha actuado de muñidor y estaba al tanto de todo a través de Otegui. Se arguyó que Rodríguez fue informado anticipadamente por el CNI. ¿Tiene el CNI agentes infiltrados en el conglomerado Batasuna-ETA o cumplió el papel de brazo negociador del gobierno, al menos en su fase resolutiva? Otro que estaba en el secreto de las negociaciones era el Fiscal General del Estado, cuyas actuaciones me traen a la memoria, acaso desenfocadas, las de aquellos fiscales de la República Popular, convertidos en comisarios políticos de partido en el ámbito de una Justicia desarbolada y prostituida en la que la infiltración masónica jugó un papel decisorio. Recojo del comunicado de la banda terrorista: "ETA hace un llamamiento a las autoridades de España y Francia para que respondan de manera positiva a esta nueva situación, dejando a un lado la represión". Ibarreche ha sido más eufémico: exigió la "desaparición plena y definitiva de todas las acciones y manifestaciones de violencia" y demandó "con firmeza, el respeto de los derechos humanos y las libertades de todas las personas". También, por supuesto, de los pobres terroristas encarcelados injustamente y de los ahora víctimas de la impiedad del Tribunal Supremo y de determinados jueces, en particular Grande Marlaska. Harto más contundente y fiel a lo pactado fue Barrena, quien exigió "desactivar todas las medidas represivas y de condicionamiento de la actividad política". No es necesario recordar la cerrada oposición de Conde Pumpido a la decisión del Tribunal Supremo de acumulación de penas para impedir que los más sanguinarios bandoleros de ETA salieran de prisión en los próximos años. Tampoco las órdenes a los fiscales para coartar la resoluciones de los magistrados reacios a someter sus decisiones a las componendas del gobierno Rodríguez en sus negociaciones con ETA, amén de otras interferencias de marcado carácter político, como la remoción fulminante del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Fungairiño, enérgico baluarte frente el terrorismo. No perdió un minuto el Fiscal General de Rodríguez para ratificar esa ejecutoria ante los micrófonos, ¿cómo no?, de la polanquera cadena SER. Dijo en relación con el comunicado de ETA y los procedimientos iniciados por el magistrado Grande Marlaska que pedirá a sus fiscales subordinados que "valoren efectivamente lo que la nueva situación puede tener de incidencia, sobre todo cuando se trata de medidas de carácter cautelar, no de decisiones definitivas". Y en cuanto a la prisión de Otegui, perseguida a todas luces `por ese mismo magistrado, sostuvo Conde Pumpido que "merece una reflexión serena desde la perspectiva de las nuevas circunstancias en que nos encontramos". ¿Ha sufrido el Fiscal General un acceso de piedad al conocer el muy oportuno resfriado, derivado en pulmonía, que aquejó a Otegui en víspera del comunicado de ETA cuyo contenido y fecha de publicación conocía de sobra, dada su condición de intermediario en el pacto-tregua? Conde Pumpido, no cabe duda, tiene un espíritu muy sensible, especialmente cuando se trata de los padecimientos de los pobres etarras. Esos que, según Baltasar Garzón, de retorno al escenario, se beneficiarán de "una aproximación importante" en "próximas fechas". Garzón reconoce que Rodríguez también ha hecho suya en el curso de las negociaciones con ETA esta otra de las exigencias peneuvistas, batasunas y terroristas. LA EXISTENCIA DE ESPAÑA CONVERTIDA EN MONEDA DE CAMBIO UNO de los compromisos contraídos por ERC y ETA en la tenida de Perpiñán, insisto, fue la de colaborar activamente para "desestabilizar el Estado español". ¿Fue casualidad que esa desestabilización se produjera de manera brutal el 11 de marzo de 2004? Lo sugieren, cuando menos, las revelaciones del periodismo de investigación. Llegado al poder a causa de ese "accidente", Rodríguez hizo suyo el proceso anticonstitucional y desestabilizador del Estatuto de Cataluña, votado con ovejuna disciplina pesebrera incluso por quienes, como Guerra, Ibarra o Bono habían alardeado de impedir tamaño disparate. El pactado "alto el fuego permanente" con el conjunto del secesionismo vascongado (nada de renunciar a las armas ni de entregarlas), es el inicio de otro proceso para la "nación" vascongada parejo al de Cataluña. Y ya el gobierno de Galicia, presidido por un socialista y apoyado por BNG, gemelo de ERC, prepara los trastos con el concurso de Rodríguez, para un Estatuto que reconozca la "nación" gallega". ¿Cuál será la siguiente? ¿Acaso Andalucía? El Partido Popular cometió una pifia descomunal con el Estatuto valenciano. No cayó en la cuenta de que al tomar esa iniciativa para defenderse del anexionismo catalanista creaba el precedente deseado por Rodríguez y el secesionismo catalán para montar el trágala del Estatuto de Cataluña en la Comisión Constitucional. ¿O acaso opera en el Partido Popular desde algún armario la misma mano oculta que mueve los hilos en el proscenio de la Moncloa y en la tramoya del P(SOE? Rodríguez y su coro han cantado que el "alto el fuego permanente" de ETA configura el principio del fin de la amenaza terrorista. Pero a lo que realmente asistimos es al principio del fin de España. Ojalá me equivoque, pero si el imperio español se extinguió bajo un Borbón, es presumible, a la luz del acontecer descrito, que también la unidad de España y su existencia como nación fenezcan bajo otro Borbón.
martes, mayo 30, 2006
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