Delincuencia importada

Palique

Delincuencia importada
Santi Lucas


1 de junio de 2006. Fue decir Ángel Acebes en el Pleno del Congreso de los Diputados que nuestro país es un coladero para la inmigración ilegal y que eso redunda de forma muy negativa y constatable en la seguridad de todos los españoles por la proliferación de las bandas de delincuentes, y caerle encima de inmediato un alud impío de críticas y descalificaciones provenientes del partido socialista y de su órbita y nómina pseudointelectual. Tal vez, la marca de la necedad la ha batido el inefable Pepiño Blanco con aquello del valor para mirar a los ojos al personal doméstico habiéndoles acusado antes de ser unos criminales. Al dirigente socialista lo único que le interesaba en este caso era enredar los conceptos, imputar una falsa asociación de ideas y concluir sin despeinarse con la acusación de xenofobia y racismo al secretario general del PP. Reproche que después han repicado fielmente sus compañeros de partido en todas partes. En realidad, se trata de una burda estratagema que este personaje emplea a menudo buscando únicamente el titular de prensa y despreciando con tintes olímpicos cualquier reflexión juiciosa o un mínimo respeto a la verdad.Nadie que no sea un tarado podrá afirmar nunca que inmigración es igual a delincuencia en España. Son millones ya los extranjeros que trabajan entre nosotros y entre los que los índices de delincuencia no se diferencian del común de compatriotas. Pero nadie que pueda ser tomado en serio y responsable podrá negar que hay una relación, no estrecha sino directa, entre la inmigración ilegal y la criminalidad registrada sobre vidas y haciendas y agravada escandalosamente en los últimos tiempos sembrando una auténtica alarma social. Lo confirman todos los datos sobre el origen nacional de los delincuentes. El Fiscal Jefe de Madrid, Manuel Moix, lo bautiza en una entrevista como la "delincuencia importada" y dice que el 99% de los detenidos son extranjeros. Hasta el ministro del Interior, Pérez Rubalcaba, ha declarado que "por donde entran los inmigrantes que quieren trabajo entran los que quieren delinquir".La inmigración irregular es uno de los problemas fundamentales de España al que el gobierno de Rodríguez Zapatero no presta una atención eficaz más allá de la propaganda y de una dramática impotencia. Es más sencillo sin duda desacreditar con toda frescura a los que delatan la ineficacia oficial y la demagogia institucionalizada en esta materia.