jueves 1 de junio de 2006
Ejército español
Misión en el Congo
GEES
A España no se le ha perdido nada en el Congo. La participación española en esta arriesgada misión es una muestra más de nuestra subordinación a París.
La Comisión de Defensa aprobó ayer el envío de un contingente de 120 legionarios al Congo. Los soldados españoles serán los únicos europeos, junto a franceses y polacos, que se desplegarán en este convulso país africano, a pesar de que la operación está avalada políticamente por los 25 miembros de la Unión Europea. El Gobierno arriesga así la vida de militares españoles en una misión en la que no existe ningún interés nacional para ello. Lo hace, eso sí, para sacar pecho europeísta y, probablemente, por el ansía infinita de paz de nuestro presidente.
A España no se le ha perdido nada en el Congo. La participación española en esta arriesgada misión es una muestra más de nuestra subordinación a París. Según las rotaciones establecidas entre las fuerzas europeas debería ser Alemania quién hubiera asumido la mayor responsabilidad en esta misión. De hecho es este país quién ejercerá el mando de la misma, pero desde un cuartel general situado no en la peligrosa Kinshasa, sino en la mucha más segura ciudad de Potsdam. Los alemanes ejercen el mando, pero los españoles ponemos los legionarios en primera línea.
El verdadero líder político de la operación es Francia, cuyos intereses en el África subsahariana son más que evidentes. El problema para Francia es que no puede obligar a Alemania a enviar a sus soldados. A Alemania no, pero a España y a Polonia sí. Se trata de camuflar una operación del interés de Francia bajo la bandera de Europa. Es una realización más del sueño francés de una PESC al servicio de sus intereses nacionales, aunque luego se permitan decir no al Tratado de la Constitución ¡Viva Francia!
El riesgo de la operación se ve acrecentado además por el hecho de que Estados Unidos se mantiene al margen de la misma. Los europeístas de pro podrán incluir esta nueva operación en sus pobres balances de realizaciones de la PESD, pero si vienen mal dadas se echará mucho de menos las capacidades y la potencia norteamericana detrás. A veces pretender humillar o simplemente hacer sombra a la gran potencia puede tener un coste muy alto. Esa es la razón principal por la que Alemania se ha mostrado absolutamente rotunda en su negativa a enviar tropas sobre el terreno.
Como tema menor, pero no irrelevante, hay que destacar también el disparatado coste de la operación, casi 20 millones de euros de presupuesto inicial. No estaría demás que dado que los españoles ponemos los soldados, otros pusieran los euros. Pero todos en Europa saben ya que Rodríguez Zapatero es un auténtico chollo. El ministro de Defensa pidió perdón el otro día en Sevilla por los 124 militares españoles muertos en operaciones en el exterior. No es propio de quien manda las Fuerzas Armadas pedir perdón por los riesgos que lleva consigo el oficio de soldado. Pero la vida de los soldados españoles sólo debe ponerse en riesgo al servicio de la seguridad y los intereses vitales de los españoles. No al servicio de los intereses de otros países, ni a la mayor gloria de la Unión Europea, ni siquiera por una etérea Alianza de Civilizaciones. Ninguna de esas cosas merece la vida de un solo soldado español.GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.
Gentileza de LD
miércoles, mayo 31, 2006
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