El anillo de los nibelungos

El anillo de los nibelungos
Juan Urrutia
E SCRIBO esto alarmado y con gran preocupación. Investigando Internet en busca de páginas del entorno terrorista —a veces aportan informaciones asombrosas o son constitutivas de delito— me he topado con una especialmente preocupante: EUSKALHERRIA NACIONALSOCIALISTA. Euskonazi es un término muy común entre los constitucionalistas para referirnos de forma genérica a quienes apoyan o transigen con el terrorismo. En esta ocasión los responsables de la web se autodenominan así orgullosamente. Sí, les estoy hablando de nacionalsocialistas vascos. Mucha gente considera a los abertzales como lo contrario de los nazis, en múltiples ocasiones los he comparado desde esta publicación defendiendo la teoría de que son la misma cosa. Utilizan términos e imagineria idénticos y sus ideales son clónicos. Prueba de ello son aseveraciones cómo “Estaría loco aquel que pretendiera formar un movimiento NS en el País Vasco negando nuestra idiosincrasia vasca” o “¡Euskalherria blanca!” especialmente significativa es, “No el terrorismo, Sr. Aznar, sino la inmigración es el mayor problema de España (y de Europa)” Según ellos mismos dicen, Euskalherria nacionalsocialista se creó el “veintitrés de Abril del dos mil dos (tres días después del 113º aniversario de Adolf Hitler)” le siguieron Gipuzkoa NS y Alava NS, esto es lo que ellos denominan ANILLO EUSKONAZI, cuyo fin principal es “la conquista de una Euskalherria blanca.” Realmente es el mismo racismo que venera la pureza de la sangre dentro del nacionalismo vasco.
Más de una vez me habrán visto comparar a Sabino Arana y sus escritos con Adolf Hitler y su libro “Mein Kampf” (Mi Lucha) el cual extraje de una inmunda página neonazi—ahora en conocimiento de la policía, al igual que la que es objeto de este artículo— y leí sufriendo nauseas varias para comprobar lo que sospechaba y poder hablarles con conocimiento de causa. Estos neonazis vascos hacen el mismo parangón, sólo que enorgulleciéndose del parecido entre uno y otro, incluso lo representan gráficamente, como pueden ver en alguna de las imágenes sacadas de la citada web. Si observan la leyenda de la imagen de Arana junto a un lauburu –símbolo según ellos en el que se “insinúa” la esvástica nazi- verán que dice “Sabino Arana, euskaldun gudari zuria” o traducido aproximadamente: soldado blanco que habla euskera —cosa incierta porque sabía menos euskera que Anasagasti y yo juntos—. Y si se fijan en la composición que han realizado en la que se advierte a don Adolfo junto a don Sabino podrán leer “gizona bera, sinu bera” o lo que es lo mismo, el mismo hombre, la misma persona. Me horroriza estar de acuerdo con un nazi pero en este caso no me queda más remedio. Nos encontramos ante un grupo más o menos nutrido —dicen haber recibido quinientos e-mails de apoyo en los primeros dos meses de funcionamiento de su página— y organizado, preparado para actuar con violencia contra cualquiera susceptible de “contaminar” la pureza de la sangre ario-vasca. Los comentarios de su web dan que pensar: “¡Súmate a la lucha por la raza blanca!” “¿¡Qué sentido tiene Euskal Herria si no la habitamos los vascos!?” “Los patriotas vascos tenemos el deber de defender los intereses de los vascos frente a las hordas extranjeras” “¡¡Somos una respuesta a la decadencia y la invasión!!” “Gora Euskal Herria” “Gora Adolf Hitler” Sí, seguro que son “la solución final”, nombre con el que conocían los hitlerianos primigenios el exterminio de los judíos. Pero volvamos a los motivos que me llevan a pensar que los neonazis vascos proceden del entorno abertzale. “Euskal Herria tiene derecho a decidir su destino” Podría haberlo dicho Miren Nekane Erauskin de EHAK, sin embargo procede de ÁLAVA NS. “No puede considerarse separatismo los deseos de autogobierno de los pueblos europeos” No, no son las últimas declaraciones de Otegui, proviene del mismo lugar que el anterior entrecomillado. Apoyan plenamente la independencia del País Vasco y expresan su solidaridad con el pueblo palestino y el tibetano, comparando su situación a la de la comunidad Autónoma Vasca. Exactamente lo mismo e incluso haciendo referencia a los mismos lugares que sus hermanos proetarras. Por lo visto, un grupo de jóvenes de ideas afines a ETA, probablemente ex-militantes de Ikasle Abertzaleak, SEGI, Jarrai o cualquier otra formación de tintes xenófobo-nacionalistas se ha dado cuenta de su verdadera esencia y han pasado a ser declaradamente NAZIS. Son curiosas las coincidencias entre estos racistas y EHAK o PNV. En trastocar la historia, en demonizar a determinados colectivos, como por ejemplo, los demócratas, y poner a Dios de su parte. —se precian de ser muy buenos por ser muy religiosos— Recuerden que la traducción del nombre euskeriko del PNV viene a significar Dios y leyes viejas. Sin contar con que en las elecciones alavesas del dos mil tres, este partido utilizó el mismo eslogan que el partido nacionalsocialista: “Alemania, despierta”, cambiando Alemania por Álava. También coinciden en decir que ellos admiran a todas las razas, que nadie se equivoque, eso sí, cada uno en su sitio —si es que son de un ordenado, seguro que hasta planchan los calcetines— y defendiendo la raza blanca y vasca que es la que idolatran por encima de todo. América para los americanos y Vasconia para los vascos, siempre que estos últimos sean blancos y de buena genética, nada de andar mancillando la estirpe. Además, si piensan todos igual —que ellos, se entiende— mejor aún. Lo realmente preocupante de este florecimiento de grupos neonazis, es que no son más que la parte más llamativa de una generalizada reagrupación de la ultraderecha en España. Llaman a su proyecto “Frente Español”, que aglutina desde asociaciones estudiantiles fascistas hasta las diversas escisiones de la Falange. El tiempo hace olvidar, y si no fuera por muy puntuales documentales televisivos, hoy muy pocos recordarían el holocausto judío. De hecho, a pesar de las pruebas hay quien insiste en que nunca sucedió. —cuando niño tuve una profesora que trató de convencerme de que Hitler fue un gran tipo y que probablemente ignoraba que se exterminasen miles de personas diariamente en su país— Pensarán ustedes que exagero, que estos son cuatro gatos sin posibilidad de influir en nuestras apacibles vidas. Realmente son un grupúsculo relativamente pequeño, cómo lo fue el partido nazi hasta mil novecientos veintinueve. En el veinticuatro era, de hecho, más ilegal que Batasuna. ¿Por qué entonces un partido radical, violento, lleno de delincuentes, matones y otros animales de corral que amedrentaban a sus oponentes, llegó al poder democráticamente? Seguro que muchos de ustedes lo saben, probablemente mucho mejor que yo, así que lo resumiré un poco, lo cual para este artículo será suficiente. Porque prometió a cinco millones de parados “trabajo y pan” y porque disponía de carismáticos oradores como Goebbels y Hitler. Aunque sean minoritarios, los partidos de ultraderecha, sí, esos que en las encuestas del C.I.S. cuentan como “otros” puede que, si las cosas se hacen muy mal en el gobierno, tarde o temprano adquieran más poder del que sería deseable. Ellos siempre están allí esperando cual herpes a que bajen las defensas para reaparecer. Mirando hacia el pasado no creo buena idea tomarlos a broma ni permitir a la birria de gobierno que tenemos que deje el país en condiciones optimas para la aparición de enfermedades venéreas. No sé que considerarán ustedes pero veo tras este resurgir del fascismo, con homenajes a Hitler incluidos, oscuros nubarrones de tormenta del desierto. Agradecimientos: por su colaboración en la traducción de las leyendas en euskera y por haberme recomendado un fabuloso restaurante japonés, el autor expresa su gratitud a Josu Goikoetxea Blanco.