domingo, mayo 07, 2006

El PSOE recuperará el caso Bonny and Clyde contra Aguirre

EL ANÁLISIS

El PSOE recuperará el caso "Bonny and Clyde" contra Esperanza Aguirre
Miguel Ángel Orellana

Las elecciones despiertan instintos y refrescan memorias. En Ferraz han elaborado una nueva teoría del maletín cebado por tramas inmobiliarias del PP.

8 de mayo de 2006. Dicen los politólogos que aquel 10 de junio fue "el 11-M" del PSOE. El próximo 25 de mayo se cumplirán tres años desde que la suma de fuerzas de la izquierda se hiciera con el poder en la Comunidad de Madrid. Un poder que duró poco porque, dieciséis días después, dos diputados del PSOE se ausentaron en la votación para la elección de la Mesa de las Cortes permitiendo que la Presidencia recayera en un PP supuestamente en minoría. Entonces, el gobierno autonómico PSOE-IU saltó por los aires. Los autores materiales del desaguisado que devolvió al Partido Socialista a las tinieblas y puso en el disparadero a su dirigente más de moda, Rafael Simancas, tenían nombres y apellidos, Eduardo Tamayo y Teresa Sáez, Bonny and Clyde en plan castizo, pero su instigador intelectual también fue localizado: se llamaba José Luis Balbás, y era el jefe de un sector de la Federación Socialista Madrileña denominado Renovadores por la Base. La traición de Madrid, el mayor escándalo político vivido por el PSOE desde que José Luis Rodríguez Zapatero asumió la secretaría general, amenazó con salpicar a la cúpula del partido y, especialmente, a su secretario de Organización, José Blanco, al que se responsabilizó directamente de la desastrosa gestión de la crisis. La ausencia de maletines y… A medida que pasó el tiempo y empezaron a conocerse detalles sobre las relaciones entre el círculo de confianza de Rodríguez Zapatero y el clan de los Balbases se hizo evidente que las responsabilidades políticas de haber incluido en las listas a los dos rebeldes trascienden el ámbito madrileño. En este sentido, cabe recordar el conocido papel de Tamayo como guardián de los avales de Rodríguez Zapatero en el XXXV Congreso y la decisiva influencia que el apoyo de las huestes de Balbás tuvo en su elección como líder del partido. ¿Qué les hizo llegar a donde llegaron? La ausencia del cumplimiento de unos compromisos acordados delante de Blanco y que pasaban por reconocer en el gobierno un 40% de representación política de los Renovadores por la Base, es decir, cuatro consejeros. Pero todo esto ya se conoce, como se conoce que fue ése el motivo que hizo tensar la cuerda hasta romperla, y no una trama inmobiliaria. De hecho, no hace falta viajar a las Caimán para citarse con Tamayo. Aparece en un despacho de abogados a la sombra de los Jerónimos el insumiso que hizo descarrilar a Simancas, a Rodríguez Zapatero y a su propio partido y que ideó Nuevo Socialismo, que hoy duerme el sueño de los justos. No, no vive de las rentas de un soborno sino de las minutas de sus clientes. Las pruebas de compra de voluntades vía talonario, los maletines, el tráfico oscuro de favores o las suntuarias residencias allende los mares, siguen sin aparecer por ninguna parte. Y es que, en ocasiones, detrás de escándalos políticos hay siempre explicaciones sencillas. Pero las explicaciones, las causas reales, siempre desaparecen entre la espesa bruma de climas prefabricados de opinión pública. …la burla del PSOE Los estrategas aciertan o no al intentar que la rentabilidad de un escándalo caiga hacia el lado propio entre quienes se disputan el poder. En esta ocasión, cayó del lado del PP. Se equivocaron en el PSOE, porque los ciudadanos no se tragaron su apresurado recurso al victimismo en nombre de no menos precipitadas apelaciones morales. Así se demostró en la segunda vuelta de los comicios. Los socialistas perdieron la Comunidad de Madrid por un análisis precipitado de la situación, cuando la evasión de los dos diputados dejó a la FSM sin la presidencia de la Asamblea. No tardaron ni dos minutos en elaborar la teoría del maletín cebado por el oro de los ladrillos del PP. Y para colmo se metieron en aquella absurda aventura de una comisión de trapos sucios televisados. Lo que lograron fue alfombrar el terreno para que los ciudadanos terminaran devolviendo el poder a Esperanza Aguirre, que se limitó a poner las manos. Todo vale en el amor, en la guerra y en campañaLo raro es que la interpretación de que lo sucedido entonces fue una conspiración urdida para evitar que la izquierda llegase al poder en la Comunidad de Madrid sigue vigente. Esa enrevesada tesis es aún manejada por el socialismo, a pesar de que les pase lo que al mono del chiste: cuanto más suben, más se les ve el culo. En la sede de Ferraz, y de cara a las próximas elecciones de 2007, siguen empeñados en repetir su personal cruzada "en defensa de los votos frente a los maletines de dinero". El drama de Blanco y los suyos no es que la derecha madrileña pudo brindar con champán por la desgracia ajena, no, el drama es que insisten ante Elsemanaldigital.com es que ya han encontrado el fantasma a quien hacer budú y caza de brujas: que si el PP estuvo detrás, que si los promotores... "Existen nuevas pruebas de transfuguismo pactado y retribuido y son contundentes", me susurran al oído. Claro que, de inmediato, otro argumento prometedor toma cuerpo: serán desparramadas por prensa, radio y televisión en el tramo final de la campaña de Rafael Simancas en una plaza por la que el presidente del Gobierno tiene un especial interés y en la que los socialistas pretenden dar el todo por el todo. "Madrid –advierten- será el espejo donde se mirará el presidente Rodríguez Zapatero desde La Moncloa y, esta vez, nadie se cargará el escaparate". Huele a diseño de otra novedosa estrategia electoral: lanzar mierda y machacar. Y ello para disfrute de los compañeros y compañeras, simpatizantes y simpatizantas. Y, si no, al tiempo. A pesar de que encuestas internas les acercan a la popular Aguirre, el PSOE no tiene un candidato que le convenza, o mejor dicho, sólo tiene a Simancas. De lo que es fácil deducir que podemos esperar cualquier desatino bien cocinado en los fogones prisaicos, la quinta flota mediática de La Moncloa, ante el enigmático anuncio realizado por un alto cargo socialista a este diario: "Es tarea nuestra convencer a los madrileños que el dinero no podrá de nuevo más que los votos". Pero, ojo, un momento, que, como si de la maldición de la pirámide se tratara, los amos de los maletines son otros, gente de cuello blanco, sonoros apellidos, grandes fortunas, muchas de las cuales se sientan en torno a la mesa de Jesús de Polanco, el patrón de Prisa. Esos, sin embargo, seguirán haciendo de las suyas con absoluta libertad. De modo que menos demagogia, y más obras son amores.

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