martes 15 de enero de 2008
Las alianzas de Zapatero
POR M. MARTÍN FERRAND
NO contento con haber destrozado la Transición y de, pacto va y pacto viene, haber dejado el Título VIII de la Constitución hecho unos zorros, José Luis Rodríguez Zapatero pretende ahora marcar su huella en la alta política internacional. El hombre que, en alarde de grosería, se enfrentó a los EE.UU. y que tiene el corazón más próximo a los cochambrosos líderes del tercer mundo que a los de la nuez de la Unión Europea, se entrega a otro de sus chuscos inventos políticos: la Alianza de Civilizaciones, un imposible metafísico que compromete nuestras esencias culturales y nos pone en pie de igualdad con Turquía, los Emiratos Árabes Unidos y Qatar. Ni a Miguel Ángel Moratinos se le hubiera ocurrido un despropósito tan hueco.
Por el momento, como ayer contaba en estas páginas Luis Ayllón, el Gobierno corre con los gastos -¿10 millones de euros?- de los 400 invitados que, en representación de la entelequia, calentarán sus asientos durante las dos jornadas en que la Alianza tratará de sentar las bases de su existencia, un nuevo pozo para el gasto público. Seguramente el espiritismo es algo más serio que el intento de, como si se tratara de un juego, saltar por encima de las diferencias, algunas tan radicales como definidoras, que marcan las grandes parcelas de fe, cultura y civilización que han cuajado los siglos y que difícilmente, ni con el apoyo de Ban Ki-moon, conseguirá superar Zapatero.
Si se hablara de «convivencia de civilizaciones», y contando con el buenismo del presidente del Gobierno, podría darse por bien empleado el esfuerzo; pero, ¿está en la demanda social -¡universal!- una Alianza de ese corte? Cuando el mundo padece un síndrome identitario y cada rinconcito presume de sus propias diferencias, ¿tiene sentido la iniciativa de Zapatero? Juntos, pero no revueltos; tal y como predica desde hace siglos la sabiduría popular. Dedicarle más trabajo al entendimiento con una democracia bajo sospecha, como la de Receb Tayyp Erdogan, y con dictaduras teocráticas y crueles como los Emiratos Árabes, que a la búsqueda de una fluida relación con todos y cada uno de nuestros pares europeos o americanos nos da la medida de un personaje que demuestra en la mayoría de sus iniciativas la carencia de fundamento intelectual y la ausencia de un orden de prioridades razonable y razonado.
Es muy probable que, aunque sea aliándose con el diablo -mucho más de fiar que alguno de sus apoyos actuales-, Zapatero prorrogue por cuatro años más su tiempo de Gobierno. ¿Cuántas majaderías más soportaremos y financiaremos en ese tiempo? Planteamientos como el de la Alianza de Civilizaciones no son inocentes. Entran de lleno en la muy perseverante linea gubernamental de marginar nuestros valores tradicionales para, ya sin ellos, saltar al vacío. Si al menos tuviera alguna propuesta alternativa...
http://www.abc.es/20080115/opinion-firmas/alianzas-zapatero_200801150247.html
martes, enero 15, 2008
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