viernes 13 de octubre d e2006
¡Viva el alcalde de Cork!
Antonio Parra
O ÍDA la noticia de que el terrorista etarra De Juana Chao – veinticinco muertes en su hoja de servicios y al que es posible que muy pronto el gobierno lo ponga en la calle- suspende su huelga de hambre me entraron deseos de entonar por lo bajini la copla de Lady Malone que muchos que hayan estado en Irlanda se la sabrán ustedes e identifica el fervor revolucionario de los héroes del Levantamiento de Pascua del Ejército Republicano Irlandés. “En la ciudad de Dublín donde las niñas son tan guapas había una vendedora de percebes que se llamaba Molly etc”. La vendedora de berberechos y mejillones dublinés los tenía mucho mejor puestos que este asesino en serie. Pienso que la ETA y el IRA no tienen nada que ver. Son problemas distintos y distantes por mucho que nuestro querido e inefable “Presi” se haya a asesorado sobre el tema con don Anthony Blair. Nada. Un militante del IRA jamás suspendería la huelga de hambre como acaba de hacer el etarra de marras. ¿Ustedes se acuerdan de la frase “pasar más hambre que el alcalde de Cork”? Bien. Se refiere al alcalde de aquella bella ciudad del oeste de la verde Erín muerto en huelga de hambre para reivindicar la independencia de su país. Su nombre es leyenda como la de tantos y tantos mártires irlandeses. Y corre hoy en boca de baladas. La dureza con que eran tratados en las cárceles estos activistas por los británicos tampoco encuentra concomitancias con la lenidad y hoteles de cinco estrellas con que purgan condena nuestros asesinos del norte quienes para su tranquilidad no han tenido que pechar con los topos tan duros y correosos como los M05 de los servicios de Inteligencia de Su Graciosa Majestad. Nada que ver. Comparar a los vascos con los irlandeses es cotejar la velocidad con el tocino. De Valera, Griffiths, Collins, Macistofain y otros tantos sufrieron más u eran más fuertes que todos estos etarras tratados a cuerpo de rey y que actúan con una impunidad que nunca tuvieron sus parangones del Eire. Irlanda. Irlanda. El fuste intelectual de Sabino Arana, de Irujo y Aguirre, tampoco se puede comparar con políticos y pensadores como Eamon De Valera como sabe muy bien mi admirado colega Pepe Meléndez el cual en aquel Londres de finales de los 60 y 70 tanto tuvo que bregar en sus crónicas y despachos desde la delegación de la agencia Efe, en Bouverie Street, sobre el tema irlandés, un laberinto que no comprendíamos los periodistas hispanos y que era tan singularmente “Irish”. Una cuestión celta. (Pepe te deseo desde aquí una pronta recuperación de tu hija tras el terrible accidente, también te ha bregado la vida pero seguimos aquí siete tiros y avanzando, fúmate una pipa que no nos queda otro remedio que tragar y pasar humo). Que no nos vengan con milongas. Los independentistas vizcaitarras son gente que han vivido en la plaza. Vasconia tuvo trato preferente con el régimen de Franco que se volcó en ayudas y gangas para ayudar a aquella región española. No se puede comparar Bilbao con Belfast, ciudad en la que estuve unas cuantas veces con peligro de mi vida. Ni el odio religioso allí existente – es un problema que se arrastra desde la reforma protestante- con las reivindicaciones independistas euskaldunas ficiticias y facticias que tienen mucho más de chulería histórica que de razones valederas porque quieren deshacerse de España siendo ellos los más españoles entre los españoles. A lo largo de mi carrera profesional seguí hasta el hastío las evoluciones del conflicto norirlandés un problema del que he escrito mucho sin llegar a entender una palabra, pero vamos aquel Macistofain mítico y cerebro gris de los atentados de Aldershot y de Londres era un tío al lado de aquel Wilson “acojonado”, el que hizo volar a Carrero, y al que vi yo un par de veces tomando pintas en un pub de Fulham Road rodeado de tres gorilas de los servicios secretos británicos y que es ahora un jubilata que vive y bebe cerca de la ría. De Juana Chaos dice que suspende su astenia y ha pedido una paella a sus carceleros regada con chacolí. El alcalde de Cork nunca lo haría. Estos asesinos vascos son unos privilegiados y no me parecieron nunca tan valientes y tan tíos como aquellos que cantaban en el presidio vasco la canción de “Molly Malone” antes de morir. Cuestiones distintas y distantes. Para mí aquellos eran héroes y estos vulgares asesinos que han conseguido actuar impunemente. Apenas los etarras han tenido bajas y en prisión se van de rositas todo lo contrario que los activistas del Sinn Fein hubieron de vérselas con la policía y el ejército británico. Y la verdad es que para pelear con un inglés hay que tenerlos bien puestos. Allí te aplicaban la ley de fugas por menos de nada. Muchos de ellos acabaron en la horca. En un estado de Derecho De Juana Chaos es donde debiera acabar. Porque si no ¿a esos veinticinco seres humanos que perdieron la vida entre sus garras quién les vengará? Garzón, Zapatero, todos esos jueces son unos “softies”. Blandos, para lo que les interesa, y berroqueños en las pequeñas faltas. Puede que de su mano España se esté acercando a la tiranía. No sé a que juegan. Pero que llamen al barrachel, al borrero, a los corchetes. Qué los cuelguen y ¡viva el alcalde de Cork! mucho más valiente y firme en su lucha hasta el final que estos “gudaris”. ¿Nos estarán tomando el pelo?
viernes, octubre 13, 2006
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