sabado 21 de octubre de 2006
Y van dos...
Ernesto Ladrón de Guevara
Q UIENES ahora nos van a dejar tirados a los demócratas al pie de los caballos, indefensos y a merced de los tiranos del País Vasco, se olvidan de que sus compañeros ideológicos en tiempos de la Dictadura clamaban para que esos a los que ahora requieren su apoyo intervinieran en España para acabar con la dictadura de Franco. Se han olvidado de lo que es padecer esa sensación de ahogo que produce la falta de libertad y la impresión de inseguridad jurídica, la extorsión y la represión, la persecución subliminal y la percepción de tener colgando de un hilo la propia existencia. Se han olvidado de lo que es anhelar la libertad y la igualdad de oportunidades posibilitadora del desarrollo personal, porque hay un artículo 14 de la Constitución, más virtual que real. Papel mojado, inservible. Se han olvidado, también, de que a veces el riesgo a perder la vida a manos de los tiranos que ejercen el derecho de pernada política queda en un segundo plano por el desgaste vital que supone la exclusión calculada y fría y la limitación de los derechos individuales y políticos bajo el maquillaje de una fútil y fraudulenta apariencia democrática. Esos que claman como plañideras por la recuperación de la memoria histórica, ignoran la rememoración de los sentimientos que se producen por ser extraño en tu propia tierra y a causa de la eliminación práctica de los derechos y libertades que lleva aparejados el ejercicio de la ciudadanía. No recuerdan lo que supuso que las sociedades occidentales, liberales aunque poco comprometidas con la libertad, dejaran tirados en el barro de la dictadura franquista a quienes clamaban por el aislamiento internacional de Franco y la recuperación de la democracia. Esos mismos, en Europa, con la ayuda de los hijos de quienes abandonaron a los demócratas españoles en el exilio y a la resistencia antifranquista, y no les prestaron la más mínima ayuda para terminar con un régimen autoritario, van a cometer la misma villanía e iniquidad que a aquellos que antaño reclamaban su ayuda. Esos, la Europa de los nuevos yuppis de la izquierda y los liberales, cuya única referencia moral es que “se salve el que pueda”, van a dejar al pie de los caballos a víctimas y luchadores por las libertades y por la Constitución, que nos hemos puesto a merced de los de la capucha, y los “Barrena” y “Permach” de turno, simplemente por gallardía democrática y porque tenemos dignidad, para defender el orden constitucional que es el único posible en democracia. Por segunda vez esa Europa regida mezquinamente por los descendientes de “Vichy”, bajo el signo de Chamberlain, van a dejarnos a nuestra suerte, a merced de los que sobreponen la fuerza de la violencia a la fuerza de la razón, a los ciudadanos pacíficos pero rebeldes ante la injusticia. Para los que lo duden, no hay mas que ver la placentera satisfacción de los redactores del GARA (www.gara.net) Ya van dos. Pobre Europa. Han conseguido ganar un nuevo ciudadano a la causa del euroescepticismo: este servidor que escribe.
sábado, octubre 21, 2006
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