viernes 13 de octubre de 2006
Beneficios a la carta
Ernesto Ladrón de Guevara
E L etarra Juan Ignacio de Juana Chaos ha conseguido su objetivo, gracias al talante del Sr. Zapatero. Una huelga de hambre ha desembocado en una posible reducción de pena. Por tanto, ya saben lo que tienen que hacer el resto de los presos del sistema penitenciario español para que se les baje las condenas. La fiesta va por barrios. Tan entusiasmados están los socialistas por llegar a una solución pactada con los chicos de ETA, para ganar a los populares en la próxima cita electoral, que ya no importa cómo. Ni se respeta, en tal supuesto, la ley como principio esencial del funcionamiento democrático, ni tampoco importan las víctimas ni la dignidad del sistema político basado en la soberanía popular y en la primacía del Estado de Derecho. Todo es posible. Incluso la trasgresión de las propias sentencias judiciales que sancionan delitos flagrantes que suponen crímenes de lesa humanidad, como en el caso de De Juana Chaos, que lejos de mostrar su arrepentimiento celebraba de forma ostensible los asesinatos contra ciudadanos comprometidos con la ley y el orden democrático en su celda carcelaria. Esto es una vergüenza de tomo y lomo. Mientras, el socialista Eguiguren, que en su día fue sentenciado y penado por malos tratos a su consorte, intenta que a los etarras se les dé un trato más complaciente que el proporcionado por él a su propia mujer. Dicen que es para la “paz”. No importa que en el País Vasco y en el resto del territorio nacional de España nadie se haya tomado la justicia por su mano, salvo los GAL. Y que, por tanto, al contrario de lo sucedido en Irlanda donde sí se han enfrentado físicamente y asesinado mutuamente las dos partes implicadas en el conflicto irlandés, sólo hay un agente activo en materia criminal: ETA. Los demás hemos sido sujetos pacientes de su extorsión y eliminación física, sin haber dado un solo paso al margen de la ley. Por tanto sólo ellos han agredido, extorsionado, perseguido, asesinado, secuestrado, restringido libertades, erosionado a la economía, robado, mediante chantaje, dinero a empresarios y particulares, etc. No hay pues un conflicto entre partes, ni guerra. Hay una banda que delinque y ha cometido crímenes contra la humanidad. Por tanto no hay paz que conseguir, sino el establecimiento y primacía del Estado de Derecho y de la ley. Por eso, es justo que la AVT, demande a Eguiguren por colaboración con banda armada, si se comprueba la conspiración contra el régimen constitucional que supondría una negociación con ETA con cesiones extrajudiciales a los etarras y al margen de la ley. Todo no vale. Esto no es sólo una humillación a las víctimas, sino a la sociedad española en su conjunto. A una sociedad que apostó decididamente en 1978 por la primacía de las instituciones y de la seguridad jurídica. Esto es la puerta de entrada a la discrecionalidad y la pérdida de los referentes que permiten nuestra organización social y política bajo las premisas jurídico-constitucionales. Eso, con el tiempo nos costará caro. Además, veremos si con ello ETA y sus seguidores del brazo socio-político se integrarán o no en el juego democrático. Yo apuesto a que no, porque simplemente su estrategia sigue parámetros expresa y evidentemente totalitarios, de conquista del poder por medios ilícitos. Es como si Churchill en vez de enfrentarse a los nazis hubiera dejado paso a las tropas de ocupación como hizo Petain en Francia. Desgraciadamente, la legitimidad del orden democrático tiene un futuro negro y turbulento.
jueves, octubre 12, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario