lunes 29 de mayo de 2006
Mentira y la esquizofrenia totalitarias
Ismael Medina
A HORA que ha muerto Jean-François Revel parece oportuno, al hilo de lo que acontece, recordar un juicio paradigmatico de "El conocimiento inútil":"La primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo es la mentira". La segunda, apunto por mi cuenta, es la de situar al frente de los países subordinados a gentes mediocres y, por ello mismo, inclinadas a una destructora esquizofrenia política, la cual siempre redundará en beneficio de las fuerzas que realmente dirigen el mundo, a las que me he referido reiteradamente en mis crónicas. Pero no son sólo los políticos dependientes quienes someten sus pueblos a este sucio juego. También su entorno intelectual y mediático propicio al esnobismo, más aún si se tiene por progresista, del que Czeslaw Milosz dice que desemboca en la disgregación y el caos. Puede servir de ejemplo el de Andrew Nagorski, corresponal de "Newsweek" en el Moscú todavía soviético que en "Reluctant Farewell" describe muy bien, dice Revel, "la falta de preparación y la crédula ingenuidad, incluso la falta de celo en la búsqueda de la información, del grupo de periodistas occidentales", los cuales "dependían enteramente para hacer su trabajo del servicio de lenguas extranjeras de la Agencia TASS". Ahora la sede de la desinformación está en otras manos. LA MENTIRA SISTEMA DEL MARIDAJE ENTRE EL POLANQUISMO Y EL P DE RODRÍGUEZ YA no existe la Unión Soviética y con ella desapareció la subordinación sus dictados del esnobismo izquierdista. Pero esa doméstica dependencia, traducida en esnobismo progresista, se mueve hoy en la esfera de una socialdemocracia que "no es ni chicha ni limoná", que solía decirse por mis tierras jaeneras de adopción cuando una cosa carecía de entidad definida. Pero también encierra graduaciones en este ámbito progre, del que tampoco suele escapar el segmento autodefinido como liberalista, ese aparentar de que es lo que no es, e incluso creerlo a pies juntillas. Hay algunos que sin creerlo actúan como si lo creyeran. Ahora, al cumplirse el 30 aniversario de la fundación de "El Pís", declaró Juan Luís Cebrián, que su periódico ha falseado la información en algunas ocasiones. ¿También en todo lo concerniente a la sangrienta conspiración del 11-M? Bien es cierto que a Jesús Polanco le atrae de manera fundamental el dinero. Pero a sabiendas de que lo más ventajoso para conseguir una desproporcionada rentabilidad radica en hacerle el juego al poder político establecido. Y más todavía si precisa de su apoyo mediático y es corrupto, perversión esta última generalizada en el ámbito del totalitarismo partitocrático. Pero un tal celestineo termina por borrar las lindes hasta el punto de que no se sabe a ciencia cierta si es el poder polanquista el que ilumina al P de Rodríguez o si es éste el que lo alimenta a través de Felipe Gonzáles, devenido en empleado de Slim y de Polanco, y de Pérez Rubalcaba. O si ambos poderes fácticos, al igual que otros sectores del abanico partitocrático, son deudos de una misma y superior disciplina. LA CONTAGIOSA IMBECILIDAD PACIFISTA DE BERTRAND RUSSEL Y retorno a Revel, hoy en plena y contradictoria efusión necrológica, al igual que Galbraith. Recuerda un texto de Bertrand Russell, de quien dice que "no deja de ser un imbécil en el punto tratado en su frase". La frase es esta, referida al contencioso anglo alemán de los años treinta: "La Gran Bretaña debiera desarmarse, y si los soldados de Hitler nos invadieran, debiéramos acogerlos amistosamente, como si fueran turistas; así perderían su rigidez y podrían encontrar seductor nuestro estilo de vida". ¿Verdad que suena aquella estupidez de Russell cuando hoy propala Rodríguez la imbecilidad de la Alianza de Civilizaciones, se abren de par en par las puertas al alud de una inmigración indiscriminada, se postula que las naciones estatutarias consolidarán la unidad de España, se niegan los caudales sobrante de agua a los regadíos más prósperos y rentables del Levante huertano y turístico, se reniega de la energía nuclear cuando dependemos en un 80% de la importación energética, se mantiene una pugnaz enemiga hacia los USA, se claudica ante el criminal bandidaje batasunoetarra o se sigue la pauta marcada por el tozudo y esterilizador neocomunismo antihispánico de los Castro, Chávez, Morales y comparsa? Convienen unas mínimas anotaciones antes de abordar la actualísima y polémica cuestión del golpe nacionalizador de los hidrocarburos dado por Evo Morales, tan alabado por nuestros esnobistas progres y que, además de perjudicar a España, ha asestado una puñalada en el costado de Repsol-YPF a la voracidad secesionista de la Caixa. DE CASTRO A CHÁVEZ COMO ACTUAL MODELO TOTALITARIO DEL régimen castrista, al que nuestra izquierda de salón baila las aguas, se ha dicho casi todo. Pero quiero recordar que una vez instalado en el poder y tras desprenderse de la máscara católica y asesinar a los comandantes de Sierra Maestra que, como Cienfuegos, le hacían sombra, Fidel Castro suprimió todos los partidos políticos y la emprendió contra la Iglesia. Pero respetó la masonería, de la que su hermano Raúl es alto dignatario. No creo necesario añadir más, aunque acaso convenga subrayar que el régimen castrista reproduce fielmente el soviético de servicios mínimos asegurados en niveles miserables y tan enlazados entre sí que si uno de estos parias es expulsado del trabajo, arbitrio dependiente de la voluntad totalitaria del sistema, se pierde también el derecho a disfrutar de esos otros servicios sociales. Decía confidencialmente uno de los principales lanzadores y colaboradores de Chávez que le faltaron dos años más de cárcel para formarse de manera adecuada como político. Chávez no inventó el Movimiento Bolivariano sino que lo tomó prestado y se apoderó de él. La demagogia populista y una desenfrenada ambición le condujeron a hacer lo mismo que el neocomunismo castrista, del que se ha convertido en su principal cabeza. También ha eliminado, en ocasione físicamente, a una parte de sus fieles colaboradores iniciales que creyeron ver en él un liberador capaz de realizar el despegue económico y social de Venezuela, cuya mayor parte de la población vivía en la miseria. Una sociedad que, en general, y no sólo los desheredados, ansiaban escapar de la desalmada corrupción de la clase política, especialmente la escandalosa de Carlos Andrés Pérez, al que Adolfo Suárez dio alas en sus relaciones económica con la España del transicionismo democratizador, no sólo en lo relativo al acuerdo cuadrangular del petróleo, y del que Felipe González se convirtió en aprovechado compinche. La oposición al nuevo régimen, integrada por la alta burguesía y la minoritaria clase media, cayó en la trampa, incitada por agentes chavistas, de intentar un inmaduro golpe de Estado del que, merced a un rocambolesco amaño, Chávez salió reforzado y montó una democracia socialista inamovible como la que Rodríguez pretende en España. Pero en vez de dividir Venezuela, se lanzó en tumba abierta a utilizar la renta del petróleo para promover en toda Iberoamérica la revolución indigenista, que dice bolivariana, en clave antiespañola y antinorteamericana. La misma que ahora sigue Evo Morales cual perrillo faldero del chavismocastrismo y puede apoderarse del poder en Ecuador y Perú. Chávez, de otra parte, se ha convertido en uno de los más voraces compradores de armas, no sólo en el ámbito iberoamericano. Desconfía de los mandos militares, a los que somete a periódicas depuraciones. Pero dispone de un contingente de milicias armadas que algunos cifran en un millón de efectivos. Quien conoce bien el oscuro mundo del tráfico de armas sabe de sobra que el intermediario recibe un mínimo del 10% de su monto global. Y si el acuerdo de compraventa se realiza por vía política, el porcentaje se divide entre los negociadores, motivo por el cual pueden surgir disputas entre ministros o altos mandos militares para erigirse en promotores del acuerdo. Uno de estos escándalos surgió en Venezuela cuando uno de los íntimos colaboradores de Chávez acudió a Moscú para percibir, a través de su embajada, la comisión de 200.000 fusiles y otro armamento, cuya parte del león se llevaría el presidente. Pero los celos incitaron al general Rodríguez a destapar el pastel, aunque su acusación se centraba exclusivamente en el intermediario, el cual fue encarcelado de inmediato, aunque por poco tiempo, tras su exoneración y la misteriosa muerte del general Rodríguez, "por accidente". El panorama económico y social de Venezuela sigue mientras tanto casi como lo dejó Carlos Andrés Pérez y cada vez más cerca del cubano. Nada puede temer Chávez de una oposición dividida e infiltrada por las logias, asimismo con sólida implantación en los centros neurálgicos del chavismo. ¿Es Chávez uno de ellos, como Rodríguez y tantos de su entorno en España o Kichner en Argentina? Un confidente venezolano me dice que sí, aunque no me aporta respaldo documental. EVO MORALES BRAZO DEL CHAVISMO EN BOLIVIA EVO MORALES, alzado sobre el escudo electoral de un demagógico indigenismo "bolivariano", es sólo una parte de la rueda dentada del imperialismo chavista. Su nacionalización de los hidrocarburos bolivianos y el reparto de tierras, la mayoría de ellas de muy escasa rentabilidad, responde a los cánones neocomunistas del chavismo y del castrismo. Pero nadie puede rasgarse ahora las vestiduras, sobre todo en España. Lo anunció durante la campaña electoral y lo repitió a bombo y platillo cuando visitó España bajo arcos dialécticos de triunfo levantados por el gobierno Rodríguez y el esnobismo progresista. Tan imbricado está nuestro rodriguismo con la revolución bolivariana que su única reacción ha sido enviar a La Paz una humillante comisión suplicatoria de ocasional árnica, encomendada al genéticamente genuflexo Moratinos. LA TRAMPA DE LA DESCOLONIZACIÓN MONTADA POR LAS FUERZAS QUE DIRIGEN EL MUNDO PARA penetrar en la trastienda mentirosa de "las fuerzas que dirigen el mundo" que denunciaba Revel no sólo hay que leer "La guerra secreta del petróleo", de Jacques Bergier y Bernard Thomas, pese a su relativa antigüedad (versión española de1968. Ed.Plaza & Janés), sino retroceder al propio tiempo al periodo de la llamada descolonización, capitaneada por el presidente norteamericano Kennedy con el respaldo de la ONU. Las grandes multinacionales, en las que las petroleras van de la manos de las restantes, descubrieron que les era harto más rentable el control comercial de los productos básicos, tanto minerales como alimentarios, que la posesión de las fuentes de producción. Y que resultaba más positivo entenderse con un solo cliente que con varios. La descolonización convirtió en naciones las antiguas colonias, con fronteras arbitrarias que dividían ancestrales conjunto étnicos y fuente por ende de futuros enfrentamientos que las debilitarían. Y a renglón seguido se favoreció la insurgencia de regímenes totalitarios, por lo general de socialismo importado, que de inmediato se embarcaron en la nacionalización de sus recursos naturales. Pero siempre sometidas, de manera encubierta, a un extenuante neocolonialismo económico. Y si alguna de las nuevas naciones podía convertirse en un poder político estable con una cierta voluntad de independencia, no tardaba en registrarse un golpe de Estado revolucionario o contrarrevolucionario. En no pocos de ellos intervino de manera resolutiva el Mossad. Y uno de sus más activos promotores al servicio de las multinacionales concernidas fue Sharon, del que es preciso conocer su biografía y sus conexiones financieras. EL CHAVISMO INDIGENISTA DESEMBOCA EN EXTENUANTES CONFRONTACIONES LA revolución bolivariano-indigenista, que muy poco tiene que ver con el sueño de la Gran Colombia de Bolivar, se sume en análoga e insostenible paradoja que la afirmación de nuestro Maragall antes aludida de que la esquizofrénica arbitrariedad política de las naciones surgidas de la borrachera estatutaria fortalecerá la unidad de España. Las naciones nacidas en Hispanoamérica, a tenor por lo general de la división administrativa española, rompió en muchas de ellas el tejido étnico de los grupos indígenas, trabados entre sí por la dependencia de un mismo Reino de España. También se produjo una ruptura al apropiarse de todos los resorte del poder una clase política y empresarial blanca, vinculada al imperialismo británico y a la vocación expansiva francesa. Es decir, a las logias Andina y Lautaro de rito escocés y al Gran Oriente surgido en Francia. Sólo Argentina quedó exenta de problemas indigenistas, ya que, fieles al criterio del general Sarmiento, un racista de tomo y lomo, apenas si quedarían algunos vestigios indígenas o de la mestiza estirpe gaucha. Pretendo señalar con las anteriores anotaciones que el indigenismo pseudobolivariano del chavismo será fuente también de futuros y propicios enfrentamientos, más o menos revolucionarios, en el interior de las naciones iberoamericanas, amén de en fricciones fronterizas entre ellas, siempre que convenga a las fuerzas de la mentira que dirigen el mundo. Y asimismo, que las grandes multinacionales tendrán en sus manos el resorte de la comercialización de las materias primas y su cotización en los mercados. Sobre todo, cuando se trate de naciones cuya economía depende en su mayor medida de un recurso específico, como puedan ser los hidrocarburos, el estaño, el cobre, la carne o el café, pongo por caso. Regímenes y gobiernos incómodos con ansia de independencia cayeron con estrépito en Iberoamérica sin que fuera necesaria la intervención militar norteamericana. A las fuerzas que dirigen el mundo les bastó manipular las cotizaciones en la bolsa de materias primas de Chicago. Para entenderlo mejor conviene leer "Les vrais maitres du monde", de González Mata, en que se describen las grandes líneas de dominio del poder mundialista: la estrategia de la tensión, la estrategia del hambre y la estrategia del terror. A esta última es a la que se ha sometido nuestro desgobernador Rodríguez al montar un falaz escenario de paz, en realidad la sumisión del interés supremo de España al chantaje de una banda mafiosa de criminales, brazo terrorista del secesionismo vascongado y estrechamente vinculado al fanático terrorismo islamista. ¿Cómo, si no, explicar la verdad escondida de la matanza del 11 de marzo de 2004 y la consumación de sus objetivos políticos? LA TRASTIENDA DE LA ACTUAL GUERRA DEL PETRÓLEO LA actual crisis del petróleo, con una subida espectacular de precios, no es la primera. Ni tampoco el precedente tópico puede situarse en la de 1973 que el tardofranquismo sorteó con habilidad y le estalló a los democratizadores. Se registraron otras con anterioridad, cuyos efectos de distorsión no distaron mucho de los actuales si los precios se proyectan sobre los índices macroeconómicos de cada periodo. Los perdedores fueron siempre lo países sin yacimientos propios, amén de exhibir pujanza económica y fortaleza políticomilitar. Una de estas crisis se produjo entre guerras y con el objetivo principal de frenar el despegue germano y japonés. Alemania recurrió entonces a un mecanismo defensivo que se dio en llama la "cesta de divisas". Merced a sus acreditadas exportaciones industriales, Alemania embolsaba un volumen considerable de monedas extranjeras cuyo valor conjunto, traducido en dólares, servía de referencia para importación de materias primas a cambio de productos industriales y tecnología. Así se concertó con Arabia y Alemania se aseguró el suministro de petróleo. Pero no duró mucho el acuerdo. Lo desmontó el cártel del petróleo. Ahora es Europa la que, por causa de su proceso de regresión, lo sufre en mayor medida. Pero será China la que pagará la mayor factura. Su espectacular desarrollo económico ha disparado el consumo interior de hidrocarburos. Una gran ocasión también para Rusia, como en ocasiones anteriores. El petróleo como resolutiva arma política y de poder queda al descubierto en el ya citado libro de Bergier y Thomas cuyas claves son válidas para una mejor comprensión de lo que ahora sucede. Puede servir de referencia, pese a su menor entidad en el ámbito de la estrategia mundialista de poder, el breve párrafo que dedican a España: "Otro ejemplo de la complejidad de esta partida de ajedrez: los capitalistas atacaron a la España de su aliado Primo de Rivera en 1930 cuando nacionalizó su petróleo, porque la gestión tenía que ser confiada en parte al Sindicato de las Naftas rusas (una vez derrocado Primo de Rivera, la administración española hizo sus pedidos a la Shell y a la Standard, prueba de la injerencia de estos dos trusts en este asunto. Pero inversamente, en 1967, la URSS proporciona petróleo al general Franco cuando lo necesita". No es difícil obtener conclusiones respecto de los impulsos escondidos al advenimiento de la II República y de los motivos que impulsaron a la banca anglonorteamericana y al trust del petróleo a abrir créditos y suministrar gasolina a la España Nacional para impedir la implantación de un Estado satélite de la URSS, una vez que Stalin dinamitó los acuerdos entre Lenín y Armand Hammer para la creación de empresas mixtas de capital estatal soviético y capital norteamericano. Hammer, que presumía de su amistad con Lenín, era ashkenazi como éste. Franco tuvo la habilidad de mantener la CAMPSA creada por José Calvo Sotelo siendo ministro de Hacienda de Primo de Rivera, facilitando el juego de conveniencias entre el trust de la llamadas Cinco Hermanas y la URSS. Y es fácil entender con tales datos el apresuramiento de los democratizadores de uno u otro signo en anular el monopolio de CAMPSA. LS DIRECTRICES MARCADAS POR ROCKEFELLER MUEVEN HOY AL MUNDO POCO o nada puede leerse o escucharse hoy respecto de la conferencia de David Rockefeller, cabeza y portavoz del poder oculto, ante los muy influyentes miembros del Círculo Económico de Nueva York en diciembre de 1996. Y conviene conocerlo para un mejor entendimiento de la deriva política y económica mundiales. También para lo que sucede en España. En un ponencia que presenté en la Universidad de Verano José Antonio, titulada "El reto del futuro", resumí la conferencia de Rockfeller en estos términos: "Rockefeller expuso su tesis sobre los cambios que en materia económica, social y política deben afrontar los líderes actuales de la comunidad empresarial y financiera. El poderoso financiero judeonorteamericano partió de la doctrina sobre la economía de mercado de Shumpeter y de Hayec, sus maestros universitarios, para luego avanzar en el diseño de las responsabilidades que hoy corresponden a los empresarios, las cuales "van bastante más allá del simple manejo eficaz, honesto y rentable de un negocio". "Las ideas básicas del discurso de Rockefeller pueden sintetizarse así: la ‘revolución democrática’ de los años ochenta atribuye a los individuos y a las instituciones privadas un papel superior que a los Estados; el ‘Estado benefactor’ y sus programas de ayuda social han periclitado y son insostenibles; la reducción de las competencias del Estado está convirtiendo a las empresas en enormes e ineficaces burocracias; el proceso de cambio operado por el capitalismo se ha logrado con muy elevados costes humanos, los cuales entrañan el peligro de que las grande corporaciones y sus dirigentes sean contemplados de nuevo como explotadores y delincuentes; además de obtener ganancias, los líderes empresariales deben contemplar también las necesidades de los trabajadores y de la comunidad; el malestar y el desencanto de los ciudadanos podrían desembocar en la reasunción por los gobiernos del papel que cumplieron antes de la ‘revolución democrática’; para evitar los dos anteriores riesgos, las empresas deben incluir en sus rendimientos la dimensión social ; la solución radica en que los líderes empresariales sean empresarios y filántropos a un mismo tiempo; para cumplirlo, el empresario estadista y benefactor debe derivar parte de sus beneficios a las fundaciones. "Las ideas de David Rockefeller no aportaban novedad alguna. Reprodujo los supuestos fundamentales del neoliberalismo de Friedman, abrazado por la gran mayoría de los economistas con parigual entusiasmo que lo hicieron con las teorías de Keynes que dieron cuerpo al Estado del bienestar. Esas mismas ideas básicas se encuentran desde hace años en los informes y resoluciones de las organizaciones instrumentales del poder mundialista, impuestas con llamativa uniformidad por el imperialismo financiero a la inmensa mayoría de los gobiernos del mundo. Tampoco entrañan novedad las negativas consecuencias de la revolución democrática sugeridas por Rockefeller: la especulación, el desempleo, la restricción de derechos sociales, el traslado a las grandes empresas de los vicios de que se acusaba al Estado intervencionista... Las denuncias se reiteran desde hace años, aunque generalmente ahogadas o descalificadas por los servidores del ‘nuevo orden mundial’ en cualesquiera ámbitos" Es evidente que la destrucción de los Estados-Nación está en marcha y que no a otro objetivo, además de satisfacer una vieja venganza contra España, responde la actual deriva de descomposición de su unidad en nacioncillas taifales, una réplica del indigenismo descoyuntador del chavismo al que Rodríguez se abraza. Otros elementos del comportamiento económico y social de los gobiernos posfranquistas, también del actual, se encaminan, desde la mentira y la falacia, a las sustituciones trazadas por Rockefeller respecto del keynesiano Estado de Bienestar, hacia cuya ruina se avanza en toda Europa, incluida la España del P. Importa menos lo que hacen Rodríguez y sus acólitos que el poder que los maneja y dirige desde la sombra.
lunes, mayo 29, 2006
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1 comentario:
Federico Silva Muñoz, gran presidente de Campsa
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