miércoles, junio 28, 2006

Caliente y frio, una temperatura ideal

miercoles 28 de junio de 2006
'CALIENTE Y FRIO', UNA TEMPERATURA IDEAL.
Félix Arbolí

D ÍAS pasados, me llamaron de la emisora Radio Cadena Libertad, ¡Vaya nombre bonito, hasta en la misma contradicción de “Cadena y Libertad”, dos conceptos, totalmente antagónicos!. Lo hacían en nombre de Álvaro Luis, el fundador, director e incansable motor de ese popular programa “Caliente y frío”, que se inició en la antigua Intercontinental y tras los avatares del tiempo y otras circunstancias, ha llegado, sin interrupciones, hasta esta cadena, cuyos “micros” y demás llevan bien ostensibles la simpática abejita de ese portento humano, empresarial y casi divino, llamado José María Ruiz Mateos, al que siempre he admirado en todos los aspectos. Hasta en esa fe cristiana acrisolada y firme, a pesar de las muchas “putadas” (perdonen, pero a veces hay que emplear tacos para definir adecuadamente las ideas), no ya sólo por parte de Boyer, que luego se escoró a la “Jet society” y se pasó al bando de los que había perseguido con saña en sus tiempos de super-ministro gonzalista, sino incluso de sus propios compañeros y correligionarios. “!Mardita invidia!”, como diría la gitana andaluza!. Me consta, que saben las muchas y descaradas violaciones que hubo en esas expropiaciones, a todas luces injustificadas, con las que se beneficiaron más de uno de los amiguetes y acólitos de esos políticos incorruptos. ¿Qué se lo pregunten al multimillonario y amigo venezolano que se quedó con Galerías Preciados por tres perras, para venderlas al año en varios miles de millones. ¡Y todo por el “altruismo” de un gobierno que presumía de cien años de honradez!. Un acto canallesco y vergonzoso sufrido injustamente por una familia, a la que considero por su unión y esfuerzo común, sin fisuras de ninguna clase, la familia “Trap” española, aunque no canten. (Bueno me figuro que más de una vez le habrán ofrecido cánticos de gracia y alabanza a su siempre presente y querida Virgen del Perpetuo Socorro, cuya advocación se celebra precisamente en este día, a la que por cierto mi madre le tenía también una gran devoción). Me alegra cada vez que veo un nuevo negocio con esa simpática abejita y admiro a ese hombre y a esa mujer, José María Ruiz Mateos y Teresa Rivero, capaces de levantarse, a pesar de las traicioneros silencios y hasta zancadillas de los que alardeaban de su amistad y pertenecían a la misma organización “Opus Dei” que, ignorantes de la traducción de esas dos palabras latinas, encendían una vela al diablo. Si me gustó el detalle de que me invitaran y entrevistaran en ese programa, mi gozo fue doble al conocer quien era el responsable de esa cadena. Para mi era un honor sentarme en esa mesa redonda del restaurante Príncipe Serrano, del grupo Arturo, donde disfrutamos de una espléndida cena, ya que es allí donde en la sobremesa se realiza y retransmite el programa, rodeado de “micros” con sus correspondientes abejitas. A partir de las doce la noche y en la terraza, junto a las restantes mesas de comensales y el ruido, aunque atenuado, propio de la noche madrileña, no muy escandaloso en esa zona privilegiada de Serrano. Conozco a Álvaro Luis, desde mis inicios periodísticos y los suyos radiofónicos. Siempre nos hemos llevado bien, como excelentes camaradas y tuve el privilegio de conocer a sus padres y hermanas. Hacía unos treinta años que no nos habíamos vuelto a encontrar, aunque más de una noche, en esas horas de ensueños y ociosidades, le he oído conducir su popular programa a través de la FM, dial 107.0. Una auténtica proeza, ya que lleva veintinueve años retransmitiéndolo sin interrupción, primero en la “Inter” y posteriormente en ésta cadena, estando a punto de ostentar el record de permanencia de un programa de radio español, por encima de los considerados “monstruos sagrados de las antenas”. Todo gracias a la tenacidad, entusiasmo y cotidiano esfuerzo de un compañero incansable y enamorado de su profesión. Por méritos propios, sin enchufismos ni zalamerías. Junto a él, como mano derecha y “maravilloso acicate “ donde apoyarse y descansar, la popular Isabel, una especie de talismán en ese mundo fascinante y duro de las ondas. La delicia femenina personificada. Acompañándole ante los micros, en esas sobremesas de preguntas y respuestas, surgidas al azar, sin previa preparación o guión seleccionado de antemano, dos profesionales encantadoras, Esther Pedraza y María José Peláez. Ese día compartíamos mesa y protagonismo, junto a los ya citados, con la magnífica e incansable actriz Lola Herrera, todo un ejemplo de vida entregada a un arte que para ella no tiene misterios, pues lo domina a la perfección desde que subió a un escenario, a la edad que otras juegan con sus muñecas y trapitos. Una permanente lección del saber interpretar, declamar y desenvolverse en los más dispares personajes que la imaginación de los autores pueden recrear. ¡Qué gozada oír a esta siempre joven actriz y extraordinaria mujer, contándonos anécdotas, curiosidades, proyectos y sueños!. Nunca pude imaginar que después de tan larga ausencia, iba a encontrarme con tan inmejorable compañía. Más sorprendido aún, cuando me reconoció al saludarla después de tantos años. Inolvidable su maravillosa sonrisa para los que estábamos acostumbrados a verla llorar en casi todos sus papeles. Otro de los comensales invitados y protagonista de esta noche veraniega, era el poeta y filósofo Luis Alberto de Cuenca, que ocupó la Secretaría de Cultura en el gobierno del PP y está considerado como uno de los actuales valores de mayor calado y prestigio en el difícil mundo de la lírica y el pensamiento. Una permanente lección para todos los que sentimos y amamos a la poesía y estímulo constante en nuestro afán por mejorar . Simpático, sencillo, afable y tolerante. Le acompañaba su esposa Alicia, una letrado, creo, que era toda una exposición de las cualidades que debe poseer una joven y atractiva mujer. Formaban una pareja ideal, exponente claro de ese dicho que hace referencia a que detrás de todo gran hombre, suele estar una excelente mujer. El tercer invitado y entrevistado era otro poeta (era la noche de la poesía y se palpaba en la serenidad y belleza del ambiente que nos envolvía y en el tono y la cordialidad de los contertulios). Se trataba de José Villacís, doctor en Ciencias Económicas y Licenciado en Ciencias Políticas, profesor de la facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de CEU San Pablo y extraordinario poeta, que acababa de publicar y allí lo presentó un nuevo libro de poemas titulado “Catástrofes de palabras”, donde nos deleita con una poesía rompedora y diferente. Es asimismo, experto en Grafología y Grafopatología, cuyo estudio permite al autor, previo estudio de la escritura, conocer los vicios, virtudes, carácter y hasta posibles enfermedades de la persona examinada grafológicamente. A mi me hizo un estudio utilizando la dedicatoria que le hice en mi segundo libro recientemente publicado “Recuerdos de una infancia rota” y dio en la diana de pleno. Algo increíble y un aliciente más en esa noche inolvidable. Mi intervención, cosa que le agradezco enormemente a Álvaro Luis, fue con ocasión de estos dos libros: “Confidencias de un periodista”, donde cuento con “pelos y señales” mi vida profesional, sin ocultar nada, ni a nadie y el segundo, ya mencionado de “Recuerdos de una infancia rota”, donde hablo de mis años de infancia y juventud en mis tierras gaditanas, con los episodios de la anteguerra, la contienda en todas sus terribles dimensiones y sin partidismos y la posguerra con el hambre, el estraperlo y demás circunstancias que a los de mi generación tanto nos marcaron e influyeron. Lola Herrera, me solicitó con verdadero interés un ejemplar del mismo, ya que por lo que habíamos estado comentando, era un tema que le interesa mucho y se identificaba con él. No se habló de política, (resulta ya incomprensible e insólito no tocar este tema donde nos reunimos más de dos personas) y ello fue precisamente el que fuera todo tan pacífico, placentero y agradable. Allí solo interesaba la cultura y de ella nos encargamos y nos despachamos a gusto. Para mi fue un retroceso a esos años de mis comienzos, en las tertulias del Comercial y el Gijón, en el que nunca hubo una voz más disonante o alta que otra. Éramos todos amigos y nuestro único objetivo era pasar unas horas en grata compañía, aprendiendo los nuevos de los que más sabían. Pasando las horas nocturnas preparando y soñando con ese futuro que todos deseábamos de éxitos y logros, aunque muchos quedaran a la mitad del camino, por ese inoportuno reventón de alguna rueda subiendo la cuesta de la gloria. “Caliente y frío”, nunca mejor expresado, es la combinación perfecta del equilibrio y la tolerancia, de utilizar las ondas para ilustrar y distraer el oyente sobre las cosas realmente interesantes y bellas de la vida. Para demostrar a tanto escéptico que en nuestro cotidiano vivir, en esas solitarias horas de la noche cuando nos invade el insomnio o nos apetece oír una voz amiga, hay un dial el FM 107.0, donde muchos hallarán esa apetecible compañía y esa noticia agradable, sin necesidad de atosigamientos con atracos, terrorismos, guerras, improperios y otra serie de “lindezas” al que nos quieren acostumbrar, mediante un hábil lavado de coco. Al menos sabemos que cuando nos llegue el sueño, lo acogeremos con una sonrisa y un estado de ánimo, no propenso a sufrir de pesadillas. Gracias amigos por haberme hecho partícipe de vuestro mundo encantador.

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