miercoles 28 de junio de 2006
Noticias de Cuba
Mucho que celebrar
Víctor Llano
Cuesta creerlo, pero a pesar de haber causado tanto sufrimiento, son muchas las camisetas que se pueden ver en España con la foto del "carnicerito de la cabaña", el extranjero que más cubanos fusiló.
Castro cumplirá 80 años el próximo trece de agosto. Y por más que nos pese tendrá mucho que celebrar. Entre otras cosas, que es el máximo líder de los multimillonarios, que los estadounidenses se conforman con que muera en su cama, que ya no necesita de los empresarios europeos para financiar la represión y la propaganda, que le sobra con el petróleo del gorila rojo y con la cocaína de Evo, que Zapatero vela por los intereses de sus herederos en Europa y, que son muchos los datos que guarda en su mochila y centenares las organizaciones supuestamente no gubernamentales europeas que después de 47 años de tiranía aún le siguen considerando un gran tipo.
No hace mucho entré en la sede de una ONG española subvencionada en gran parte gracias al erario público. Lo primero que vi fue un póster de Guevara. Cuesta creerlo, pero a pesar de haber causado tanto sufrimiento, son muchas las camisetas que se pueden ver en España con la foto del "carnicerito de la cabaña", el extranjero que más cubanos fusiló. Los que con orgullo portan su efigie, no sólo no quieren saber quiénes volaron los trenes de la muerte, tampoco les interesa mucho la suerte que corren cien mil presos cubanos en las más de doscientas cárceles que ayudó a construir su admirado comandante. Ergástulas en donde se hacinan miles de descendientes de españoles que no lograron asumir los logros de una robolución que sólo supo ofrecerles patrañas, terrores y fracasos.
Nadie puede saber con certeza las condiciones en las que mueren los cien mil presos cubanos. Para vergüenza de todos los que financiamos el engendro, la tiranía castrista participa en un nauseabundo enjuague al que califican de Consejo de Derechos Humanos; a pesar de lo cual, Castro y sus cómplices niegan la entrada en la Isla a una representante especial del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. Una vez más todo queda entre los mismos de siempre y dentro de una casa putrefacta. Es lo que tiene una Alianza de Civilizaciones que desde la más miserable de las cobardías eligió ignorar a las víctimas y postrarse ante sus verdugos. Con más empeño si son castristas o etarras. Los mismos perros con el mismo collar.
Gentileza de LD
miércoles, junio 28, 2006
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