viernes 30 de junio de 2006
Por Luis Pérez
GALICIA ON/OFF
Un debate de altura y clarificador
Ayer se vivió en el Parlamento un debate de altura. Además, clarificador y, pienso, muy útil para el futuro de Galicia. El líder de la oposición, de quien partió la iniciativa, tenía la obligación de justificar su propuesta, y cumplió.
Feijóo curró de lo lindo en los últimos días. Presentó un documento muy completo, con 65 propuestas concretas que resumen la posición del Partido Popular en la negociación de la reforma del Estatuto, cuya ponencia comenzará inmediatamente a realizar su trabajo.
Feijóo estuvo sobrio, didáctico y crítico, pero abierto al consenso. Fue también su puesta en escena, su presentación en sociedad como líder de la oposición, ante toda Galicia que pudo seguir la sesión en directo por TVG. Un acierto de la cadena pública. Buen nivel también mostraron Touriño y Quintana, aunque para el lucimiento personal está claro que no es lo mismo ser gobierno que estar en la oposición. Hay que destacar la sintonía que se mantiene entre ambos, incluso la química existente tras el reciente acuerdo de los siete puntos. También la elegancia de Rego al no hacer uso de su tiempo, en aras al consenso.
Hay que ser forzosamente optimistas después de la sesión de ayer. Porque sólo hay una cosa en que parece imposible el acuerdo: los grupos del Gobierno quieren definir a Galicia como nación y el PP mantiene la fórmula actual de nacionalidad histórica. Dado que los populares tienen la llave, no sería más que una pérdida de tiempo continuar debatiendo sobre este asunto. Porque en todo lo demás puede haber acuerdo. Incluso en la financiación.
Sería difícilmente entendible que PSOE y BNG rechazaran la propuesta popular. Porque mejora sustancialmente el compromiso, ya aceptado por Zapatero para los presupuestos del próximo año, de recibir el 8 por ciento de las inversiones del Estado. Es evidente que no se trata de pedir imposibles, sino de fundamentar las necesidades. Y está claro que para terminar en plazo las obras comprometidas, las cantidades reseñadas por Feijóo parecen razonables. Otras comunidades, como Baleares, incluyen cantidades específicas, aceptadas por todos.
No cabe duda de que esta propuesta puede causar ronchas en Madrid, ya que sumadas las de todas las comunidades, resulta que la tarta es insuficiente. Pero la virtud de pedir cifras absolutas en lugar de porcentajes está en que aumentando el tamaño de la tarta se puede saciar el hambre de todos. Con porcentajes, es imposible que un total sobre 100 supere el 100.
Sería imperdonable que por cuestión semántica no hubiera acuerdo. Que por discutir cómo nos llamamos (porque somos lo que somos, y los nacionalistas ya advierten con toda la razón del mundo que diga lo que diga el Estatuto para ellos Galicia es nación) no consiguiéramos el resto. Que por no estar de acuerdo en el color del frasco nos quedemos sin la esencia.
Con el debate de ayer han quedado claras las posiciones: el BNG presentó antes que nadie su proyecto de nuevo Estatuto, el Partido Popular lo hizo ayer con detalle y el PSOE, aunque menos concreto, también puede ofrecer el acuerdo de los siete puntos más los tres que ayer presentó Touriño a Feijóo. Como base para que la ponencia se ponga a trabajar, creo que es suficiente.
Solamente hay que pedir que lo hagan pensando en Galicia.
viernes, junio 30, 2006
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