La seleccion de Luis Aragones no ha vuelto con las manos vacias

La selección de Luis Aragonés no ha vuelto con las manos vacías
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La selección fue eliminada, pero el trabajo del seleccionador y de su equipo no ha hecho más que empezar. Han devuelto la ilusión al país, y su futuro es prometedor.

29 de junio de 2006. Ayer miércoles regresó a España la selección nacional de fútbol, tras su eliminación frente a Francia en los octavos de final de la Copa del Mundo que se celebra en Alemania. Aparentemente, una vez más, el fútbol español ha fracasado. Sin embargo, muchas cosas han cambiado en este Mundial de Alemania, y no sólo en fútbol. Francia venció a España 3–1 el martes, en un partido que antes de empezar se sabía que sería duro. Durante el primer tiempo España hizo su juego, controló el balón y amenazó la portería de Barthez. Una y otra vez el balón llegaba al área gala, mientras que los jugadores transpirenaicos no lograban situarse en el campo. En la defensa española Carles Puyol controlaba perfectamente la situación inutilizando a Thierry Henry. Villa, Raúl y Torres, sin fortuna, dispusieron de ocasiones. Y Villa obtuvo en un penalti la recompensa a ese esfuerzo, que sabía a poco pero parecía suficiente, pese al jarro de agua fría de un empate antes del descanso. En la segunda mitad del partido las cosas cambiaron. La selección francesa analizó lo que estaba sucediendo y cambió su juego. Toda la experiencia de un equipo de viejos conocidos con 30 años de edad media salió al campo francés, donde nunca se perdieron los nervios. España tenía sin duda mejor capacidad para hacer su juego, pero se reveló la inexperiencia de un equipo con talento pero muy joven. Francia, en suma, ganó, y Zinedine Zidane remachó nuestra eliminación de manera inapelable. Una vez más ha sucedido, dicen ahora los mismos que hace una semana predicaban un entusiasmo ciego. Una vez más España se va a casa en octavos, falta de oficio, o de suerte. Se ha recordado el error de Luis María Arconada en la portería frente a Francia en la Eurocopa de 1984, precisamente después de la oleada de entusiasmo nacional tras los doce goles a Malta. Se ha sacado de los archivos el penalti fallado por Raúl también frente a Francia en la Eurocopa de Bélgica y Holanda en 2000. Pero las cosas no son ahora iguales. Con buen criterio el seleccionador Luis Aragonés ha resumido la situación al decir que España "dio la talla", y que nuestro equipo es "muy joven, con mucho futuro por delante y llegará otra oportunidad". El seleccionador ha tomado decisiones muy duras y muy criticadas, pero nadie puede discutir que ha conseguido convertir un conjunto de jugadores en un equipo. La historia reciente del Real Madrid, por ejemplo, demuestra que la calidad individual y las dotes personales sólo tienen sentido sobre el terreno de juego si se ponen al servicio de un proyecto común. Angel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, tiene en sus manos el futuro de la selección y el de Luis Aragonés como seleccionador. Luis no debe ser juzgado sólo por lo conseguido hasta ahora, sino por lo que puede surgir si se persevera en el actual proyecto. Interrumpir un modo de hacer las cosas sin darle el tiempo necesario para que demuestre de verdad su potencialidad sería un error.Luis Aragonés y sus jugadores, además, han conseguido una ilusión sin precedentes en nuestro país. Hombres y mujeres de todas las edades, regiones y condiciones han soñado juntos y han sentido juntos gracias a su buen juego y a sus destellos de brillantez. Nuestras calles han visto cómo la España de Aragonés era capaz de servir de referente a todo el país. Si se les deja, pueden ir a más. No hay razón para no hacerlo. Falta poco para la Eurocopa de 2008.