viernes, mayo 23, 2008

Marcello, De Costa a Costa

viernes 23 de mayo de 2008
De Costa a Costa
La rana Gustavo (Arístegui), el diputado más dicharachero del PP, está que se sale con lo de la crisis del Partido Popular, donde no para de hacer, como es lógico, el salto del batracio, que le ha llevado, en tan sólo treinta días, a poner su ingente caudal político —nacido de su condición de estratega en la guerra de Iraq— al servicio de cinco posibles líderes del PP. Empezando por Rajoy, siguiendo por Aguirre, saltando a Gallardón, luego proponiéndose él mismo una vez que fuera aclamado por cientos de diputados y, finalmente y por imperativo de Pedro J., como agente promotor de Juan Costa, con el que almorzó el pasado domingo y que ha resultado ser el nuevo tapado del director del diario El Mundo, que se ha deshecho de Aguirre como quien tira una colilla, porque como dice la presidenta de Madrid a lo mejor a ella la consideran una “pipiola”.
Lo divertido de la rana Gustavo es que ahora hace de costalero de Costa, el ex ministro y diputado del PP que cobró un pastón por hacer el programa electoral del partido —cosa que nunca había ocurrido en la sede de Génova— y que, por lo que se ve, semejante gratificación le ha sabido a poco. De ahí que a este yuppie, que ahora promociona el diario El Mundo por boca de Pedro J. Ramírez, parece que le han dado otro regalito como el encargo de la organización del congreso del PP en Valencia, a través de la empresa en la que trabaja su esposa —Free Handicap—, que según todos los indicios es otro de esos montajes de influencia y negocios donde aparece Pedro Pérez. Y que se podría manejar desde su oficina de la Puerta de Alcalá —míralos, míralos—, donde ha sentado sus reales el barón del Wellington don Eduardo Zaplana, con lo que ya está en funcionamiento el círculo de los de Altea y los del pádel de Pula, con sus yates y los negocios. Un clan donde ya se le ha visto el plumero a Juan Costa, en semejantes y peligrosas compañías, y cuya carrera política puede estar controlando Zaplana (a medias con Pedro J.), que es lo que le faltaba por saber a Rajoy.
Y no digamos a Francisco Camps, si se confirma todo esto y el presidente valenciano descubre que la larga mano de Eduardo Zaplana es la que le está organizando todo el tinglado del congreso del PP Valencia, del que se dice que tiene un presupuesto de un ¡millón de euros! No, si éstos, el día menos pensado desmontan la Puerta de Alcalá y la venden por pedazos tal y como se hizo con el muro de Berlín.
A Juan Costa, cuando era ministro, le llamaban “el ruso”, no sabemos bien por qué, pero lo imaginamos. Era tal su pasión rusa, que se cuenta que para ir a Nueva York hizo, alguna vez, escala en Moscú, lo que supone dar más de media vuelta al mundo antes de llegar a la Gran Manzana. Pero eran los tiempos de Juan Villalonga y de la gran bacanal de las stock options, con toda clase de rumores de pelotazos en torno a Vía Digital y Endemol, y de sospechas sobre lo que se podrían haber calificado como insider trading, algo que aún se está investigando.
O sea que Pedro J., la rana Gustavo (traidora a Aguirre, que le colocó a su parienta), Pedro Pérez, Juan Costa y Zaplana, y suponemos que Cayetana, ya están otra vez maquinando, por aquí y por allá, a ver si se quedan con el control y negocio de las influencias del PP. Aunque el descaro de Pedro J. a la hora de lanzar al público la operación de Juan Costa, escudándose, de manera infame, en las víctimas del terrorismo y María San Gil, puede que acabe abortando el despegue de Costa como la gran esperanza blanca del PP. Porque eso de que El Mundo y la COPE se empeñen en imponer su ley al PP es algo que podría provocar unanimidad entre los barones periféricos del partido con Rajoy y el mismísimo Aznar.
Lo que, por otra parte, prueba que Pedro J. no es lo que era, como cuando montaba la pinza con Anguita y Aznar, o perseguía a los GAL con la ayuda de Mario Conde, o se hacía fotos con Rato en el balcón de Carabaña, o iban todos juntos y revueltos a Baqueira Beret. Aquellos festivales de amores políticos e influencias compartidas se fueron acabando. Y, además, lo del diario El Mundo va cada vez a peor (me cuentan que Borja Prado, con la ayuda de otro pájaro, Jaime Castellanos, está urdiendo en Italia la posible fusión de El Mundo con ABC, seguir la pista de Medio Banca), y perdió mucho fuste y credibilidad con la conspiración del 11-M (por eso ocultan y manipulan las cifras de OJD). Y además le hace la pelota a Zapatero, con lo que tiene enloquecidos a sus lectores y no digamos a la redacción, donde ayer produjo escándalo y desolación el llamamiento que hizo Pedro J. en la COPE, como si fuera el ideólogo del partido, a favor de la sublevación del PP contra Rajoy, al que insultó.


http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=23/05/2008&name=marcello

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