jueves, mayo 29, 2008

Ladron de Guevara, Ibarretxe (II)

Ibarretxe (II)
jueves 29 de mayo de 2008
Ernesto Ladrón de Guevara

N ADA nuevo. Al contrario: más de lo mismo. La misma tonadilla aburrida. Si alguien esperaba que Ibarretxe fuera a cambiar de partitura es un ingenuo o cree en los gnomos.

El Gobierno Vasco de Ibarretxe ha comparecido ante la opinión pública con cara de niño avieso, como quien ha roto el jarrón de la abuela y encima cree que ha hecho una proeza. Nos anuncia, Ibarretxe, una ley que pretende preguntarnos a los vascos sobre si estamos de acuerdo con negociar con ETA y si aún creemos que la lluvia sube hacia las nubes, ligando esta prosaica cuestión con la sugestiva idea de que los hijos de Aitor decidamos nuestro futuro al margen de la voluntad de la Nación española. Es evidente que nos tiende a todos una trampa, una más. A los poderes del Estado abriendo la posibilidad de que Euskadi se autodetermine pero sin preguntar directamente si queremos la independencia, y a los vascos tratándonos como sujetos bastante primarios planteándonos si queremos decidir. ¡A ver quién es el que se niega a ser consultado! Es una pregunta con mosca dentro. Podrían preguntarnos: ¿Quiere usted que los vascos seamos independientes respecto a España?, pues no, plantea preguntarnos si queremos ser consultados que es como si a un niño le ofrecemos una taza de chocolate sin advertirle previamente de que está hirviendo. Pues esa pregunta es lo mismo: nos sacan de paseo sin avisarnos de que afuera graniza.

Qué pena de que ya no exista Unidad Alavesa, partido que fue finiquitado más por los nefastos personajes que estuvieron en su dirección que por la desafección de una franja muy amplia del electorado alavés que sigue estando más que harta de las veleidades y abusos caciquiles del nacionalismo. De haber existido un partido alavesista, reclamando las justas exigencias constitucionales de respeto a los derechos proclamados por la Adicional Primera de la Constitución que dota de legitimad a la autonomía vascongada sobre la fuente foral, que atribuye personalidad propia y diferenciada a los territorios de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, hoy pondríamos en valor que se consulte a los alaveses también, para saber si éstos quieren seguir la deriva nacionalista. Se podría preguntar a los ciudadanos vascos que procedemos de raíz no nacionalista, por ejemplo, con la siguiente interrogante: ¿Desea usted, ciudadano alavés, o ciudadana alavesa, ser consultado sobre la posibilidad de configurar una autonomía al margen del proyecto de Euskal Herria y recuperar las prerrogativas forales con respeto y lealtad a las leyes y conservando la naturaleza española del territorio? Porque, claro, si legítima es una pregunta también lo es la otra. ¿Y por qué se nos niega la posibilidad de autodeterminarnos a los alaveses?

Evidentemente la táctica de Ibarretxe está muy calculada:

Si se le niega la posibilidad de la consulta sobre si los vascos quieren ser consultados, el PNV y sus acólitos irán de víctimas, proclamando la naturaleza antidemocrática del mundo mundial –salvo ellos, claro-

Si la jugada le sale bien y se lleva a cabo la consulta sobre si queremos ser consultados, la posibilidad de éxito en la encuesta es alta, por una parte por la abstención de la mayor parte de la gente razonable, y por otra porque a ver quién dice no querer ser consultado. Después ya sabemos cómo se vende este tipo de cosas pues los nacionalistas derivarán la decisión de los consultados hacia el terreno de que los vascos queremos ser independientes. La habilidad torticera para adulterar la verdadera voluntad ciudadana es magistral en el caso de los nacionalistas. Y, por otra parte, Ibarretxe, en clave interna en su partido, se convierte en el héroe que ha dado el paso de fomentar la idea autodeterminista, con lo que a ver quién le tose internamente en la puja por la reelección como candidato a mandamás del paisito de la revolución permanente.

A mí me causa un cierto reflujo gástrico esta cuestión. No sólo por las razones que a todos nos viene a la cabeza, tan recurrentes, sino porque mientras los ciudadanos de a píe estamos con la congoja y con un nudo en la faringe por el estado de la economía que nos asfixia cada vez más sin que veamos un horizonte claro, estos señores nos entretienen con este tipo de chorradas que nos tienen tan ocupados en naderías. Y también porque los problemas reales de los ciudadanos corrientes y molientes entre los que me encuentro, no sólo no se resuelven por la inoperancia de la clase política y la incapacidad para taponar las vías de agua que amenazan con hundir el barco constitucional, sino que se agudizan con el paso del tiempo. Y ahí tenemos a Rajoy y su trouppe en la búsqueda del “cambio” que consiste en buscar las sendas de aproximación a los nacionalistas para copiar, en un mal calco, lo que es el actual PSOE, sin que le oigamos denunciar estas tribulaciones que nos acoquinan y nos acongojan a los ciudadanos de a pie. Evidentemente esto no preocupa un ápice al Sr López que estos días ha afirmado que no tiene inconveniente en que Euskadi sea una nación.

Llegará el momento en el que nos de igual a todos y gane el nacionalismo por amodorramiento de los contrarios, por muerte natural por aburrimiento crónico, pues ya resulta un poco cansino estar con los susodichos temas a vueltas mientras que se nos escapa la vida en un pis pas.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4646

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