viernes 23 de mayo de 2008
La sublevación
Germán Yanke
El director de El Mundo pide la sublevación en el PP, y a lo largo del día se va viendo quiénes se sublevan. Pedro J. Ramírez, para “argumentar” su propuesta, llamó a Mariano Rajoy en la emisora radiofónica de la Conferencia Episcopal (caracterizada, como se sabe, por la caridad cristiana) antropófago, inepto, tiranuelo, tonto contemporáneo y algunas otras cosas. Lo de tonto contemporáneo tiene su gracia. Era el título de un galardón concedido por algunos periodistas que, en ocasión excepcional, se negó a un famoso intelectual aduciendo que no era contemporáneo. Incluso con este plagio, los exabruptos de Ramírez tienen más de rabieta que de crítica política seria para justificar tan paradójica invitación. Es decir, que a la vista de todo lo que está ocurriendo en y alrededor del PP desde el pasado mes de marzo habría que preguntarse cuáles son los motivos de la rabieta más que por el contenido y los nombres de una alternativa a la dirección provisional de la derecha española.
Se sublevaron, tras Ramírez y María San Gil, Esperanza Aguirre (“algo se está haciendo muy mal”), su estratega Ignacio González, Gustavo de Arístegui disfrazado de Churchill, Ana Botella meditando si abandona el Ayuntamiento de Madrid y José Antonio Ortega Lara, el ex funcionario de prisiones secuestrado por ETA, que anunció que abandonaba el PP. Ortega Lara, por cierto, recibió ayer el esperpéntico apoyo de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, con una nota en la que muestra la cercanía a las “razones y sentimientos” que le han llevado a dar ese paso. La AVT metida, como parte, en las querellas internas del PP es un espectáculo tan lamentable como su vano intento, a lo largo de la anterior legislatura, de dar cuerpo, sin saber ni poder, a una doctrina partidista con altavoces. ¿Se imagina alguien a la AVT diciendo que se siente cerca de la hija de Isaías Carrasco, víctima del terrorismo, al decir que, para combatirlo, había que votar al PSOE? Pero no deja de ser significativo que tras su invento de la “rebelión” venga ahora lo de la “sublevación”.
Le seguirán otros sublevados, no hay duda, y continuarán los amagos de candidatura alternativa a Rajoy en el próximo congreso del PP. Si la organizan, a lo mejor acaban haciéndole al actual presidente del partido un favor impagable y le proporcionan el marchamo democrático de ganar en Valencia a unos adversarios sublevados en vez de seguir siendo presidente en una única candidatura.
Uno va preguntando por ahí qué efecto puede tener la imparable rebelión de los peones y monstruos creados por el propio partido, y no hay modo de que nadie lo explique desde el punto de vista ideológico. Tiene, dicen, un efecto sentimental que va a hacer mucho daño a Rajoy: Ortega Lara, San Gil, símbolos de la lucha contra ETA, etc. La fortaleza de los críticos está, precisamente, en la debilidad que ellos mismos han propiciado en el PP a lo largo de los últimos años. Si hubiera sido un partido no secuestrado por sus subvencionados, no temblaría ahora por razones sentimentales.
Temen éstos, dicen sus intérpretes, que el PP, en ese afán de “centrarse”, pierda sus esencias en el pozo del relativismo moral. Algunos, y el director de El Mundo parece que también, añaden que lo puede solucionar Juan Costa, asunto que también es divertido, ya que es el que hasta hace poco era, para los sublevados de ahora, un relativista pragmático que, elaborando el programa electoral del partido, se ponía a hablar del cambio climático y no de la nación española. María San Gil dijo que estaba en el PP para defenderla y no para ocuparse del cambio climático y otros asuntos “sectoriales”. Quizá, ante tanta deriva alejándose de la historia del PP y sus esencias, los sublevados debieran refundar Alianza Popular, como Aznar refundó el Partido Popular para hacer el viaje del que ahora, enarbolando su figura y sus palabras crípticas, quieren retroceder los sublevados.
“Es que esto de Rajoy es un espectáculo”, me dice un comisionista que también está pensando en sublevarse. Puede ser, pero lo de los sublevados es un circo.
http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=23/05/2008&name=german
viernes, mayo 23, 2008
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