lunes, mayo 26, 2008

Felix Arbolí, La llegada del elefante blanco

lunes 26 de mayo de 2008
La llegada del elefante blanco
Félix Arbolí

O IGO en tertulias televisivas, comentarios de prensa y programas radiofónicos, como unos y otros, dependiendo en que bando se encuentren, enfocan la debacle o mejor aún, el caos en que se encuentra el Partido Popular. Nuestra tocada y herida gaviota. He sido el primero, “mea culpa”, que he comentado los errores, absurdos enfrentamientos y descalificaciones impropias entre compañeros de partido. No me gustaba Acebes, ni Zaplana. Nada personal, que conste, pero sí como líderes o destacados del partido con el que me hallaba más identificado. No me parecían los sujetos más a propósito para levantar al PP del oscuro rincón en que se encontraba. Tampoco me gustaba, y ahora menos, Esperanza Aguirre, a la que señalaba como causa más o menos directa de esta lucha solapada y desenfrenada que han emprendido algunos miembros pepeístas. Su aspiración a convertirse en “lideresa” del partido, como ella se denominaba, era bastante significativa y aclaratoria de sus secretas intenciones. Primero fue contra Gallardón, al que evitó pudiera ir en la lista electoral, ya que ello le suponía tenerlo un escalón por encima de ella y como posible aspirante al cargo presidencial que persigue esta señora con alma, vida, corazón, prensa y consejeros (los de su gobierno). La señora tampoco consiente que le llamen la atención, contradigan o le hagan ninguna posible sombra, sea quien sea. Hasta al mismo Fraga, mi admirado don Manuel, su presidente de honor y el fundador de su partido, con su carga de años, errores y virtudes, pero único en su especialidad y una figura irrepetible, recibió su pública repulsa cuando le indicó “que estaba mejor callada”. Para esta señora no existen límites a su autoridad. Bajo su sonrisa de condescendencia, esconde un alma de tigresa política siempre presta a saltar sobre la indefensa o desprevenida presa. He de reconocer que me considero algo responsable de tenerla en alza, ya que le he dado mi voto en varias ocasiones. Antes de conocer sus verdaderas intenciones y las armas que emplearía para hacerlas realidad. Ignoro lo que pasa con Rajoy. Creo que ni él mismo lo sabe. Debe estar sorprendido, aturdido, dolido y ofendido y con todos los “idos” de este mundo, al ver como esa jauría de leones intentan despedazarlo, para quedarse con su liderazgo. No soy “rajoista” acérrimo, ya que también he dicho en mis artículos que no le veía con carisma para ocupar ese puesto tan relevante en el partido y menos como jefe de gobierno. Puede que esté equivocado, también lo hacía destacar en mi crónica y añadía que se trataba de una simple apreciación por mi parte. Pero lo que no me parece correcto, ejemplar, tolerable y digno es el espectáculo que están dando esos “sesudos” políticos de la derecha o del centro con esa lluvia constante de descalificaciones y empeños en destrozar al que hasta que no se demuestre lo contrario es el jefe de su partido. ¡Vaya ejemplo que están dando a los ciudadanos!. No se dan cuenta que se han convertido en instrumento y marionetas de periodistas y medios de comunicación más interesados en hundir el barco que en formarle un consejo de guerra al capitán. Los mismos periódicos y columnistas que ayer elogiaban a Rajoy y lo presentaban como el líder que España necesitaba, son hoy sus furibundos detractores e instigadores de deserciones, divisiones y enconos internos. Alguien o algo y muy fuerte, debe andar detrás de esa trama, que no beneficia para nada a la desorientada derecha española. Alientan desde los editoriales y columnas especializadas, tertulias televisivas y programas radiofónicos a que se levanten “en armas” contra el jefe y no dejen títere con cabeza. Y no me retracto en lo de títere. Y van cayendo poco a poco los equivocados líderes y dirigentes del partido en esa ola de rebeldía y anarquía que quieren imponer desde organizaciones con escasas siglas, pero con muchos medios económicos, políticos e influencias a su alcance. Todo está medido, programado y orquestado desde las alturas y el secretismo. Aunque todos sepamos más o menos quienes mueven los hilos de esa debacle y agonía del Partido Popular. Tuvimos el antecedente en Suárez y su UCD. La Historia, dicen, siempre se repite. Hay clubes, organizaciones, empresas y sociedades con mucho poder bajo la que se ocultan y progresan los que ahora saltan a la palestra pidiendo guerra y no me refiero de manera exclusiva a los dirigentes del partido. El problema tiene más fondo. Esperan por lo visto a un “elefante blanco” que aparecerá en el momento oportuno, cuando el desmantelamiento del Partido Popular se convierta en algo evidente y hayan desaparecido del mapa político nombres que hoy figuran destacados y leales a sus todavía jefes de fila. El objetivo a abatir es Rajoy. De esto nadie tiene duda. Las causas, no hace falta ser Sherlock Colmes para averiguarlas, la toma del poder dentro del partido. En el ajo están metidos los que han sido defenestrados y los que han sido inoculados con el veneno de la envidia, la ignorancia, el engaño y hasta su timorata “buena fe” que en un político avezado resulta sorprendente, por aquellos medios de comunicación, siempre prestos a enredar en los entresijos de la alta política y a los consejos y consignas confidenciales de alguien que sufre nostalgia y añoranzas de un ayer relevante. ¿El elefante blanco?. Eso opinan algunos. ¡Dios nos coja confesados!. No comprendo la postura de mi admirada María San Gil, ni de Ortega Lara, ni de tantos otros que están abandonando el barco, sin intentar reflotarlo. Está pendiente un Congreso donde se van a dilucidar cuestiones importantes e incluso el liderazgo y los restantes directivos del partido. Lo lógico y sensato es esperar que se celebre el mismo, sin ocasionar ninguna clase de algaradas, y allí ante todos sus compañeros y en el escenario idóneo, exponer todas las vicisitudes, problemas, ideas y conclusiones que deseen. Como debe hacerse en toda democracia. ¿No les parece algo turbio y torcitero este método de protestar por anticipado y levantar la enorme polvareda que están levantando?.. ¿Qué esperan irse a un nuevo partido?. ¿Incluirse en otras opciones existentes como hicieron antes algunos otros y acabaron eclipsados políticamente? Roma no pagaba a traidores, ni el elector confía en el que cambia de chaqueta tan descaradamente y acepta ideas y opciones contrarias a las suyas. Con todos mis respetos a los que creen obrar de buena fe y de acuerdo con sus conciencias, me parece que no es buen sistema abandonar por las malas a los que han confiado en ellos y les dieron su voto para que desempeñaran su misión durante toda la legislatura, aguantando los buenos y malos momentos. Que la política no debe ser relax y confort, sino servicio y sacrificio. Y si tienen algo que alegar, ahí está su Congreso donde exponer sus quejas y decepciones y es a partir de entonces, si no las atienden, cuando están capacitados moralmente para abandonar su cargo y misiones en el partido. ¿Qué pretenden hundir a toda la derecha española?. Si Rajoy no les gusta, conforme, exponerlo con claridad en el Congreso, solo falta un mes para su celebración, y allí democrática y correctamente cambiar de líder y hacer vuestras propuestas. Pero no levantéis el fango antes de tiempo. Tener la misma paciencia que tenemos los ciudadanos en aguantar vuestras salidas de tono, vuestras absurdas trifulcas y vuestras huidas a destiempo, después de prometer en campaña que lucharíais por ese ideal y ese partido, que ahora abandonáis sin pensar en las nefastas consecuencias de vuestra errónea decisión de abandonar la nave sin importaros la suerte de los que están en ella y quedan a la deriva. No tengáis miedo que aún puede reanudar su rumbo airoso si todos le arrimamos el hombro y ustedes con mayor motivo. Más adelante, con seguridad, conoceremos la verdadera historia de esta deserción en cadena y a destiempo. La identidad de ese “elefante blanco”, que para mi es totalmente gris. No busquen excusas donde no las hay. Antes de dar ese paso debían haber pensado algo más en el ciudadano que les prestó su apoyo y les dio su confianza. ¿A quien se le ocurrió esa manifestación contra Rajoy ante la sede central de Génova?. Me huele a consignas mas interesadas en abroncarlo y desprestigiarlo públicamente, que a las nobles intenciones de una derecha que dicen se sentía traicionada. ¿Quién era el traicionado y quienes los traidores?. Por sus edades aparentes me recordaban a las omnipresentes “madres de mayo” argentinas, aunque éstas no tuvieran reclamaciones personales que hacer, solo ridiculizar a Rajoy, llamarle cobarde (ignoro el por qué, pues más cobarde es a mi entender el que o la que había organizado ese ramillete de disconformes ( no llegaban a ramo) y no se atrevía a dar la cara. Tampoco entiendo el que corearan el nombre de Maria San Gil como si se tratara de una Agustina de Aragón o una Juana de Arco. Su salida, yo no la incluyo en proeza. Y conste que sentía un enorme respeto y admiración por esta mujer, a la que sus “pancartistas” de Génova más que favorecer, le han perjudicado. Triste espectáculo de unos señores y señoras que creían representar a la derecha española. ¡Así nos va!. No soy Rajoista, lo repito, pero viendo lo que está pasando y sospechando quienes lo están orquestando, si mañana hubiera elecciones mi voto iría para este político, ayer elogiado y vitoreado y hoy humillado, abandonado y vituperado. Este episodio me recuerda, salvando las distancias, a otro ser que pasó del “Hosanna” al “Gólgota”, gracias a las veleidades de una chusma incontrolada.

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