lunes, mayo 26, 2008

Carrascal, Ni jeroglificos ni rivales

lunes 26 de mayo de 2008

Ni jeroglífico ni rivales

POR JOSÉ MARÍA CARRASCAL
LO más curioso en este sainete, tragedia o locura colectiva del PP es que justo cuando Zapatero les da implícitamente la razón, ellos lo celebran liándose a golpes a la vista de todo el mundo. Pero, vamos a ver, señoras y señores que dirigen el partido, ¿no decían ustedes que lo que había que hacer era gobernar pensando en España en su conjunto, perseguir a los terroristas aunque se metieran debajo de las piedras y rechazar cualquier demanda de los nacionalistas que sobrepasase el marco constitucional? Pues miren ustedes por dónde, el presidente del Gobierno parece que les ha hecho caso, y se ha puesto a hablar de España como una nación, ha dado a Ibarretxe calabazas y no para de detener etarras en vez de negociar con ellos. ¿Que hacen ustedes ante ello? Pues armar una inmensa gresca interna. Cuando lo que tendrían que hacer era decirle con la más amplia de sus sonrisas: «Presidente, bienvenido al club de los que creen que la única política con ETA es la policial, y con los nacionalistas, el estricto respeto a la Constitución». Procurando, eso sí, que no vuelva a darles gato por liebre, pues el personaje se las trae, como todod sabemos. Pero en vez de alegrarse por el triunfo de sus tesis, prefieren pelearse sobre ellas, lo que aprovecha Zapatero para birlárselas y escapar de la chamusquina que creó en la legislatura anterior, ante una España estupefacta, unos seguidores entristecidos y un gobierno que no cabe en el pellejo de contento. Con buenas razones. Nadie habla del contencioso entre una Cataluña que pide más y las comunidades pobres que rechazan recibir menos. Nadie habla del lío armado con el trasvase del agua Ebro a Barcelona, ahora que ha vuelto a llover. Nadie habla de esa «consulta legal» que Patxi López quiere hacer en el País Vasco, con toda la pinta de un Plan Ibarretxe B. Nadie habla de cómo se está evaporando a la carrera aquel superávit del que tanto presumía el Gobierno. Y nadie habla de eso porque todo el mundo habla de Mariano, de María, de Esperanza, de Alberto, de José María incluso, que en vez de poner calma, como corresponde a su posición de retirado ilustre, echa leña al fuego, como si le corriera prisa volver. Por este camino, van a quemarse ellos solos. Suele decirse que la victoria tiene muchos padres, y la derrota, ninguno. Esta derrota del PP, en cambio, tiene muchos padres, prácticamente toda la cúpula del partido, que, primero, no fue capaz de vender su programa, pese a ser el acertado, y ahora, se ha lanzado a discutir sobre él de la forma más absurda y suicida. A no ser que se trate más de una lucha por el poder pura y dura que por los principios, de un duelo entre la vieja guardia y la nueva, lo que tendría ya más sentido, pues un debate sobre la táctica nunca debería dar lugar a tamaño zafarrancho. Pero entonces, no sería ese jeroglífico del que habla Zapatero, ni los adversarios externos de que habla Rajoy. Sería estrictamente una cuestión doméstica. Doméstica y letal, pues un partido que no es capaz de gobernarse a sí mismo, difícilmente puede pedir a la ciudadanía que le encomiende el gobierno de la nación.
Vamos a ver si alguien pone un poco de orden y juicio en esa casa, antes de que se convierta en la de tócame Roque o como te llames. Los diez millones largos de españoles que les dieron su voto y la propia España se merecen algo mejor. ¿O es que quieren que Zapatero gobierne eternamente? A veces, lo parece.
Aunque, un momento. Un momento, que me doy cuenta de que estoy cayendo en el mismo error que censuro: en hablar de los líos del PP en vez del alza de precios, de la inmigración, de la inseguridad, de la confrontación entre comunidades, del atasco de la justicia y del resto de los verdaderos problemas de España pendientes. ¡Pero nos ponen tan fácil el artículo estos del PP! Casi tan fácil como gobernar a Zapatero. Si lo que hace es gobernar, y no crear problemas para luego hacer que los resuelve. Pero ese es otro problema. Mejor dicho, es el problema. Y la cúpula del PP discutiendo si son galgos o podencos. Cuando son Pepiño y José Luis.

http://www.abc.es/20080526/opinion-firmas/jeroglifico-rivales_200805260258.html

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