viernes, mayo 23, 2008

Carrascal, ETA: la hidra de mil cabezas

viernes 23 de mayo de 2008
ETA: la hidra de mil cabezas

POR JOSÉ MARÍA CARRASCAL
SÓLO las víctimas de ETA y los amenazados por ella se habrán alegrado más de las detenciones de Burdeos que el autor de este artículo. Verles forcejear como energúmenos, bramar como bestias, mientras se los llevaban esposados me produjo esa alegría que proporciona el saber, de tarde en tarde, que las cosas van bien, que el mundo es más seguro, que hay justicia en esta vida.
Pero dicho esto, como alguien que viene escribiendo sobre la banda terrorista prácticamente desde que comenzó a matar, me creo obligado a advertir contra un exceso de optimismo. ¿Cuántas veces se ha detenido a «la cúpula de ETA»? ¿Cuántas, se la ha desarticulado? Pues tantas como al comando Vizcaya. ETA es como uno de esos animales inferiores que si pierden un miembro, lo regenera automáticamente. Así que debemos contar con que ya esté en funcionamiento su nueva dirección. Lo que no disminuye nuestra alegría. Sólo nos advierte que hay que seguir yendo a por esa hidra de mil cabezas, convencidos de que, al final, la victoria será nuestra, de que la justicia se impondrá, de que el mundo será mejor, como ha ocurrido siempre en el largo y dificultoso caminar de la historia.
Si ETA fuese sólo una banda criminal, la cosa sería mucho más fácil. A una banda criminal se le descabeza, se desarticula, y se acabó. Pero el problema de ésta es que, además de una organización terrorista, es el sustrato del nacionalismo vasco. Adviertan que digo del «nacionalismo vasco», no de «lo vasco», pues hay bastantes vascos que no son nacionalistas en el sentido restrictivo de «antiespañoles» que estos quieren dar a ese concepto, sino que se sienten españoles a fuer de vascos, ya que, como advertía Baroja, «lo vasco es el alcaloide de lo español». De ahí que los vascos más vascos, los vascos que han hecho grande Euskadi, no sean quienes se quedaron allí mirándose el ombligo, sino los que salieron fuera a conquistar, primero España, y luego, el mundo.
Pero en el tipo de nacionalismo de que hablamos, ETA es su fuerza elemental y primaria, los gudaris, los luchadores por sus esencias. De ahí que cuando los hijos de gallegos o andaluces quieren adquirir carta de nacionalidad vasca ingresen en ella, la altanería con que sus dirigentes miran a los demás nacionalistas y la admiración subterránea que despierta en ellos. Bastaba ver la cara de los dirigentes del PNV al enterarse de las detenciones de Burdeos. Ni la menor alegría. Aunque supieran que los detenidos pudieran haber dado la orden de asesinarlos si convenía a los sagrados intereses de su causa.
En esta graduación del nacionalismo vasco, más sutil que las coloraciones del espectro, el rojo corresponde a ETA, el azul, al PNV y el violeta a Aralar, ya en la línea divisoria entre lo telúrico y lo moderno, entre el asesinato y la ética, entre las pistolas y la democracia, equidistancia imposible por la incompatibilidad de esos conceptos. Pero seguirán intentándolo, como el PNV seguirá interpretando el papel de nacionalista moderado; EA, el de algo más radical; ANV, PCTV y similares, el de tapaderas de ETA; Batasuna, el de brazo político de la banda; Jarray, el de su incubadora, y así sucesivamente hasta llegar a su sanctasantórum, los pistoleros, o para denominarlos con frase mucho más literaria de Arzallus, «los que sacuden el árbol para que los demás recojamos las nueces». ¿Cómo no van a tener encontrados sentimientos ante la detención de algunos de sus cabecillas, por más discrepancias que tengan con ellos y más repugnancia que les produzcan sus excesos? Todos pertenecen al mismo cuerpo, todos comparten los mismos objetivos. ¿Quieren un ejemplo? Lo tenemos ante los ojos: ese Agirre, dirigente del PNV, que comparece estos días ante el juez, acusado de servir de intermediario entre ETA y los empresarios vascos para el pago del «impuesto revolucionario» que ésta les exigía. Empresarios que puede perteneciesen, o por lo menos votasen, al PNV. A fin de cuentas, todo quedaba en casa.

http://www.abc.es/20080523/opinion-firmas/hidra-cabezas_200805230300.html

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