lunes 5 de mayo de 2008
Ridículos en el seno del PP
Germán Yanke
El PP está gafado. Cuando, después de las críticas turbulencias de las últimas semanas, los protagonistas pretenden dar la impresión de que todo vuelve a la normalidad, aparecen algunos rasgos de ridículo que le dan al asunto un aire todavía más patético. La batalla interna de la derecha tiene interés, no hay duda, pero ninguna intriga ya que las intenciones de unos y otros, y sus estrategias, son más evidentes que su falta de imaginación. Por eso, la paz anunciada es tan forzada (la declaración) como falsa (la conclusión). Pero el ridículo tiene un efecto imán y, a veces, sorprende y alegra el cotarro.
Primer ridículo: se cuenta que un grupo de diputados (se añade que jóvenes) fueron a ver a Eduardo Zaplana para que encabezara una candidatura alternativa a Mariano Rajoy ya que Esperanza Aguirre no terminaba por garantizar que se presentara como candidata en el próximo congreso del PP. Apunto lo de jóvenes aunque debería decir infantiles que, al parecer, los hay en el grupo parlamentario popular: un grupito de representantes que van por los despachos con ocurrencias patológicas y que terminan en el del ex portavoz, que entonces era diputado raso después de haber encarnado el PP más talibán. Si lo de las primarias es un absurdo, lo de las listas abiertas es una conveniencia que se agranda y que podía haber evitado que algunos de estos jovencitos estén ahora en el Congreso.
Segundo ridículo. El tal Íñigo Enríquez, presidente del PP en el distrito madrileño de Salamanca, y sus diez amigos siguen con la murga de las primarias, asaltan a Rajoy en la fiesta del Dos de Mayo, le dicen que todo lo hacen por su bien, y ahora anuncian que no recogerán firmas para apoyar su propuesta porque han detectado una actitud positiva en los dirigentes del partido. Todo eso, según declaración de los interesados, después de haber recibido apoyos dentro y fuera de España y valiosísimas aportaciones de constitucionalistas y expertos electorales de medio mundo. Apasionante.
Con unos y otros en activo nadie podrá negar que el PP tiene en su seno, entre tantos cientos de miles de afiliados espantados, todos los elementos para perder de nuevo las elecciones. Y lo empiezan a demostrar cuatro años antes de las próximas generales.
http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=05/05/2008&name=german
lunes, mayo 05, 2008
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