viernes 3 de noviembre de 2006
Expulsión democrática
Wifredo Espina
G ESTO enérgico y ejemplar de José Montilla al expulsar de forma fulminante al responsable de las Juventudes Socialistas de Martorell por haber participado en las agresiones a Josep Piqué y Angel Acebes con motivo de un acto en el Centro Cultural de esa ciudad catalana. Un loable gesto democrático del candidato socialista a la presidencia de la Generalitat. Democrático, porque ningún tipo de violencia cabe en un sistema y en una sociedad democráticos para defender o rechazar lo que sea. Democrático, porque ningún partido político ni grupo social puede albergar a ninguna persona que incite, promova, realice, aplauda o justifique un acto de este tipo contra nada ni nadie, sea del Partico Popular o de Esquerra Republicana o de lo que sea. Democrático, porque no sólo el secretario general del PSC se ha limitado, como otras fuerzas políticas, a “condenar” los comportamientos violentos de Martorell, sino que ha actuado en consecuencia e inmediatamente: la expulsión del responsable de su partido. Democrático, porque además de defender con hechos las actitudes y comportamientos cívicos, también supone una explícita defensa de la libertad de expresión de todo ciudadano. Democrático, porque no se ha acudido a elegar o recordar posibles o supuestas actitudes contrarias o ofensivas anteriores de los que han sido agredidos para paliar (en el fondo, justificar) estas agresiones de Martorell. Democrático, porque la democracia no consiste en palabras, en llenarse la boca de las palabras libertad y democrácia, si no, de actuar democráticamente. Democrática, porque José Montilla, con este gesto enérgico, con esta expulsión fulminante, ha contribuido a una mayor higiene democrática real de nuestra política y nuestra sociedad. A ver si aprenden todos.
jueves, noviembre 02, 2006
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