martes, noviembre 28, 2006

Pies, ¿para que os quiero?

martes 29 de noviembre de 2006
ZP en Afganistán
Pies, ¿para qué os quiero?
GEES

Las acciones de los talibanes aumentarán, forzando a nuestros hombres, estén donde estén, a entrar en combate. En estas condiciones, ¿cuánto tiempo tardará Zapatero en salir corriendo?

Cuando Rodríguez Zapatero accedió a la Presidencia del Gobierno se encontró con un contingente español destacado en Afganistán, desarrollando una labor de estabilización del país. A partir de entonces, esa misión empezó a cobrar para el recién formado gobierno socialista un renovado sentido. Tras la precipitada salida de Irak, Zapatero tuvo que hacer frente a una crítica generalizada, que llegaba tanto desde Estados Unidos como desde Europa. ¿Qué aliado es ese que rompe sus compromisos en mitad de una misión y huye deprisa y corriendo? La presencia en Afganistán y el incremento del contingente representaba, a su entender, la prueba de que España era un aliado fiable, siempre y cuando se dieran las condiciones necesarias. En Afganistán, en su opinión, sí había una base jurídica suficiente para intervenir.
España, como otros países, estableció de forma rígida la misión de sus tropas: ámbito geográfico, funciones y objetivos. Zapatero explicó a los españoles que nuestros hombres estaban en una misión auspiciada por Naciones Unidas y organizada por la OTAN. No corríamos riesgos y ayudábamos a un país amigo a reconstruirse. Podíamos estar tranquilos, nuestros militares, una vez más, hacían de colaboradores de una ONG. Sin embargo, cuando dio estas garantías ya conocía las evaluaciones del mando atlántico sobre la previsible complicación del área en la que estábamos desplegados. Los talibanes se iban a infiltrar poco a poco, aumentando las ocasiones de choques violentos.
Hoy, en Riga, el Consejo Atlántico discute qué cambios conviene aplicar para que la misión en Afganistán sea más efectiva. La situación es mala, los talibanes están aumentando sus acciones, el contingente de la OTAN es insuficiente y, sobre todo, está organizado con tal rigidez que el comandante en jefe apenas si tiene libertad para ordenar sus tropas.
La presión para poner fin a los acuerdos nacionales aumenta. La lógica de que todas las tropas estén plenamente a disposición del mando tiende a imponerse, lo que podría implicar rotaciones en las zonas más violentas. Las acciones de los talibanes aumentarán, forzando a nuestros hombres, estén donde estén, a entrar en combate. En estas condiciones, ¿cuánto tiempo tardará Zapatero en salir corriendo? Para él lo fundamental es la opinión de sus votantes y su previsible efecto sobre las urnas. A diferencia de Felipe González, carece de una visión de España o de un programa de modernización. Para él la política es un ejercicio de surfeo sobre las cambiantes olas de la opinión y poco más. Si los talibanes le colocan ante la tesitura de elegir entre la credibilidad internacional de España y los consolidados prejuicios de sus votantes, no hay duda. Pies, ¿para qué os quiero?GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.

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