El PP canario, progre como el que mas

27-XI-2006
El PP canario, progre como el que más
EDITORIAL

Los países pobres necesitan gobiernos que respeten y hagan respetar la propiedad privada y un Estado de Derecho en el que se pueda confiar; las dádivas nos hacen sentirnos muy bien a nosotros, pero a ellos no los ayudan en nada.

El parlamento canario votó por unanimidad un apoyo al establecimiento de la "tasa Tobin" meramente retórico, pues no tiene competencia alguna para implantarlo. Lo que hagan nacionalistas y socialistas al respecto nunca podrá sorprendernos; unos y otros desean siempre someter al libre mercado a sus caprichos. Pero es una extraña decisión en un partido dirigido por José Manuel Soria, que no sólo se declara liberal y escribe loas al fallecido Jean François Revel, sino que como gobernante tomó medidas como la privatización de Sialsa, empresa pública dependiente del Cabildo de Gran Canaria, porque el sector público "no está para fabricar yogures". Quizá por eso han matizado su posición argumentando que la medida "fomentará el libre comercio". Es lo que tienen los impuestos, y la tasa Tobin lo es; que fomentan la libertad, según los populares canarios. Aunque lo raro en tal caso es que se llamen "impuestos" y no "voluntarios".
La tasa Tobin es la medida preferida de las hordas antiglobalización que destruyen a su paso a la desdichada ciudad que tenga la mala suerte de alojar una reunión de la OMC o del G-8. Es un impuesto sobre los movimientos internacionales de capitales "especulativos" que, como resulta imposible diferenciarlos de los que no lo son, sería un impuesto sobre todos ellos y, por tanto, un freno a la inversión en esos países pobres a los que los serviles aseguran defender. Necesitaría del imposible requisito de ser aprobado en todos y cada uno de los países del mundo; el más pequeño paraíso fiscal lo reduciría a la inutilidad, pues todas las transacciones ser harían en él. En realidad, la única razón por la que ATTAC y sus compañeros de viaje apoyan la tasa Tobin es porque desean que lo recaudado lo gaste en el Tercer Mundo un organismo "democrático", lo que, tratándose de un movimiento que intenta sabotear todas las reuniones entre gobernantes elegidos democráticamente, está claro que son ellos.
Los países pobres necesitan gobiernos que respeten y hagan respetar la propiedad privada y un Estado de Derecho en el que se pueda confiar; las dádivas nos hacen sentirnos muy bien a nosotros, pero a ellos no los ayudan en nada. Es más, facilitan que se perpetúen los malos gobiernos que les impiden crecer. Si realmente deseamos hacer algo para facilitarles el camino tenemos una sola cosa que hacer: eliminar los aranceles y las subvenciones agrarias para que puedan vendernos, por ejemplo, plátanos. Pero claro, eso sería muy impopular votarlo en el parlamento canario, así que es mejor dar al botón del sí con la tasa Tobin y dar la falsa imagen de estar ayudando a los pobres cuando en realidad les ponemos la zancadilla. Nada que no esperáramos de socialistas y nacionalistas pero, la verdad, desmerece un poco de la imagen de "partido liberal" que el PP tanto procura vender.