viernes 22 de septiembre de 2006
Extrema derecha
Ernesto Ladrón de Guevara
¡ YA estamos! El espíritu de Goebbels famoso repetidor de mentiras para convertirlas en verdades, reaparece, El Sr Zapatero dijo, en ese espectáculo mediático vacío de contenidos ideológicos de alguna entidad con el que nos “amenizaron” estos días, que está apareciendo una extrema derecha, sin precisar quienes protagonizan tan espectral surgimiento. Y, en la web del Partido Socialista, el Sr. Chaves, que no es un cualquiera pues representa a la Comunidad andaluza, afirma literalmente entre otras cosas lo siguiente: “[...]hay gente "dentro y fuera" del Partido Popular que "está en que el PP derive hacia la extrema derecha" y añadió que las posiciones que el partido mantiene en "determinados temas" avalan ese viraje.”. Es patético que cada vez que tienen algún revés derivado del descubrimiento de verdades que les preocupan, cargan contra el mensajero indirectamente atacando al PP, que en esto del 11-M está teniendo una posición más característica de beatíficos franciscanos (con perdón) que de políticos de brega. Porque en realidad no les preocupamos los ciudadanos y medios de comunicación que están haciendo el papel que corresponde a los jueces y a la policía, revelando las contradicciones y falsedades de la teoría oficial del 11-M, sino que lo único que les inquieta es el efecto electoral. Y por ello descargan sus coléricas bilis contra el PP tratando, una vez más –son realmente contumaces y aburridos-, de relacionar a la extrema derecha con el PP, igual que venía haciendo de forma infame y calumniosa con la relación, expresada en diferentes ocasiones, de ese partido con el franquismo. Es evidente que se están poniendo nerviosos. Por algo será. Yo no entiendo cómo no promueven acciones de la justicia contra los medios de comunicación, periodistas y ciudadanos que están haciendo luz sobre determinados aspectos del 11-M si lo revelado es difamatorio o mendaz. Si no lo han hecho es porque simplemente no tienen razones objetivas para ello. Y como no pueden otra cosa, cargan las tintas contra el PP, asignando una supuesta actitud extremo-derechista a los que simplemente exigimos el esclarecimiento de la verdad, la transparencia en la política y la justicia, entre otras cosas, y procurando reflejar sobre un Partido democrático y de centro derecha tics que en nada tienen que ver con la realidad. Como tampoco tiene ni lógica ni sentido asignar ese calificativo a gentes que sólo tratamos de hacer justicia y que se conozca lo que pasó el 11-M, y las políticas que practican los socialistas, simplemente, al menos, para que la Historia ponga a cada cual en su sitio. Acabaremos viendo cómo se traman operaciones de descrédito y de acoso a las personas concretas que están activando los mecanismos para hacer visibles los hechos realmente sucedidos y sus autores; intentando desprestigiar y menoscabar la imagen pública de esos ciudadanos. Al igual que determinado medio de comunicación afín al Gobierno está poniendo en cuestión la capacidad mental y la estabilidad psíquica de Lavandera y de Trashorras por hacer legítimo uso de su libertad de expresión, tratando de desvirtuar su testimonio. Si lo que dicen es calumnioso, difamatorio o falso de raíz, lo que tienen que hacer es querellarse contra estos testigos. Pero lo que creo es que va a ser justamente lo contrario que éstos van a denunciarles por el burdo descrédito indigno de gente que tenga algo de vergüenza. Por favor, sean limpios y no hagan de la política un gran lodazal infecto, señores dirigentes del PSOE. ¡Ya está bien! La política debe ser algo más digno y noble. ¡Vaya ejemplo de contravalores y de zafiedad están dando a nuestros hijos! ¿Qué transformación de la sociedad hacia algo bueno van a conseguir así? ¿A dónde nos llevan? Esto se parece bastante a la campaña que se está haciendo contra el Papa, sin darnos cuenta de la amenaza a nuestra civilización y a las libertades que comporta que está acechando. Es vomitivo cómo Moratinos, nuestra voz y representación en el mundo, manipule lo acontecido y diga que el Papa ha rectificado, porque ni lo ha hecho ni lo debe hacer puesto que lo que dijo no puede ser más lógico y cierto, es decir: que las religiones deben convivir pero que no es admisible el uso de la fuerza ni de la violencia para imponer ninguna de ellas. ¿Quién puede dudar de esto? ¿Y por eso se subleva el mundo islámico contra el Papa y su Iglesia con gestos y hechos absolutamente injustificables e intolerables? Si occidente, a pesar de Zapatero y los suyos, no se dispone a defenderse contra esa amenaza el futuro de los derechos humanos que no se ven reflejados en los regímenes teocráticos, en la parte del mundo en la que vivimos los herederos del legado grecolatino, tiene los días contados.
jueves, septiembre 21, 2006
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