ZpM fomenta la culturra de Pujalte sobre el socialismo

GARGANTA PROFUNDA
ZP fomenta la cultura de Vicente Martínez Pujalte sobre el socialismo

Durante el Debate sobre el estado de la Nación, nadie se explicaba por qué el plúmbeo discurso del presidente no provocaba reacción alguna en el bullanguero diputado.

2 de junio de 2006. La política hace extraños compañeros de cama, como suele decir el aserto, pero además anima a la lectura. Ocurrió el martes en el arranque en el Congreso del Debate sobre el estado de la Nación. La bancada popular estuvo tranquila durante toda la mañana. El discurso calificado hasta por los suyos de soporífero del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero -con su ligera mención al alto el fuego de ETA y su sobrevuelo por las reformas estatutarias- no despertó más allá de un murmullo. El presidente de la Cámara Baja, Manuel Marín, se las prometía felices. Ni una vez se sintió obligado a interpelar a algún diputado. Tras protagonizar hace varias semanas la primera expulsión en la democracia, el popular Vicente Martínez Pujalte, que parece directamente vinculado al forofismo parlamentario, pasó desapercibido, tal vez más de lo habitual. "Su voz de NO-DO es inconfundible", aseguran con sorna interlocutores socialistas de oídos selectivos en referencia a Martínez Pujalte.El motivo de la relativa tranquilidad de Martínez Pujalte es desconocido, pero quizá un indicio -así lo pudo comprobar Garganta Profunda- fue un libro sobre Mao Tse Tung, el Gran Timonel que acabó con setenta millones de personas, que pudo ir leyendo con absoluta calma entre parrafada y parrafada del jefe del Ejecutivo. China es un gran país de censura y medias verdades. La versión oficial y mítica de Mao ya solamente se la traga la izquierda más sectaria.Conocedor de las especiales circunstancias de Zapatero, de sus dotes miméticas, ¿tal vez se preparaba el diputado por si llega el día en que al presidente la tez se le torne repentinamente amarilla y empiece a hablar en extraños dialectos, pintando un país sin parangón? Reducido a esta culturización de Martínez Pujalte, el "idilio" entre éste y el jefe del Ejecutivo sigue siendo inexistente.