lunes 5 de junio de 2006
Nacionalismo, socialismo, racismo
Por JUAN PEDRO QUIÑONERO
Los caminos del «socialismo» y el «nacionalismo» se confunden en muchos escenarios de manera imprevisible.
Cuando el PSOE decide apoyar a Alan García (socialdemócrata) contra Ollanta Humala (nacionalista) en la recta final de las elecciones peruanas, en el Perú, en Lima, El Comercio escribe: «El supuesto nacionalismo es más del mismo socialismo que nos ha empobrecido durante los últimos 60 años, dicho programa ha capitalizado la mentira recurrente de la izquierda radical peruana y la aplicación de dicho modelo en el Perú nos hará retroceder en la senda que hoy nos encontramos». En Chile, El Mercurio insiste en el paralelismo de los «modelos» García/Humala: «Dos candidatos que no satisfacen al electorado (...) García es considerado como un mal menor». Sobre el candidato apoyado por el PSOE, el New York Times escribe: «García huye de su propio pasado como presidente del Perú, cuando sus políticas populistas condujeron al país a la bancarrota, con un incremento trágico del terrorismo». Por su parte, El Universo ecuatoriano recuerda: «Siendo García presidente, el Perú retrocedió treinta años, la inflación alcanzó el 7.000 por ciento y gran parte del país pasó a estar en manos de las guerrillas de Sendero Luminoso».
En la vieja Europa, en París, Le Figaro publica una información con un gráfico terrible: buena parte de las rutas europeas del crimen organizado desembocan en España, según el informe de Europol. Es el caso de las rutas latinoamericana, afroatlántica, sin olvidar las ambiciones de las rutas de la seda rusa y del este europeo. En materia de inseguridad, en la lejana Houston, Houston Chronicle publica un análisis muy amplio sobre la importancia creciente de los nacionalismos separatistas. En París, Le Monde recuerda que el nacionalismo flamenco, en Bélgica, está apoyado por la extrema derecha racista.
En la no menos separatista Escocia, en Edimburgo, el Scotsman publica un informe sobre el estado de la lucha contra la polución en Europa. Dato negro: España cumple francamente los compromisos de Kioto.
En París, Paris Match recuerda que algunos hijos de inmigrantes marroquíes, instalados en el sur de Francia, esperan salir de la miseria intentando aprender el arte del toreo. Uno de ellos, Mehdi Savalli, incluso comienza a tener un cierto éxito como torero franco-musulmán.
domingo, junio 04, 2006
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