Paro insoportable
Miércoles, 05-11-08
CIERTAMENTE tenía razón el Ministerio de Trabajo cuando el lunes, un día antes de conocerse los datos de paro registrado, anunciaba que serían «malos», porque el número de desempleados inscritos en el INEM aumentó en octubre en 192.658 personas, un 7,3 por ciento más que en septiembre, para situar la cifra total en 2.818.026, la más alta desde abril de 1996. La subida de octubre no tiene precedentes -dobla el número de personas que se quedaron sin empleo el mes anterior-y dibuja un paisaje insoportable del mercado de trabajo. El brutal incremento del paro afecta a todos los sectores económicos, con especial incidencia en el de servicios y el agrícola, lo que demuestra que el dramático alza del desempleo no se justifica sólo por la crisis inmobiliaria: en el sector de la construcción subió un 8,1 por ciento y en el industrial, ese que según Zapatero iba a coger el testigo para erigirse en motor del crecimiento, la subida fue del 6,1 por ciento. La destrucción de empleo se produce a un ritmo vertiginoso, como revela el hecho de que en octubre la Seguridad Social perdió 101.886 afiliados en términos medios. Desde el 1 de enero, la caída ha sido de 454.304 personas, una sangría para la estabilidad futura del sistema.
Basta con una simple lectura de los datos conocidos ayer para afirmar de manera contundente que no es cierto, como arguye el Gobierno, que el desempleo es el «reflejo de la repercusión directa de la crisis financiera internacional». Convendría que el Ejecutivo socialista aceptara que las cifras del paro son consecuencia de una crisis propia, generada por el derrumbe del sector de la construcción, complicada, obviamente, por la crisis externa, pero que es anterior a la tormenta del sistema financiero, que no puede ser utilizada como parapeto ni un segundo más por Zapatero para tratar de descargar sobre los hombros del mundo el drama de un problema que obedece a factores estrictamente endógenos. ¿Cómo se explica entonces que siendo España, según el presidente del Gobierno, el país más preparado del planeta para hacer frente a la crisis mundial, estemos padeciendo los españoles la mayor destrucción de empleo de entre todas las naciones de nuestro entorno? Puede el Gobierno seguir tratando de confundir con diagnósticos inexactos; puede insistir en que los males de nuestra economía vienen de fuera y puede perseverar en su estrategia de ocultación de la verdad de las cifras y los datos para dibujar un paisaje falso de la realidad. Puede, porque lo está haciendo, pero su irresponsabilidad alcanzará cotas tan históricas como el paro de octubre si no acepta que lo que viene por delante no se parecerá en nada a lo que anunció que iba a venir: ese horizonte que pintó de claroscuros -con más luces que sombras- que forma ya parte de la literatura rosa de un Gobierno empecinado en negar la evidencia. Baste un dato: el Ejecutivo cifró en el 10,5 por ciento el paro a finales de 2008. En septiembre, era ya del 11,3 y, a falta de conocer la EPA del último trimestre, su previsión saltó por los aires en agosto sin que nadie haya sido capaz de reconocer hasta ahora que se confundió gravemente, como se confundió gravemente en la previsión del crecimiento del PIB y en otras variables hechas añicos a las primeras de cambio.
Rodríguez Zapatero se erige en garante de la política social, como si el desempleo no fuera lo más antisocial de esta crisis que le ha estallado al Gobierno en las manos, y trata de cubrir las múltiples vías de agua con emplastes condenados al fracaso. Si verdaderamente quiere ayudar a los parados, que aborde reformas fiscales y laborales creíbles. Porque las últimas medidas -el plan de congelación parcial de la hipoteca y otras ocurrencias utilizadas como venda un día antes de la herida del desempleo- son, simplemente, un sarcasmo. Y la prueba del nueve de que el Ejecutivo es incapaz de contener la riada de un paro desbordado e insoportable.
http://www.abc.es/20081105/opinion-confidencial/paro-insoportable-20081105.html
miércoles, noviembre 05, 2008
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